Quiero cerrar mi mes aniversario, este abril de 2015, con algo que tiene mucho que ver con las intenciones de Así Es La Vida: la vida misma. Y en este caso, una reflexión sobre ella y su origen. Me refiero al Jardín del Edén o simplemente Edén, el lugar en donde según la Biblia, en sus primeras páginas del libro del Génesis, Dios puso al hombre tras haberlo creado del polvo de la tierra. Como relata el libro sagrado de la religión cristiana:
Y Yavé Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso ahí al hombre que había formado.(Génesis 2, 8).
Más adelante relata:
Tomó, pues, Yavé Dios al hombre, y lo puso en el huerto del Edén, para que lo labrara y lo guardase. (Génesis 2, 15).
Ésas eran las intenciones de Nuestro Señor para con nosotros: ponernos en un lugar donde todo fuera bello, tranquilo, donde todo fuera amor, donde todos nos necesitáramos y ayudáramos. La reflexión es que a veces pienso cómo me gustaría (y nos gustaría a muchos) vivir en un Jardín del Edén, un paraíso, con los elementos básicos de la Tierra en su más puro estado, con hombres y mujeres que se relacionaran libremente, con un lugar donde uno viviera una vida libre, como un ave. Pero tengo (tenemos) que vivir en este jardín de la sociedad sucia por donde se la mire, más allá de que yo también tengo mis suciedades, cómo no, sino sería el mismo Dios, y Dios hay uno solo. Eso sí, si entre todos construimos podemos lograr no digo un Jardín del Edén, pero algo similar para disfrutar la vida en plenitud y no sobrevivir como parece ser ley ahora. Bueno, yo sigo soñando con que alguna vez este agitadísimo mundo sea, al menos en una hectárea, el hermoso Jardín del Edén.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
jueves, 30 de abril de 2015
jueves, 2 de abril de 2015
MI CUMPLEAÑOS 42
Y hoy, día de las Malvinas y del Papa Juan Pablo II, estoy cumpliendo un nuevo aniversario de mi nacimiento, el número 42. Sí, cuarenta y dos años atrás, más o menos a esta hora, las 19.30, nací a esta vida maravillosa. No tengo drama en decir la edad, la edad es un número y nada más, lo importante es sentirse bien física y mentalmente. Y espiritualmente, por supuesto. Bueno, por ahí queda medio descolgado que haga una nota sobre mí mismo. Pero en realidad lo hago para agradecer a mis padres, los de la foto, que me dieron la vida, me trajeron al mundo, me formaron en todo, me alimentaron en todo, no sólo el estómago, sino (más importante) el alma con su amor y su alegría. A papá Rafael, a quien tengo conmigo y amo profundamente, y a mamá Anita, a quien no tengo en esta tierra pero está conmigo desde el cielo y amo profundamente, a las dos personas más importantes que la vida me dio, todo mi amor y mis bendiciones. Y, también hay que ser justo, a todas las personas que de una u otra forma me ayudaron a avanzar en la vida o me dieron un poco de felicidad, aunque sean unos minutos, aunque haya sido una época. Mis maestros, mis profesores, mis amigos, mis conocidos buenos, otros familiares y allegados, incluso gente prácticamente perdida en mi memoria o que por ahí no tuvo gran nombre pero que también me hizo feliz. A todos, a Dios Padre, a Jesús su Hijo y Nuestro Señor, a Mi Madre Celestial la Virgen María y a los nombrados, sólo quiero decir gracias. Gracias por estos 42 años y 9 meses, y espero con fe que sean muchos más.
JUAN PABLO II: 10 AÑOS DESPUÉS, EL MISMO SANTO
Este 2 de abril es un día muy especial para nosotros losargentinos, ya lo sé. Pero es más especial para nosotros los cristianos. Tal vez, siempre se asociará el 2 de abril primero con los sucesos de las Malvinas. Y está perfecto, nunca hay que olvidarlo por más doloroso que sea. Pero el 2 de abril pero de 2005 también nos enteramos de una tristeza: la partida de Karol Wojtyla, para todo el mundo el gran Juan Pablo II, el Papa polaco, el que durante casi 27 años recorrió el planeta llevando a Dios a todas partes, incluida la Argentina en guerra en 1982. No nos olvidemos de él, no nos acordemos de el sólo porque vinno acá o por aquel atentado de 1981. Diez años después de su partida, yo no sé (sólo Dios sabe) si ya está en el cielo. Lo seguro es que, como desde hace 10 años y como fue toda su vida, sigue siendo un verdadero santo.
!LAS MALVINAS SON ARGENTINAS!
Aquel 2 de abril de 1982 a la mañana, yo estaba superfeliz sumergido en mi infancia y además festejando mis 9 años, admirando el regalo de mi abuela de un fascículo de la colección Los Mundiales de Fútbol y la Copa 82, que precisamente se venía en junio. Yo escuchaba un cierto revuelo en casa por intermedio de los medios, no sé si era radio o TV, y algo me enteré de que se hablaba de las islas Malvinas. Pero en mi infancia y festejando mis 9 años, obviamente no entendía bien cuál era el hecho ni mucho menos la magnitud de lo que ocurría.
Sin embargo, ése fue un día muy feliz al principio para los argentinos que al final resultó el comienzo de días de dolor, miseria, guerra, bombardeos, combates. De medios que, tal vez influidos por la presión dictatorial del momento, decían cualquier tontería, eso de que íbamos ganando. Sí, íbamos ganando en dolor y muertes. Hasta que (seguramente por la presencia de Dios por intermedio de la visita del Papa Juan Pablo II) abrimos los ojos, nos dimos cuenta de la realidad y hasta hoy nos conmovemos profundamente con lo sucedido. No quiero profundizar en esos horribles tres meses, por ahí podría decir que el 14 de junio, día de la rencición,debería ser feriado como lo es el 24 de marzo. Pero el propósito de Así Es La Vida es enviar un abrazo y una bendición a quienes dejaron la vida por Argentina, esos pobres pibes a quienes los reyes de entonces les cortaron sus ilusiones, sus proyectos, su adolescencia y los mandaron a una injustísima condena. Y un abrazo y una bendición a sus familiares, lo mismo que a los sobrevivientes, los combatientes, tan maltratados en este país, tan poco reconocidos. Y no sólo nos acordemos de ellos: acordémonos también de que, como hasta antes de 1833, las islas Malvinas fueron, son y serán argentinas.
Sin embargo, ése fue un día muy feliz al principio para los argentinos que al final resultó el comienzo de días de dolor, miseria, guerra, bombardeos, combates. De medios que, tal vez influidos por la presión dictatorial del momento, decían cualquier tontería, eso de que íbamos ganando. Sí, íbamos ganando en dolor y muertes. Hasta que (seguramente por la presencia de Dios por intermedio de la visita del Papa Juan Pablo II) abrimos los ojos, nos dimos cuenta de la realidad y hasta hoy nos conmovemos profundamente con lo sucedido. No quiero profundizar en esos horribles tres meses, por ahí podría decir que el 14 de junio, día de la rencición,debería ser feriado como lo es el 24 de marzo. Pero el propósito de Así Es La Vida es enviar un abrazo y una bendición a quienes dejaron la vida por Argentina, esos pobres pibes a quienes los reyes de entonces les cortaron sus ilusiones, sus proyectos, su adolescencia y los mandaron a una injustísima condena. Y un abrazo y una bendición a sus familiares, lo mismo que a los sobrevivientes, los combatientes, tan maltratados en este país, tan poco reconocidos. Y no sólo nos acordemos de ellos: acordémonos también de que, como hasta antes de 1833, las islas Malvinas fueron, son y serán argentinas.
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