Siempre nos quejamos, con absoluta razón, de lo mal que está todo en el país y de lo mal que se hacen las cosas a todo nivel. Una de ellas pasa en las elecciones, con esas raras e innecesarias primarias PASO, con líos con boletas y demás. Sin embargo, en Estados Unidos también pasa. Sí, el superpaís que tanto veneramos como Dios de la Tierra tiene sus debilidades. Hoy es la nueva elección a presidente, un sistema rarísimo que sólo un americano o un residente allí puede entender. No vota la gente a los candidatos sino electores, que a su vez votan para elegir al ganador, si es que no entendí mal. Así es muy importante, más que acá, si en tal o cual estado (región en que se divide el coloso del Norte) vence éste o aquél, si ese estado tiene intención de sufragio demócrata o republicana. Encima, el conteo se carga con demora, y el actual gran Donald Trump largó que iría a la Justicia en caso de perder, sospechando fraude. En todos lados se cuecen habas. Hasta en el gran USA.
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