Argentina perdió este martes por la noche una nueva chance de ser campeón internacional en 26 años, al caer 0-2 con Brasil en la semifinal de la Copa América. Pero el dolor de una derrota injusta no tapa todo el fondo que la Selección trajo a la tierra norteña.
El fondo es este proceso irregular, con un técnico interino hecho oficial como Lionel Scaloni y un recambio de futbolistas que no terminó de afirmarse. Sólo el fervor del hincha y la locura publicitaria le daba crédito a que el equipo podía ganar la Copa. Argentina, esta vez, no tenía potencial para llevársela. Y casi lo confirma en la primera ronda, cuando luego de perder con Colombia y empatar con Paraguay gracias al video debía vencer a Qatar para seguir. Dos triunfos ante los asiáticos y Venezuela, nada maravilloso, lo metieron en una semifinal que nadie esperaba, donde hizo partidazo a un Brasil ayudado por la suerte y los árbitros. Pero el tercer o cuarto puesto, se conocerá el fin de semana, es todo un mérito para esta albiceleste. Y para este momento tan irregular del fútbol argentino.
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