HISTORIAS DE INFANCIA: MADRUGADAS CON EL GRÁFICO

En 1985 yo tenía 12 años, ya casi un adolescente, pero es que en esa linda época de la historia, tener 12 años era aún ser un niño. El asunto era que vivía varios miedos, temores de ruidos y demás. Por todo esto, no me gustaba nada dormir solo en mi pieza los viernes y sábados cuando mi hermano Leo se iba a bailar. Y hacía lo que fuera para que el tiempo pasara y él llegara; por lo general leía el gran El Gráfico hasta las 4 de la mañana, y era capaz de releerlo con tal de hacer tiempo. Ni hablar la semana que se fue a Bariloche, ahí era así todos los días. Imagínense mi alivio cuando vino un domingo a la mañana...