Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
viernes, 25 de diciembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: AQUELLOS REGALOS DE NAVIDAD
sábado, 19 de diciembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: FORMULA 1
El ‘’boom’’ de la época. Con
sólo decir que era más popular que el mismísimo fútbol. Cada domingo temprano a
la mañana, los argentinos estábamos frente a ATC para ver al Lole Reutemann con
su Williams blanco y verde número 5 corriendo con los monstruos de entonces,
que empezamos a conocer al dedillo: Villeneuve, Prost, Laffitte, Piquet,
Pironi, Arnoux y Alan Jones, a quien yo le tenía bronca porque a pesar de ser
coequiper de Reutemann competía con él.
Además me sabía perfectamente
los auspiciantes, colores, diseños y números de cada auto y mucho más. Y la
euforia por la F-1 y las victorias del Lole llegaban a la gente no sólo por
televisión: los autitos playeros y, sobre todo, los útiles escolares como los
míos también estaban de moda. Encima después leía la Corsa y allí podía revivir
todo. Una época que hizo época.
viernes, 4 de diciembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: BAILE A LO TRAVOLTA
Aquella mañana en el anfiteatro del Colegio La Salle de
Florida fue el recuerdo por excelencia del 78. Para el acto de fin de año, mis
maestras jardineras del Mafalda Analía y Susana me designaron para bailar como
el gran John travolta, el inefable protagonista de ‘’Fiebre de sábado por la
noche’’ y con la gloriosa música de los Bee Gees, con temas como ‘’Staying
alive’’ o ‘’Night fever’’ de fondo. Con ellas ensayé mil y una mañanas en el
jardín, me ponía fastidioso por tener que hacerlo cada dos minutos, lo mismo
que por ponerme las botitas que no me calzaban bien. En ese momento ni sabía
para qué ni por qué lo hacía, pero escuchaba a cada rato un poco de Bee Gees en
mis oídos.
Llegó por fin el soleado domingo 3 de diciembre. Todo empezó
en el vestuario con Analía y Susana, que me ayudaron a cambiarme. Recuerdo que
estaba en calzoncillo amarillo cuando mis maestras jardineras me pusieron el
trajecito blanco que, lleno de lentejuelas, me pinchaba el cuerpo. Luego me
ayudaron a subir al escenario de madera en un salón amplio, iluminado con luces
de todo tipo y las famosas bolas de espejos, entonces de moda.
Y en ese majestuoso marco bailé y canté como el gran actor,
una actuación memorable para los que la vieron, que fueron muchos y que estaban
sentados cerca del escenario; desde ya, mi familia (con mis abuelos incluidos)
en primera fila. Esa gran mañana fue el corolario de un año grandioso y que
perduró a través de los años.
viernes, 27 de noviembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: ATLAS GEOGRAFICO UNIVERSAL COLOR
El
inmenso libro que en el invierno del 85 se constituyó en un gran recuerdo desde
que lo compré en una promoción que impulsaba el San Antonio. Me lo leí entero
ese año y me deleité con el riquísimo contenido: el índice, la descripción
detallada de cada país, cuadros informativos, banderas, mapas e increíbles
fotos, aparte de apéndices como la Argentina, la estadística económica mundial
y astronomía. Pero lo que me llamaba la atención eran las capitales de cada
país y las naciones nuevas como Vanuatu. Y fue muy útil para el colegio, sobre
todo en el trabajo grupal sobre Francia. El AGUC (como lo bauticé) fue un
sinónimo de aquel dorado 85.
viernes, 20 de noviembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: LA IGLESIA DEL SAN ANTONIO
El
lugar símbolo de mis comienzos católicos en mi gloriosa primaria, una modesta
pero hermosa iglesia ubicada al lado del patio de Gimnasia, cuya pared exterior
era blanca y tenía una pequeña puerta y un escaloncito como entrada. Y su
interior me recuerda tantas y tantas tardecitas de catequesis, pasaba tanto
tiempo allí como en el aula; incluso en los primeros años la usamos para música
o gimnasia, quizá por falta de lugar. Tenía piso de cerámica beige, columnas
gruesas y los acostumbrados largos bancos marrones de madera. Pero el rasgo
inconfundible eran sus ventanas con vidrios divididos en cuadritos de colores
(rojos, verdes y azules entre otros).
Del
otro lado había ventanas corredizas con alambrado cuadrado que se veían desde
afuera. El altar daba espaldas a una enorme pared marrón, sobre la que se veía
la cruz del mismo color. Y el sagrario era de oro, todo un lujo. Unas luces en
el techo en la parte del altar y bellos canteritos de ladrillo blanco
completaban la preciosa escenografía de la iglesia.
viernes, 13 de noviembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: CASA DE MI MADRINA EN CARAPACHAY
La
primera casa de mi madrina Marta fue uno de los referentes de mis primeros
años, junto con el jardín. Justamente estaba a un par de cuadras de allí,
recuerdo su parecita con barandas y su puertita de entrada, luego un living
comedor muy grande y el patio, con una hamaca o algún divertimento por el
estilo. Ahí fui muchas veces, como una mañana, una noche con un pulover en la
cintura y otro día donde las perras Bambi y Quiria se peleaban en el patio.
viernes, 6 de noviembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: EXCURSION AL CONGRESO
La mejor salida que hice con mi Colegio
San Antonio, esa lluviosa tarde del 85. No sólo por lo trascendente, sino por
la increíble belleza de un lujoso salón con espectaculares detalles
arquitectónicos como esas ventanas vidriadas formando círculo en el techo o los
modernos escritorios donde me senté. A la vuelta,
mientras miraba la llovizna por las ventanillas del micro, hacíamos lío con
bromas o golpeando los asientos al cantar, por lo que la maestra nos tuvo que
retar: ‘’No golpeen más que las manos’’, dijo. Mi compañero Roberto Y Ziolo y
un par más cantaron “Para el pueblo lo que es del pueblo” en esa divertida
vuelta.
viernes, 30 de octubre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: FELIZ CON BOCA DE MARADONA
Mi
mejor recuerdo futbolístico de esa gran era, en 1981. El Boca de Diego
Maradona, dirigido por Silvio Marzolini, obtenía el torneo Metropolitano
empatando en la última fecha 1-1 con Racing (gol de Diego de penal). Yo seguí
todos los partidos cada domingo por radio, y aún me queda en la memoria cuando
íbamos en auto por Palermo y escuchamos el gol de Talleres, que le igualaba a
Ferro 1-1 y lo ayudaba al equipo de la Ribera a salir campeón. Después, mi
abuela -siempre disconforme- comentó sobre el empate de Boca: ‘’1 a 1, qué
vergüenza’’. Ese 1-1 permitió la alegría azul y oro.
viernes, 23 de octubre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: CRONICAS FUTBOLERAS EN LA RAZON
A
partir de 1980, con siete añitos, el recordado diario nocturno marcó mis
mañanas del año. Apenas me despertaba, me lo encontraba en mi cama y me
deleitaba con las crónicas de la fecha de fútbol; era la época de Gatti,
Benítez, Brindisi, Kempes, Fillol, Brailovsky, Calderón, Insúa, Barisio,
Rocchia, Cornaglia, Lanao y Maradona aún en Argentinos. Era, también, la época
de aquel Nacional de la AFA con Loma Negra de Olavarría o Guaraní Antonio
Franco. Además me atrapaban los ‘’Dialoguitos en el asfalto’’ y otras noticias
de fútbol y otros deportes. Otro clásico de casi un lustro.
viernes, 16 de octubre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: SEMANARIO INSOLITO
El primer éxito de un ídolo para mí como el gran Raúl
Portal, que impuso su particular estilo con sus disparatados dichos (¿se
acuerdan de ‘’el caco’’?). También estaban Becerra, Castelo y Virginia Hanglin.
Uno de los mejores cómicos de ese momento, que siempre veía las noches de
semana en ATC.
jueves, 15 de octubre de 2020
EL PORTAL DE LA RISA
https://www.youtube.com/watch?v=g-O8wrp12HA
Portal en Semanario Insólito
Qué malo, cruel es el paso
del tiempo. Especialmente este siglo XXI que
se nos va llevando tantas almas famosas que nos hicieron felices. Así
como Juan Carlos Mesa o Juan Carlos
Calabró hace años, este miércoles se nos fue el divino Raúl Portal. Un tipo
único para su tiempo, que supo combinar actualidad, periodismo y humor con un
estilo absolutamente propio. Que marcó grandemente la tele de nuestra infancia
y adolescencia, solo o en banda, con
éxitos imborrables: el disparatadísimo Semanario Insólito, La Hora de los
Juegos,, Notidormi o el indesperdiciable PNP y su desopilante recopilación de
errores televisivos. Para mi ver de televidente, no soy crítico de TV, me gustó
más como cómico que en su posterior faceta solidaria, igualmente alabable, con
los animales y El Portal de las Mascotas. Pero el genial Raúl de la tupida
barba y voz típica, un ídolo eterno más de nuestra vida, será siempre el portal
de la risa.
viernes, 9 de octubre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: HANSEL Y GRETEL
De los libros de cuentos que leía en mis primeros años, el más recordado por mí. Un precioso libro de tapa dura, con páginas plastificadas, imágenes en 3 dimensiones y bellamente ilustrado, que narraba la aventura de los hermanitos que huyeron al bosque porque su madrastra no los quería, se perdieron y luego encontraron una casa de chocolate y confites, donde una bruja los quiso comer, pero ellos terminaron encerrándola en el horno y pudieron escapar con muchas monedas de oro y volver con su padre, un leñador. Me deleitaba ver la famosa casita confitada, yo también me la quería comer... El cuento pertenecía a la Colección Muñequitos, que además tenía títulos como El Patito Feo, Pinocho, Caperucita Roja o Blancanieves y Los 7 Enanitos.
viernes, 2 de octubre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: TOPE & QUARTET
Uno
de los juegos más recordados de mis primeros 80. El fabuloso mazo de naipes con
imágenes de autos, motos, barcos o aviones marcó esos días, por ejemplo, de
1981. Me viene a la mente mañanas en el fondo jugando con mis hermanos, que
eran fanáticos, más si era de motos. Y ni hablar de las lindísimas imágenes:
una espectacular Maserati GTX, una Ferrari roja en una ruta, una moto Triumph y
otro auto en un lavadero con tubos fluorescentes un día de lluvia.
viernes, 25 de septiembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: PIZZERIA LAS MALVINAS
viernes, 18 de septiembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: TIO OMAR CORREDOR DE MOTOS
viernes, 11 de septiembre de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: MIS MAESTRAS
Entonces recuerdo primeramente a Analía y Susana del jardín Mafalda de mi Carapachay, especialmente la primera con quien me hablaba más. Y luego cada una de las que marcaron mi tiempo dorado del Colegio San Antonio. Diana de primer grado, a quien volvía loca con mi conducta pero que me hizo dar los primeros pasitos en todo. La morocha de voz potente Graciela, en segundo, muy parecida a Diana. El dúo de tercero, la rubia y dulce Matilde que dejó su lugar a la buenísima Adriana. En cuarto apareció Maruca, con sus gritos no muy correctos y por otro lado, su cariño con nosotros, además de inculcarnos fuertemente la fe. La española Rocío, un personaje de quinto. Y para sexto y séptimo, a Maruca se unió la más divertida:Patricia, con su vozarrón, su permanente humor cargado de ironías y, claro, sus retos, pero con su juvenil forma de ser cercana a nosotros. Y las de otras materias aparte: Mabel de Gimnasia y su hándbol, la inefable Hilda de Música y la flauta dulce que yo no quería, las técnicas de Dibujo de la cordial Silvia, alguna suplente como aquella Lucía que una tarde nos dijo "hasta siempre tercer grado". Y también Liliana y su fuerte carácter, aunque sólo estaba de observadora pero bien que sancionaba. Entre la educación temática, la humana y el amor, todas se ganaron un sitio en mi alma.