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viernes, 25 de diciembre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: AQUELLOS REGALOS DE NAVIDAD

En este último capítulo de 2020 de esta sección hermosa que Dios creó, qué otra cabe que recuerde con esta Navidad que vivimos hoy aquellos regalos, esos tesoros y atracciones mayores de toda niñez. Inolvidable uno por uno, con algún intervalo por circunstancias familiares. En el 79, 6 añitos, el autito verde lima a fricción. Tras el no registro del 80 y la no fiesta 81, el 82 me trajo la fabulosa caja de lotería Ruibal con 90 bolillas y el significado de cada número en la caja. El 83 de aquella misa en Sagrada Familia de Carapachay recibí el toallón con la imagen de Vilas y el cassette (sí, cassette) Superestrellas Volumen IV, con Mentira de Valeria Lynch y Vamos a la Playa de Donald de emblemas. Más música en el 84, y qué: La Misa Criolla. Y el cierre de Papá Noel de mi infancia, su trineo vino cargado: 1985 fue el de un globo terráqueo de metal, el espectacular juego de mesa Viaje a Través del Tiempo, una calculadora con música en sus botones (según mi abuela "es lo último que hay") y el recordado libro La Carrera Interminable, de la colección Elige Tu Propia Aventura, que hizo nacer mi pasión por el rally. Todo eso se sumó a esas noches templadas en el fondo de mi casa de Ramón Castro llena de invitados, emociones y alegría pura.

lunes, 21 de diciembre de 2020

CUANDO PAPÁ ME LLEVABA A TEA CON ESCARCHA Y TORMENTA

Hoy son 27 años ya, un nuevo aniversario, de mi ser periodista, de aquella eterna noche de mi graduación del amor de mi alma en el auditorio de ATE. Pero este año tiene la idea de coincidir con la partida de papá Rafael. Entonces este año es a él a quien quiero homenajear por el aniversario. Porque no sólo se encargó de pagar mis estudios, yo entonces no manejaba mi dinero. Más importante y valioso aún, me llevó cada una de esas mañanas a TEA con cualquier clima, bajo cualquier lío. Recuerdo esas mañanas del 91 de escarcha sobre el Peugeot 505 del frío helado que hacía. O esa de tormenta eléctrica con viento fuerte y lluvia terrible incluida. Qué decir cuando, recordó él hace poco, me paraba en un kiosco del centro y me compraba la revista Sólo Fútbol que yo seguía cada martes. Papá, es redundante pero justo decirlo, fue necesario para mí. Gracias a él fui al periodismo. Como gracias a él a tantos lados. Como hoy le digo gracias por todo mientras descansa de esas mañanas duras de TEA.

domingo, 20 de diciembre de 2020

PAPÁ RAFAEL GRITÓ EL TRIUNFO DE BOCA DESDE EL CIELO

 

Habían pasado este domingo tres días de su partida de este mundo. Pero Rafael Yamus, padre de este cronista, no se quiso perder allá en el cielo otro partido de su Bocca amado. Así que a eso de las siete de la tarde se instaló cómodo con su radio portátil junto a su esposa Ana Luján, la imborrable Anita, y siguió a su modo tan particular el 2-1 de los xeneizes sobre Independiente por la Copa maradona. 

 

Al principio nada era como "Fule", como se lo conocía, esperaba. Independiente ganaba y jugaba mejor. Y el canoso alto insultaba a diestra y siniestra, encima molesto porque su Boca "no le hace un gol ni al arco iris". Pero cuando los de Russo empezaron a mejorar se le escapó una sonrisa de esperanza. "Vamos Boca c…" alentaba, y al rato lamentaba, también con malas palabras, los goles errados por Soldano y Varela. 

 

Hasta que faltando ocho minutos, Soldano igualó. "!!!Gol!!! !Goool c…, goool!", gritó fuerte aún a riesgo de alguna reacción negativa. Boca siguió superior y Rafael hacía fuerza: "Tiene que ganar Boca, no puede empatar", ese análisis tribunero sin reparar en el escollo por delante que es un rival. 

Y sin embargo, como tantas tardes en su Carapachay natal (zona Norte de Buenos Aires), el papá fue feliz. Sobre la hora, Cardona hizo un golazo y de nuevo el "goool c…", ahora mezcclado con un "!grande Boca!" con esa voz superpotente que conmovía a los ángeles. Y qué decir cuando llegó el final. TRAS gritar de nuevo y festejar, comentó con Anita y con quien tuviera cerca la actuación de su amor. Luego decidió cerrar la noche con su pizza de cada domingo que él preparaba como nadie. 

 

Como en sus días en la tierra, Rafael gritó de felicidad por Boca. Ahora desde su nueva casa. Pero con la misma alegría y pasión de siempre. 

 

sábado, 19 de diciembre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: FORMULA 1

     

El ‘’boom’’ de la época. Con sólo decir que era más popular que el mismísimo fútbol. Cada domingo temprano a la mañana, los argentinos estábamos frente a ATC para ver al Lole Reutemann con su Williams blanco y verde número 5 corriendo con los monstruos de entonces, que empezamos a conocer al dedillo: Villeneuve, Prost, Laffitte, Piquet, Pironi, Arnoux y Alan Jones, a quien yo le tenía bronca porque a pesar de ser coequiper de Reutemann competía con él.

Además me sabía perfectamente los auspiciantes, colores, diseños y números de cada auto y mucho más. Y la euforia por la F-1 y las victorias del Lole llegaban a la gente no sólo por televisión: los autitos playeros y, sobre todo, los útiles escolares como los míos también estaban de moda. Encima después leía la Corsa y allí podía revivir todo. Una época que hizo época.

lunes, 7 de diciembre de 2020

A 30 AÑOS DEL FIN DE LA SECUNDARIA



Y llegó el gran día de la fiesta de graduación en el colegio secundario, el Instituto Martín Güemes de mi Carapachay, justo ese maratónico 7 de diciembre de 1990, que hice de todo y fui para todos lados. Todo lo comencé cuando a eso de las 8, tras volver de aprobar Inglés particular y de regalarle algo a mi profesora Cristina, me afeité, me bañé y me puse el traje de mi cuñado Pablo que ya me había probado. Y con la última luz solar fui en auto con mis padres.

Llegué y subí al aula , donde estaba la división reunida. Cuando entré, la preceptora Nancy y varios me saludaron y elogiaron mi traje. Me senté en el primer banco del medio delante de mis compañeros Leonardo Bienaszewski y Eleonora Sorzio que también alabó mi saco, mientras recibía una rosa de Nancy. Me parecía rarísimo todo: en mi banco, de noche, con traje... Luego salimos del aula y formamos para ir haciendo la bajada de la escalera; yo era uno del grupo del medio.

Y llegó la gran emoción. Cuando bajé vi todo el patio techado iluminado y lleno de gente, con un cartel con el slogan del curso ("Nunca la ausencia causa el olvido. Podremos no vernos, podremos no hablarnos, pero nunca olvidarnos") y sonorizado por la música que habíamos elegido. Me quedé a un costado y escuché los emotivos discursos de mis compañeros Fernando Solé y Roxana Spinelli, vestida de negro y que se quebró en lágrimas en su alocución. Y recibimos los diplomas de manos de la rectora, Susana Pasel; yo lo levanté en alto, con instinto futbolero, y fui ovacionado, es que según comentó mi mamá fui el único.

Y participamos de un ágape con bombones y copas, una de las cuales tiré sin querer a un mozo. Los inigualables mellizos Aldo y Roberto pozzi, otros dos amigazos de ese inolvidable quinto B, me convidaron un bombón, mi compañera Nancy Perrig (de vestido negro con lunares) me dio un gran beso y la mamá de Carla Salvetti, mi primer amor y otra gran compañera secundaria, hablaba con mi mamá de mis romances con ella. Y el cierre fue a todo dar cantando aquel loquísimo “Primer año qué bonito” con todo a pesar de las malas palabras en el patio descubierto; yo canté bien fuerte y mi divina amiga Gabriela Pérez se lo comentó a mi papá. “Con qué ganas lo cantó su hijo”, le decía.

Y tras saludar a la inefable Elsa Ramos ("la tía peluca", como era apodada), la profesora de Contabilidad y otras materias, me fui a casa. Cuando llegué a eso de las 11, sentí gran alivio del final de la jornada y cené una exquisita pizza mientras miraba Fútbol de Primera. Mi mamá se emocionó: “Vamos a estar en todas las etapas de tu vida”. Había terminado una jornada tan agotadora como inolvidable.

domingo, 6 de diciembre de 2020

AQUEL MARATONICO DIA DE GLORIA DE 1990

 

Este lunes  viviré un aniversario más especial que ninguno de este 2020. Se cumplirán 30 años de la fiesta de fin de la secundaria en el Instituto Martín Güemes de mi Carapachay. De una noche inolvidable de ese inolvidable 1990 de mis 17. Pero antes de esa noche hubo un día tan largo como hermoso de recordar.

 

Aquel 7 del 90 fue recordadísimo por lo maratónico y trascendente, en esa primera semana de mis grandes definiciones, ya que en el mismo día debía dar examen de mi quinto año de Inglés. Ese soleado y caluroso viernes arrancó saliendo en el Peugeot 505 a lo de mi abuela, allá en el centro, para estudiar para el oral. Allí estuve hasta las 5, cuando me fui con ella a rendir al Liceo Cultural Británico. Pero inesperadamente en el camino ella, que era modista, quiso visitar sederías por su trabajo. Y tuve que caminar con ella bajo el sol abrasador en plena Capital. Luego fui a dar y aprobé.

 

Pero la tensionante jornada no terminó allí: del centro me volví hasta casa para prepararme para la fiesta del Güemes. Primero le llevé un regalo a mi profesora particular Cristina por fin de Inglés; encima en el camino mi papá casi se toma a golpes de puño con un camionero que no le dejó paso. De vuelta me afeité, me bañé, me puse el traje que me habían prestado y viví la gloriosa fiesta. Cuando llegué a las 11 sentí gran alivio, me aflojé y cené una exquisita pizza mientras miraba Fútbol de Primera. Había terminado un día tan agotador como inolvidable.

 

 

 

 

 

viernes, 4 de diciembre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: BAILE A LO TRAVOLTA

 

Aquella mañana en el anfiteatro del Colegio La Salle de Florida fue el recuerdo por excelencia del 78. Para el acto de fin de año, mis maestras jardineras del Mafalda Analía y Susana me designaron para bailar como el gran John travolta, el inefable protagonista de ‘’Fiebre de sábado por la noche’’ y con la gloriosa música de los Bee Gees, con temas como ‘’Staying alive’’ o ‘’Night fever’’ de fondo. Con ellas ensayé mil y una mañanas en el jardín, me ponía fastidioso por tener que hacerlo cada dos minutos, lo mismo que por ponerme las botitas que no me calzaban bien. En ese momento ni sabía para qué ni por qué lo hacía, pero escuchaba a cada rato un poco de Bee Gees en mis oídos.

 

Llegó por fin el soleado domingo 3 de diciembre. Todo empezó en el vestuario con Analía y Susana, que me ayudaron a cambiarme. Recuerdo que estaba en calzoncillo amarillo cuando mis maestras jardineras me pusieron el trajecito blanco que, lleno de lentejuelas, me pinchaba el cuerpo. Luego me ayudaron a subir al escenario de madera en un salón amplio, iluminado con luces de todo tipo y las famosas bolas de espejos, entonces de moda.

 

Y en ese majestuoso marco bailé y canté como el gran actor, una actuación memorable para los que la vieron, que fueron muchos y que estaban sentados cerca del escenario; desde ya, mi familia (con mis abuelos incluidos) en primera fila. Esa gran mañana fue el corolario de un año grandioso y que perduró a través de los años.

 

martes, 1 de diciembre de 2020

MEMORIAS DE INTERNET

 

Hace 20 años, si bien Internet estaba en pleno auge, no tenía la popularidad de hoy. Por ejemplo yo comenzaba recién en abril a estudiarlo. Desde ese otoño 2000, nuevo milenio, tiempo después del famoso miedo al efecto 2000, pasaron dos décadas, rápidas, que se devoraron todo como pasa con tantas cosas. Pero vale la pena en este espacio de curiosidades recordar y rescatar esos primeros viejos buenos tiempos.

 

Primero y principal, el entrar a Internet nada tenía que ver con la facilidad y practicidad actual. Era toda una ceremonia: escribir usuario y contraseña del proveedor, clic en un iconito que arrancaba un largo tiempo de conexión con el famoso ruido casi industrial. Y tras casi dos minutos, si no había nada de última, ya se navegaba pero había que tener cuidado con el tiempo, ya que en ese entonces la tarifa era por minuto y bien cara, debido a que se establecía como línea telefónica, nada de fibra óptica ni mucho menos. Recuerdo que mi compañero de periodismo en TEA Pablo Aro Geraldes me contó que se metió en la FIFA, que está en Suiza, entonces le pregunté "¿qué, llamaste por teléfono a Suiza?".

 

Para que la tarifa telefónica, un pícaro 0 600 de la época, no infartara de una sorpresa, el usuario debía estar un rato, descargar lo que necesitara y luego desconectarse, así podía leer tranquilo. Hasta uno podía ver el sitio descargado 24 horas después, claro sin poder actualizarlo. Además el pago del servicio era con tarjeta de crédito, si no no te lo daban, salvo la cantidad de proveedores gratuitos de mala calidad como el mío Tutopía.

 

El mail era el boom del momento, nada de Facebook, Zoom ni nube de almacenamiento. Y así como los proveedores gratis, pululaban los sitios de correo gratis. Cómo olvidar a Yahoo, Latin Mail o Radar. ¿Buscadores? Ni hables de Google, ibas a Gauchonet, Altavista, Infoseek y qué sé yo qué verdura más.

 

Conexión ruidosa, tardía y limitada, mejor de noche que vale menos. Latin Mail, correo electrónico (ni mail, era e-mail). Gauchonet, Tutopía, tarjetas de crédito, 0 600. Llamar a Suiza. Puf, si habremos vivido y aprendido algo de Internet estos 20 años. Más allá de una clase particular.

 

viernes, 27 de noviembre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: ATLAS GEOGRAFICO UNIVERSAL COLOR

 

El inmenso libro que en el invierno del 85 se constituyó en un gran recuerdo desde que lo compré en una promoción que impulsaba el San Antonio. Me lo leí entero ese año y me deleité con el riquísimo contenido: el índice, la descripción detallada de cada país, cuadros informativos, banderas, mapas e increíbles fotos, aparte de apéndices como la Argentina, la estadística económica mundial y astronomía. Pero lo que me llamaba la atención eran las capitales de cada país y las naciones nuevas como Vanuatu. Y fue muy útil para el colegio, sobre todo en el trabajo grupal sobre Francia. El AGUC (como lo bauticé) fue un sinónimo de aquel dorado 85.

jueves, 26 de noviembre de 2020

LOS DIAS MAS FELICES DE MARADONA CON LA PELOTA

 


Diego Maradona ya es recuerdo luego de su partida este miérccoles a los 60 años. Como tantas veces se escribió y metaforizó, ya es al mismo tiempo inmortal. Es que los momentos felices de un ser querido se guardan para siempre. Ese ser tan querido por los argentinos y por el mundo nos regaló varios de esos momentos.

 

1. 1976, 20 de octubre. Corría el Campeonato Nacional y Argentinos Juniors no hacía buena campaña. Esa tarde iba perdiendo de local en su actual cancha (aún no llamada con el ídolo) 0-1 con el potente Talleres de Córdoba. En el entretiempo, el técnico Juan Carlos Montes reemplazó al mediocampista Rubén Giacobetti por Diego, que estaba  a diez días de cumplir 16 años. Montes le indicó al ingresado: "Vaya, pibe. Juegue como usted sabe y, si puede, tire un caño". Enseguida pisó la ccancha, Maradona le hizo un caño a Juan Cabrera y la gente lo aprobó de entrada.

 

2. 1976, 14 de Noviembre: Sólo semanas después del acontecimiento, Maradona marcó sus dos primeros goles oficiales. Fue en el mismo Nacional, en un 5 a 2 sobre San Lorenzo de Mar del Plata en la Feliz. El arquero era Rubén Lucangioli. El "bicho" Quedaría afuera antes de cuartos de final con All Boys.

 

3. El 27 de febrero de 1977 debutó en la Selección mayor en un 5-1 sobre Hungría en Mar del Plata. Pero su primer grito albiceleste lo dio el 2 de junio de 1979, contra Escocia en Glasgow con un remate personal, amistoso que Argentina ganó 3 a 1. Cuentan que cuando Leopoldo Luque fue a festejar con el diez, en lugar de felicitarlo le dijo: "Nene, la próxima tirá centro atrás".

 

4. 1979, 7 de septiembre. Fue el primer tiempo de pura gloria para el pibe de Argentinos. Guiado por César Menotti y con Ramón Díaz de ladero, hizo goles y delicias en el Mundial Juvenil de Japón. Y la rúbrica fue en la final que la Selección le ganaba a la Unión Soviética. A los 36 minutos del segundo tiempo, ejecutó un magistral tiro libre y marcó el 3-1 final, siendo el Balón de Oro del torneo y ccampeón.

 

5. 1980, 9 de Noviembre. Un nuevo Nacional tenía a Argentinos de protagonista. Ya le había ganado a Boca 4-3 en la Bombonera, y para ese partido revancha Maradona aseguraba que quería marcarle cuatro goles al enorme arquero Hugo Gatti. La respuesta del "loco" fue tajante: "Ese gordito a mí no me va a hacer cuatro goles". Pues bien, ese "gordito" hizo ccuatro goles y los de La Paternal se impusieron 5 a 3.

 

6. 1981, 10 de abril. Ahora Maradona conducía a Boca, y por el Ccampeonato Metropolitano se veía esa noche de lluvia en la Bombonera nada menos que con River Plate. Con el xeneize 2-0 arriba, el lateral Carlos Córdoba cruzó un estupendo cambio de frente que dejó solo a Diego con Ubaldo Fillol, a quien le pasó la pelota por un costado y luego definió para un 3-0 de recuerdo.

 

7. 1982, 18 de junio. Mundial de España, primero de Maradona. En su segundo encuentro ante Hungría, Argentina debía ganar tras su mal debut 0-1 con Bélgica. A los 27 minutos Bertoni abrió el marcador, y uno después Diego, de palomita tras rebote en el arquero, hizo el 2-0 y su primero mundialista. Y en el complemento, tras combinación con Mario Kempes, sacó un remate tremendo para su segundo y el tercero del 4-1 final en el José Rico Pérez de Alicante.

 

8. 1983, 4 de junio. En su primera vida en el exterior, Maradona la pasaba mal en el Barcelona de Menotti, con su fractura por Andoni Goikoetxea. Volvió para jugar la final de la copa del Rey justo ante el archirrival Real Madrid. El Barça se impuso 2-1 con el agónico tanto de Marcos y el diez ganó el trofeo, único en España.

 

9. 1986, junio. En el Mundial de México, Maradona había marcado un precioso tanto a italia para el 1-1 de la primera fase, tocando en el aire un centro cruzado. Pero en el tramo decisivo se destapó: el 22 inmortalizó sus dos goles a Inglaterra, uno con "la mano de Dios" y el otro, el del siglo dejando ingleses en ridiículo. Eso no fue todo, porque el 25 en las semifinales contra Bélgica marcó otro doblete de calidad: primero tocó un pase cruzado de Enrique por arriba del fuerte arquero Pfaff, y rato más tarde pasó entre tres belgas como postes, enfrentó al meta y la mandó espectacular al segundo palo para el 2-0. En la final con Alemania no hizo goles, sino que envió entre tres alemanes el pase a Burruchaga para el 3-2 del título.

 

10. 1987, 10 de mayo. Maradona jugaba desde 1984 en el Nápoli, donde era amado por la calurosa afición italiana. Tras dos temporadas de buen nivel y crecimiento, realizó de las suyas y ayudó a que por fin el celeste saliera campeón. Ese 10 por la fecha 29, una antes del cierre, igualaba a un gol con la Fiorentina y se consagraba.

 

11. 1989, 17 de mayo. Aparte de dos "scudettos" y una Copa Italia, Maradona hizo grande al Nápoli en Europa. En la temporada 88/89 llegó a la final de la Copa UEFA ante el poderoso alemán Stuttgart. En la ida el 3 en el estadio San Paolo, el celeste perdía hasta que Diego hizo el empate y Careca el 2-1 final. Y el 17 en Alemania, su actuación y la de sus geniales compañeros permitió un notable 3-3 para alzar la tercera copa europea.

 

12. 1990, 3 de julio. Era el Mundial de italia y la semifinal con… el local. Y en su San Paolo. Pero como no todos los italianos amaban a Maradona, hubo un clima hostil. A Diego no le importó: llevó a la Selección al 1-1 y los penales, donde le convirtió el suyo a Zenga, Argentina ganó 4-3 y fue a la final perdida con Alemania.

 

13. 1993, 10 de octubre. Tras sus episodios de dopaje y su flojo paso por el Sevilla, llegó en 1993 a Newell's Old Boys. En un amistoso ante Emelec de Ecuador, Maradona clavó un hermoso remate de derecha, su pierna inhábil, para el 1-0 final y la ovación de la gente en el Parque Independencia de Rosario.

 

14. 1994, 21 de junio. Luego de idas y vueltas con el técnico Alfio Basile, Maradona retornó a la Selección y estaba en plena forma para su cuarto Mundial, el de Estados Unidos, a los casi 34 años. El debut era con Grecia y con el parcial albiceleste 2-0, a los 59 minutos varios tocaron el balón y le llegó a Diego, que se acomodó para su zurda y sacó un remate al ángulo para el tercero y su último mundialista.

 


viernes, 20 de noviembre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: LA IGLESIA DEL SAN ANTONIO

 

El lugar símbolo de mis comienzos católicos en mi gloriosa primaria, una modesta pero hermosa iglesia ubicada al lado del patio de Gimnasia, cuya pared exterior era blanca y tenía una pequeña puerta y un escaloncito como entrada. Y su interior me recuerda tantas y tantas tardecitas de catequesis, pasaba tanto tiempo allí como en el aula; incluso en los primeros años la usamos para música o gimnasia, quizá por falta de lugar. Tenía piso de cerámica beige, columnas gruesas y los acostumbrados largos bancos marrones de madera. Pero el rasgo inconfundible eran sus ventanas con vidrios divididos en cuadritos de colores (rojos, verdes y azules entre otros).

 

Del otro lado había ventanas corredizas con alambrado cuadrado que se veían desde afuera. El altar daba espaldas a una enorme pared marrón, sobre la que se veía la cruz del mismo color. Y el sagrario era de oro, todo un lujo. Unas luces en el techo en la parte del altar y bellos canteritos de ladrillo blanco completaban la preciosa escenografía de la iglesia.

 

sábado, 14 de noviembre de 2020

QUE SIGNIFICA FIAT

 

Hace un par de meses contábamos qué significaba la sigla BMW, la famosa marca alemana de autos y motos. Otra sigla famosísima y tan legendaria como la germana es FIAT, la italiana con sede en Turín. La misma quiere decir Fabbrica Italiana di Automobili di Torino, pero todos la conocemos y vivimos como Fiat, incluso así, en minúscula. Productora de autos tan entrañables para los argentinos como el 600 ("Fitito"), el 128, Regatta, el Uno o el Palio, la "fabbrica" es un gigante de Italia para el mundo. Ahora, además, sabemos su significado. Por si hace falta.

viernes, 13 de noviembre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: CASA DE MI MADRINA EN CARAPACHAY

 

La primera casa de mi madrina Marta fue uno de los referentes de mis primeros años, junto con el jardín. Justamente estaba a un par de cuadras de allí, recuerdo su parecita con barandas y su puertita de entrada, luego un living comedor muy grande y el patio, con una hamaca o algún divertimento por el estilo. Ahí fui muchas veces, como una mañana, una noche con un pulover en la cintura y otro día donde las perras Bambi y Quiria se peleaban en el patio.

 

OTRO AÑO DE MI VUELTA AL PERIODISMO

https://www.youtube.com/watch?v=SmS3nSKE-tM&t=10s        

Audio de mi vuelta en Radio Arinfo, 2013    


Nunca lo escribí, pero siempre hay una primera vez. Hoy 13 de Noviembre es un día tremendamente especial para mi ser periodista. Tanto como aquel glorioso 21 de diciembre de 1993 en que me recibí. Es que ese 13 pero hace siete años, en 2013, yo regresé a mi gran amor que gentuza de toda clase me había quitado. Tras esa infame década 90 en radio, dejé de trabajar por largos 13 años, mal asesorado o sin ayuda de nadie para tener una oportunidad laboral. Y después de mucho buscar, justo ese 2013 de mis 40 lo logré. Volví a trabajar, en este caso otra vez en radio pero con la novedosa digital, entonces Radio Arinfo, donde hacía un espacio de deporte africano. Y como bendición extra de Dios, esas tardes de miércoles entre las 14 y 15 horas eran de sol radiante. Ese sol iluminó mi vida de nuevo cuando parecía que no volvería. Ese sol, mi periodismo, que gracias a Dios hasta hoy sigo ejerciendo con felicidad. Desde ese 2013, como aquel 1993, como siempre.

jueves, 12 de noviembre de 2020

HIMNO A LA MEDIANOCHE

No sé cuántos se quedan despiertos con la radio o la TV a la medianoche, es decir a la 0 hora del nuevo día. Si lo hacen, seguramente sabrán que en ese momento se pasa el Himno Nacional Argentino, dando con él el comienzo al nuevo día de emisión. Eso sucedía, recuerdo, en los años 80 un día patrio, un 25 de mayo, 9 de julio. Pero ahora es todas las medianoches.

 

Ahora pero desde hace casi 20 años. Porque por ley 25.636 el Gobierno estableció desde el 1 de agosto de 2002 el himno como apertura obligatoria de cada jornada para las emisoras que cuenten con licencia, no así las comunitarias. Y claro, la obligación, guste o no, es obligación. Y como la obligación no es el fuerte argentino, cuentan que la mayoría no lo transmite o lo hace en forma corta. Yo lo he comprobado con algunas que prefiero no mencionar. Lo pasan resumido, o sólo la introducción, hasta una pasó el "oh oh oh" de la versión futbolera. Los entiendo un poco, debe ser molesto y contraproducente cortar con el largo himno la dinámica de la radio o canal en cuestión. No hace falta pasar el tema patrio para ser mejor argentino, para que se sepa que se transmite desde acá, para dar más nacionalismo innecesario. Pero si la ley lo pide…

 


viernes, 6 de noviembre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: EXCURSION AL CONGRESO

 

La mejor salida que hice con mi Colegio San Antonio, esa lluviosa tarde del 85. No sólo por lo trascendente, sino por la increíble belleza de un lujoso salón con espectaculares detalles arquitectónicos como esas ventanas vidriadas formando círculo en el techo o los modernos escritorios donde me senté. A la vuelta, mientras miraba la llovizna por las ventanillas del micro, hacíamos lío con bromas o golpeando los asientos al cantar, por lo que la maestra nos tuvo que retar: ‘’No golpeen más que las manos’’, dijo. Mi compañero Roberto Y Ziolo y un par más cantaron “Para el pueblo lo que es del pueblo” en esa divertida vuelta.

 

viernes, 30 de octubre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: FELIZ CON BOCA DE MARADONA

 

Mi mejor recuerdo futbolístico de esa gran era, en 1981. El Boca de Diego Maradona, dirigido por Silvio Marzolini, obtenía el torneo Metropolitano empatando en la última fecha 1-1 con Racing (gol de Diego de penal). Yo seguí todos los partidos cada domingo por radio, y aún me queda en la memoria cuando íbamos en auto por Palermo y escuchamos el gol de Talleres, que le igualaba a Ferro 1-1 y lo ayudaba al equipo de la Ribera a salir campeón. Después, mi abuela -siempre disconforme- comentó sobre el empate de Boca: ‘’1 a 1, qué vergüenza’’. Ese 1-1 permitió la alegría azul y oro.

domingo, 25 de octubre de 2020

CUANDO MAURO VIALE NO RELATÓ MÁS

 

Por más de una década, Mauricio Goldfarb, más conocido como Mauro Viale, fue la voz icónica de las transmisiones televisivas de fútbol en la Argentina. Su excelente estilo, su nivel periodístico y cultural lo destacaron como el relator de la pantalla y uno de los narradores típicos del país, que hinchas y colegas sabían disfrutar. Hasta que un buen día decidió no hacerlo más y pasó a su actual trabajo general, incluso con tintes sensacionalistas.

 

El Mauro de la pelota redonda nació en 1947 en Buenos Aires y en los años 70 comenzó su carrera como reportero y ocasional comentarista de los encuentros de la Primera División. En 1974 fue uno de los enviados especiales al Mundial de Alemania por el viejo canal 11, hoy Telefé. Fue en mayo de 1977 cuando empezó su tarea más recordada en el deporte rey, al relatar para Canal 7, que con la proximidad de la Copa del Mundo de Argentina se convirtió en Argentina Televisora Color (ATC). Así impuso su jerarquía a la narración, nombrando sólo al protagonista, sin descripciones inútiles ni la alienación que envuelve a varios de la actualidad. De esa forma y con Enrique Macaya Márquez, otra potencia periodística a su lado, hizo el deleite de todos no sólo con el campeonato doméstico sino con la Selección, a la que acompañó para los Mundiales de 1978, 1982 y 1986, éste donde tuvo el privilegio de contar al país las hazañas de Diego Maradona y el título en México.

 

Ya para entonces, Viale era también la voz del recién creado ciclo Fútbol de Primera, que desde el 4 de agosto de 1985 lo tenía como descriptor del partido principal. El legendario programa que terminó en 2009 era obra, como decía su clip de apertura, del empresario paraguayo Carlos Avila, fundador un año antes de la productora Torneos y Competencias, encargada de la realización de la emisión que los domingos atrapaba a todo futbolero con la cena.

 

Así Mauro trabajó con los títulos de River de Veira, Central y Newell's, el Independiente de Bochini, las caóticas Liguillas Prelibertadores y más. Hasta que en el invierno de 1989, Fútbol de Primera fue traspasado de ATC a Canal 9, que contaba con otro ícono, Marcelo Araujo, como voz destacada. Entre el cambio y su fidelidad a la emisora de su vida, Viale decidió imprevistamente dejar el relato. Además, en una entrevista que dio años atrás en el diario La Nación, confesó que un día le dijo a Avila: "Negro, no quiero relatar más, me aburrií".

 

Su último encuentro, según averiguaciones de Tribunero.com, fue el 27 de julio de 1989, nada menos que un River-Boca pero por la loquísima Liguilla Clasificación para la Copa Libertadores 1990. El famoso minitorneo fue dividido entonces en rueda de ganadores y perdedores, en ésta los colosos habían llegado a la final y tras dos empates sin goles, ese 27 River ganó 2 a 1 y siguió en carrera, para meses después batir a San Lorenzo de Almagro y lograr el segundo lugar copero aparte del campeón liguero Independiente.

 

Luego Viale incursionó en noticieros Y, SOBRE TODO, programas de alto voltaje mediático en la década del 90, y hoy sigue en ese rubro pero con un estilo más moderado. Pero quienes amamos el fútbol lo tenemos como un grande más de nuestra rica historia con una pelota.

 

Así relataba Mauro aquel River-Boca del 89:

 

https://www.youtube.com/watch?v=-MvcVnLxwCk&t=18s     


viernes, 23 de octubre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: CRONICAS FUTBOLERAS EN LA RAZON

 

A partir de 1980, con siete añitos, el recordado diario nocturno marcó mis mañanas del año. Apenas me despertaba, me lo encontraba en mi cama y me deleitaba con las crónicas de la fecha de fútbol; era la época de Gatti, Benítez, Brindisi, Kempes, Fillol, Brailovsky, Calderón, Insúa, Barisio, Rocchia, Cornaglia, Lanao y Maradona aún en Argentinos. Era, también, la época de aquel Nacional de la AFA con Loma Negra de Olavarría o Guaraní Antonio Franco. Además me atrapaban los ‘’Dialoguitos en el asfalto’’ y otras noticias de fútbol y otros deportes. Otro clásico de casi un lustro.

viernes, 16 de octubre de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: SEMANARIO INSOLITO

 

El primer éxito de un ídolo para mí como el gran Raúl Portal, que impuso su particular estilo con sus disparatados dichos (¿se acuerdan de ‘’el caco’’?). También estaban Becerra, Castelo y Virginia Hanglin. Uno de los mejores cómicos de ese momento, que siempre veía las noches de semana en ATC.