Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
domingo, 18 de octubre de 2015
!FELIZ DÍA MAMÁ!
Como siempre, Así Es La Vida recuerda y celebra aniversarios. Y el de hoy, porque ya pasaron las 12, es quizás el más importante. El Día de la Madre, aunque yo no soy amigo de estos títulos que más nos recuerdan los regalos y los almuerzos de domingo que la propia agasajada. Pero es así, un día tan especial para esa personita tan especial...
La madre, o mejor, Madre con mayúsculas. Mucho más que una simple mujer que te trajo al mundo desde su vientre. Alguien que, sacando al Señor Jesús y a la Virgen María, Nuestra Madre del cielo, tiene la mayor importancia para un ser humano y la mayor autoridad sobre él. Pero sobre todo, la madre es como dice esa leyenda, el ángel que nos guía aquí en la tierra. La que nos dio a luz, la que nos cuidó de chiquitos, la que nos llevó al jardín o al colegio, la que nos cocinó suculentos manjares, la que nos ordenó la ropa, la que nos compró de todo, la que nos organizó nuestro aniversario de habernos traído, el cumpleaños, hasta el último detalle. También, sí, la que no siempre nos dijo que sí a todo, a veces nos dijo que no y como nosotros no lo aceptamos nos tuvo que frenar y retar. Pero mucho más aún, es la mejor encargada de nuestro corazón, de nuestra alma, de nuestros pensamientos, de nuestras alegrías y tristezas. Es la que mejor nos conoce, la que más nos contiene, sobre todo a los varones como mi caso, pero también a las mujeres. La persona, según mi experiencia de 37 años de mis 42, que más y mejor nos defiende y que nos porta ante el mundo entero. Nuestra embajadora ante cualquier escollo de la vida, nuestra representante a cada momento, nuestra guía si nos perdemos, nuestro abrazo si nos encontramos.
La madre, o mejor dicho, Madre con mayúsculas,es esa persona que parece omnipotente pero que es así para nuestro bien. Es el puerto que nos cobija cuando navegamos por los mares tormentosos de la vida, y por ahí naufragamos por nuestros caprichos de querer hacer lo que nos da la gana. Ella siempre está ahí para esperarnos. Como nos esperó aquellos 9 meses, nos acompaña hasta que se vaya o hasta nuestro último segundo. La Madre es... No alcanzan las palabras, claro que no. Probablemente el ser más importante de la creación después del propio Dios, sí, por ahí con eso resumimos todo. Bueno, me da mucho gusto que la entrada 150 de este humilde blog sea para homenajear a la más importante de las mujeres en su día. Y para saludar a la mía, Anita, ese angelito que anda flotando por ese mundo tan desconocido y a la vez tan bonito. Mi mamá que debe andar charlando hasta por los codos con mi abuela, su madre, o con mi madrina Marta, o con las señoritas Patricia y Maruca, o con mi tía de su mismo nombre, o con mi otra tía Lola. Y que seguro debe estar dirigiendo esa hermosa mirada sobre todos nosotros, sobre mí especialmente, como lo hizo (vaya si lo hizo) en los 37 años que la disfruté. Rezo en este día a la Virgen, Nuestra Madre del cielo, que la proteja y proteja y guíe a las madres del mundo, incluidas esas mujeres que lo están por ser y esas otras que hacen de la maternidad un flagelo con sus comportamientos. Justo es también pedir por aquellas mujeres violadas o las que intentan ser madres a toda costa con tratamientos y demás. A todas ellas, muy especialmente a las integrantes del cielo, un beso muy grande (como se acostumbra a una mujer), una flor y un saludo: feliz Día de la Madre.
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