Anoche fui, como cada sábado, a misa y colaboré con mucha alegría en la tradicional Colecta Más por Menos de Cáritas. Cada año, la colecta se hace dos veces , junio y septiembre, para paliar la pobreza y la marginalidad que domina muchas partes de nuestro país.
Ahora, me surge una pregunta, que sé que se cae de madura, pero se impone. ¿Por qué la pobreza en la Argentina? Si es una tierra tan rica, tan pródiga. Si éramos el famoso "granero del mundo". Por qué hay gente durmiendo en la calle, trabajando de "trapitos", comiendo la basura que los ricos dejan. Repito la pregunta: ¿por qué? Ojalá algún día la respuesta sea que no hay pobreza, esa promesa que los políticos nunca cumplen.
Anoche, luego de la misa, fui a comer fiambre a la casa de mi compañera de canto Déborah. Comimos bárbaro, la pasamos bien, había comida y bebida de sobra. Entonces, de nuevo: ¿por qué gente como nosotros tenemos para comer y beber en abundancia, que nos lo merecemos, y otros se mueren de hambre y frío? Para pensar. Pero no para aceptar.
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