La música es una real maravilla, cante quien cante, como cante, lo haga en el contexto y nivel en que lo haga. De una u otra forma, todos somos músicos. Todos llevamos la música, así sea una ama de casa mientras limpia vidrios a las 10 de la mañana, dentro de nuestra alma. La música cura, alegra, reflota, mueve, no sólo las cuerdas vocales y los pies. En este día de Santa Cecilia, que justamente es patrona de la música porque cantaba muy dulce desde su alma, quiero reivindicar este bellísimo arte, y pedirle a ella, porque antes que músico soy creyente, que nos inspire y que ayude a mejorar este feo ambiente que, lamentablemente, la rodea. La música, la mejor compañía, lo merece. Felicidades para todos.
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