Hoy es un
día especialísimo no sólo para los futboleros, sino para el país y hasta para
el universo. Diego Armando Maradona cumple 60 años, y justo en el día que
comandará a su Ginmnasia y Esgrima La Plata en la apertura de un nuevo
campeonato argentino, ante Patronato en el Bosque platense. Todo si está bien
de su contagio de coronavirus de las últimas horas. Pero más allá de la
noticia, de lo especial, de la coincidencia, algo es muy importante más allá
del aniversario: Diego es fútbol. Es la zurda, es los goles, es los geniales
tiros libres, es la gambeta, los pases filtrados, los lujos. Maradona es el gol
a Italia en el 86, el del siglo a los ingleses, el doblete a Bélgica, el pase a
Burruchaga para ganarle a Alemania el Mundial. Es el ser campeón donde fuera,
es el matarse por la Selección que hoy tantos actuales miran de reojo. Es el de
las causas nobles con el fútbol, el de las giras, el de regalos a un chico de
Costa de Marfil en el 81. Todo lo demás que se le pegue de etiqueta corre por
cuenta de quien lo hace. Porque sabido es que Diego llama a veces la atención
por otras cuestiones. Entonces, en este su cumpleaños 60, el mejor obsequio es
reivindicar su parte deportista. Maradona es el fútbol, lo otro es agregado.
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