EL ETERNO GRAN JOHAN CRUYFF

Otro grande del fútbol mundial se despidió de la cancha para siempre. Johan Cruyff, más que un futbolista una leyedna de Holanda, Ajax y el Barcelona, se fue esta madrugada a los 68 años tras una enfermedad. Un virtuoso, un goleador, un delantero, un genio, todo junto en aquel número 14 que arrasaba a sus rivales con cualquier camiseta. El abanderado de la “naranja mecánica”, como se conoció al fabuloso Holanda subcampeón del Mundial de Alemania 74, que puso en marcha una revolución llamada “fútbol total”, donde los hombres se movían por todo el campo sin posiciones fijas y sorprendían al adversario con facilidad. Pero también el gran entrenador del no menos gran Barcelona que, guiado por su estilo, ganó su primera Copa de Campeones de Europa en 1992. Y para los argentinos también dejó recuerdos, y qué recuerdos: sus goles a la Selección en el baile 4-0 de ese Mundial, donde además cambió banderines con Roberto Perfumo, también recientemente fallecido, y su negativa a viajar al de nuestro país en 1978, según contó en una entrevista porque tiempo antes había sufrido un violento secuestro en Barcelona, donde jugaba. Una de las estrella de platino de la historia de la pelota, Johan Cruyff no se fue para siempre en la memoria de quienes lo disfrutaron, a él y a sus compañeros. Como todo gran artista, su legado es eterno.