SEMANA SANTA 2016: JESÚS SE ENTREGÓ POR NUESTRO BIEN

Hoy es Viernes Santo, el día de mayor recogimiento de la Semana Santa, donde recordamos y vivimos la pasión y muerte de Jesús. Y tras haber ido nuevamente a la bonita Celebración de la Cruz, me surgen dos reflexiones. Primero, es un día de pena pero también de agradecimiento al Señor porque, al entregarse en la cruz y soportar la farsa que tuvo que soportar de parte de los romanos, nos dio la mayor bendición que haya podido pasando ese desastre con y por amor, y abriéndonos el camino a la futura salvación de nuestras almas. Y además, en el peor momento de su existencia,colgado injusta y absurdamente de la cruz, nos presentó a su madre María como nuestra Madre. Piensen ustedes, si en un momento de tanto dolor de pérdida serían capaces de semejante acto de amor. Y la otra reflexión, es que Jesús se abajó, es decir, se salió de su naturaleza divina, de su grandeza de Dios para estar con nosotros, con alegría y amor al lado de nuestras vidas. Como lo hace cada día, a pesar de que murió por nosotros y que nosotros insistimos en llenarlo de barro con nuestras malas obras. Por eso, este Viernes Santo es un día muy importante, seamos creyentes o no, porque Jesús, Dios, bajó a nosotros sin medida. Y por nuestra felicidad.