Es un día histórico, una hora histórica. Justo, quiso Dios, en este cumpleaños 2 de Así Es La Vida. Argentina, el deporte argentino, alguna vez allá abajo, hoy vuelve a lucir brillante su gloria y su rica historia. Gracias a este excelente Federico Delbonis, este pibe que nunca olvidará este día, el equipo de Daniel Orsanic acaba de ganar la Copa Davis por primera vez en más de 100 años de vida. Por fin se cortó la racha negra, tenía que darse. Y se dio ante un fuerte Croacia y nada menos que de visitante, con marcador abajo, con la presión de vencer los singles de hoy para dar vuelta la derrota de ayer en el dobles.
Estupendo lo de Delbonis, que el viernes casi le gana a Cilic, el 1 de ellos, y ahora barrió a este potente, grandote Ivo Carlovic nada menos que en tres sets, como si fuera tan débil: 6-3, 6-4 y 6-2. Así de simple, contundente, brillante. Probablemente es el día más glorioso del deporte argentino en 30 años, tras el título del Mundial 86, es una apreciación mía así nomás, y eso que ganamos cosas, este año los Leones del hóckey, por ejemplo, pero no de esta magnitud. Ganar la Davis, ese torneo tan nuestro, a pesar de que recién hoy se consigue, es ser campeón del Mundial de fútbol. Ese equipo argentino, equipo en serio, lo consiguió. Ese equipo que, dos años atrás, zafaba de bajar a la pobre Zona Americana. Hoy disfruta el éxito más grande. Sin olvidar de todos los que hicieron grande al tenis, desde el glorioso Guillermo Vilas hasta hoy, la raqueta argenta es campeona. Gracias Diego Maradona, que lo festejó con alma de niño de tribuna. Gracias Así Es La Vida, que trajo suerte. Y gracias a Dios, que produjo, como siempre Él, la felicidad. ¡Somos campeones del mundo, carajo! Felicidades Argentina mía, te lo merecés.
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