Cuando uno escucha la palabra descanso, se le viene a la cabeza acostarse, sentarse, no hacer nada, y si no dormir. Pero el verdadero descanso no es el del cuerpo, aunque éste no deja de ser importante, sino el de la mente. Porque somos cuerpo y mente, pero ésta es la que mueve a aquél. Por eso es tan importante estar bien mentalmente. Y por eso uno, aunque duerma bien, puede estar cansado, estresado. Porque no le da al cerebro el descanso. Tranquilidad interna y externa, vivir un poco la vida, sin horarios, sin presiones, sin zozobras, hablar de otras cosas. Increíble que a veces voy a reuniones o cumpleaños y en vez de charlar de trivialidades, como debería ser en una fiesta, se habla de líos. Bueno, ése es un ejemplo de cómo no reposamos por dentro. Si lo pensamos y lo ponemos en práctica, no sólo vamos a estar muy probablemente menos cansados. Más aún, estaremos realmente descansados.
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