miércoles, 22 de mayo de 2019

"YO NO TE CONOZCO, NO EXISTÍS"

Otra reflexión de las que me surgen permanentemente gracias a esta insociedad argentina que tengo que pisar. Más que sabido es que los argentinos solemos ser egoístas, cerrados, no gustamos de la inclusión, todo lo contrario, cuanta más grieta mejor. Justamente, es la enfermedad que a esta sociedad la ataca y por ende al país, porque sigo sosteniendo que cuando seamos mejores, seremos potencia mundial. Pero no nos importa nada de la vida del otro. ¿Por qué? Porque, sostengo, el pensamiento de la mayoría, casi instintivo, es que como no conocemos al otro, éste no es nadie. Mirá si yo voy a preocuparme por Fulano, si no es mi hermano, mi sobrino. Hasta está esa maldita frase "¿quién es Fulano?", incluso con ese tono tan asquerosamente despreciativo. Entonces es lógico que si el otro para nosotros no existe, ni nos mosqueamos en acercarnos a él, a su vida, a su inquietud. Me pasa a mí con mi condición, como conté el otro día, le pasa a una señora mayor, le pasa a alguien con depresión. Le pasa a alguien que intenta a duras penas entrar a un grupo. Vaya si le pasa al extranjero, cuántas pavadas se habla sobre ellos y cuánto se los prejuzga. Si no te conozco, no sos nadie. Entonces, para qué voy a ayudarte. Claro como el agua. Como la insociedad.

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