Esa gloriosa primera década 80 iba con mis viejos a Escobar, esa hermosa localidad a kilómetros del centro de Buenos Aires, conocida por su Fiesta de la Flor y sus espacios de recreación y gastronomía, por ejemplo Temaiquén. Pero aquí detallo cómo entre 1982 y 1985, entre mis 9 y 12 añitos, viví aquellos viajes bajo, generalmente, un radiante domingo de sol.
VIVERO SAWATANI
El hermoso y amplio vivero de Escobar, una excursión inolvidable. Me gustaba recorrer el lugar con techo transparente que dejaba pasar la luz solar, viendo las distintas clases de plantas y flores que tenían un cartel con su nombre y especificaciones. Allí compramos una tarde el recordado sauce eléctrico que adornó el fondo de mi casa natal de Ramón Castro por años. El vivero formaba parte de esa preciosa zona del restaurante Don Pedro y la hostería El Cazador. Un paseo increíble.
Don Pedro
Un típico restaurante de la zona, cuya especialidad era el pollo al barro que comimos. En general no me gustó.
Hostería El Cazador
Un amplio local con grandes ventanales que dejaban entrar el sol, rodeado de arboleda y naturaleza en una zona agreste. Tenía platos con el logotipo del restaurante. Allí almorcé una vez cuando fui con mi abuelo, mi abuela y su amiga Porota Alsogaray, con quien esa vez me reí como loco.
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