En una nueva salida a disfrutar la vida que Dios nos regala, tuve el altísimo privilegio de presenciar este sábado por la noche al maestro Mario Marzán, eximio y legendario pianista de dilatada trayectoria en TV, con Gerardo Sofovich y Susana Giménez entre otros. Si bien no es mi estilo de música, es un placer enorme escuchar algo fino, prolijo, serio y a la vez divertido. Como decía Clemente, un cacho de cultura. Un cacho bien grande, porque el maestro me y nos deleitó en el Bar Santa Paula de Florida, el mismo lugar donde un tal Diego Yamus tocó tiempo atrás.
Primero el veterano genio hizo un popurrí de música europea, haciendo un tour imaginario con melodía italiana, española de varias regiones, francesa, alemana, austríaca, polaca con obras de Chopin, la excelente rusa y la bellísima griega. Y luego se mandó unos buenos tangos, invitando a cantantes que subyugaron al mucho público presente en el precioso barcito. Y más tarde, otros intérpretes hicieron canciones de ópera italiana, una exqisitez. Y el cierre a todo dar con la Marcha del Progreso, la de "Febo Asoma", que hizo explotar a la gente. Todo matizado, eso sí, por la charla y la simpatía sin límites del maestro, quien luego me saludó a mi pedido y conocí un tipo de lo más humilde y accesible. Es como digo siempre, primero sé buena persona y después, si tenés tiempo, buen músico. El maestro Marzán nos regaló una noche de puro lujo. Placer, cultura, decencia, simpatía. Maestro en todo.
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