sábado, 4 de julio de 2015

SELECCIÓN ARGENTINA: 22 AÑOS SIN ALEGRÍAS




Video de aquella última victoria argentina ante México en 1993.

Y la racha negativa sigue. Nuestra amada Selección Argentina de fútbol, uno de nuestros emblemas, continúa sin ganar un título internacional desde hace exactamente 22 años, desde aquella fría tarde del 4 de julio de 1993 en Guayaquil, Ecuador, cuando el gran equipo de Alfio Basile y con los dos goles inolvidables de Gabriel Batistuta derrotó 2 a 1 a México y se consagró campeón por segunda vez consecutiva de la Copa América, encuentro que además fue parte del famoso invicto de 33 partidos sin perder. Esta vez Argentina perdió ante Chile en ese país la final de otra Copa América, empatando 0 a 0 y cayendo 4 a 1 por tiros desde el punto del penal. El conjunto de Gerardo Martino, Lionel Messi, Javier Mascherano y compañía no pudo cortar la sequía de alegrías, paradójicamente a casi un año de la derrota en la final del Mundial Brasil 2014 con Alemania 0-1 en tiempo suplementario. Una sequía de 22 años que lamentablemente ya es una costumbre, como las finales perdidas de América con Brasil en 2004 y 2007, la de la Copa Confederaciones con el mismo Brasil en 2005 y éstas dos, sumadas a las frustraciones de los últimos 7 Mundiales, desde el triunfo de México 1986, del que van a cumplirse ya 30 años en 2016.

Y pensar que por aquel tiempo, pleno invierno de 1993, Argentina jugaba esa Copa América envuelto en polémicas futbolísticas, con la ausencia de Diego Maradona y su larga novela con Basile, con un equipo que a pesar del invicto y de incluso haber ganado la Copa Rey Fahd (actual Confederaciones) de 1992 era más noticia por su juego mediano que por uno muy bueno. Y no había mucha expectativa, y tampoco hubo un gran festejo cuando se ganó la Copa en esa inolvidable final con México, luego de una primera fase donde la Selección venció a Bolivia (1-0, Batistuta), empató con el mismo México 1-1 (ruggeri) y con Colombia 1-1 (Simeone), para luego eliminar en imborrables definiciones a Brasil en cuartos de final (1-1 y 6-5 por tiros desde el punto del penal, Leonardo Rodríguez, donde el gran Sergio Goycochea le atajó el remate decisivo a Marco Antonio Boiadeiro) y a Colombia en las semifinales (0-0 y nuevamente 6-5, con otra atajada de Goycochea, en este caso a Aristizábal). Y después el gran triunfo contra México ya contado. Después vinieron las dramáticas eliminatorias, el 0-5 con Colombia, la vuelta de Maradona y la dramática clasificación ante Australia. Esa Copa América 1993 quedó en la mente de pocos, un título más, nada más que eso. Sin embargo, desde ese momento extrañamos levantar una Copa como lo hizo Oscar Ruggeri en la anterior en 1991 y en 1993. Pasaron Copas América, Copas Confederaciones y Mundiales, y siempre, por una u otra razón, nos quedamos antes o perdimos el máximo trofeo. Aquellos festejos del 86 y 93, incluso la salida a la calle de la gente tras el subcampeonato del Mundial de Italia en 1990, son recuerdos lejanos y al mismo tiempo cercanos, porque por el momento nos tenemos que quedar con ellos. Así que, a pesar de nuestros grandes jugadores y técnicos, la racha negativa sigue. Y tendremos que seguir alentando a la amadísima celeste y blanca con esa famosa canción: "Volveremos volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones como en el 86". O, mejor aún, como en el 93.

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