viernes, 24 de mayo de 2019

HISTORIAS DE INFANCIA: DEPORTES CON MIS DEDOS

Que el fútbol era mi pasión ya de chiquito, no es noticia. Pero el fútbol, y el deporte, me atrapaban de tal modo que los canalizaba de las formas más locas. Como relatar partidos imaginarios imitando a algún narrador. O como la que cuento hoy: hacer deporte con mis dedos.

En efecto, solía jugar fútbol y otros deportes con los dedos, usando cada uno como parte del juego. Por ejemplo, el índice y mayor eran las piernas de un jugador, y ambos encogidos con el pulgar simulaban la pelota. El pulgar también asemejaba un brazo o una mano. Eso en fútbol, porque después se me ocurrió extenderlo a tenis, vóley, atletismo y hasta en los viajes de vacaciones ciclismo, moviendo el índice y mayor como las piernas pedaleando. También andaba en auto, pero claro, eso es otro capítulo, los autitos, el rally. No sólo hacía deporte con el cuerpo, también con los dedos. Y la verdad, hacía bien al físico igual.

CORTE DE UÑAS EN COLECTIVO

Mi capacidad de asombro se ve rebasada todo el tiempo ante la sociedad (o insociedad como escribo siempre) nuestra de cada día. Hace más o menos 40 años que viajo en colectivo. No recuerdo algo como lo que vi y escuché hoy. Alguien, probablemente una mujer, se estaba cortando las uñas con algún elemento apropiado en pleno ómnibus. Es decir, a nadie le importa nada de nada, ya veo que un día alguno (o alguna) se va a cambiar de ropa en el colectivo. Y yo, inocentón, que creía que las peleas por Whatsapp o esas charlas de tono subido que todo el pasaje escucha eran todo. Está bien, es curioso y punto, nada terrible, pero seguimos tornando hacia el desorden puro. Y en colectivo, ni hablar.

miércoles, 22 de mayo de 2019

RUSOS TOMANDO HELADO EN MOSCÚ

Con estos primeros fríos argentinos, recuerdo lo loquísimo que alguna vez, años atrás, un noticiero de TV mostró. Sabemos que Rusia y sus aledaños, la zona de la ex Unión Soviética, Asia central, es una región tremendamente fría, helada, hipotérmica. Si hace 10 bajo cero en invierno, equivale a 4 grados de acá más o menos, un clima más o menos benévolo de invierno. Sin embargo, la tele mostraba a rusos disfrutando rico helado en plena Moscú invadida por la nieve. Está bien, el helado es un postre. Pero no sé si yo, aún goloso, me atrevería a un heladito con 10 bajo cero. O a un café con leche con tostadas en el desierto del Sahara, por decir lo contrario. Y bueno, ellos, los rusos, lo hicieron. La verdad, hay que ser frío para hacerlo.

"YO NO TE CONOZCO, NO EXISTÍS"

Otra reflexión de las que me surgen permanentemente gracias a esta insociedad argentina que tengo que pisar. Más que sabido es que los argentinos solemos ser egoístas, cerrados, no gustamos de la inclusión, todo lo contrario, cuanta más grieta mejor. Justamente, es la enfermedad que a esta sociedad la ataca y por ende al país, porque sigo sosteniendo que cuando seamos mejores, seremos potencia mundial. Pero no nos importa nada de la vida del otro. ¿Por qué? Porque, sostengo, el pensamiento de la mayoría, casi instintivo, es que como no conocemos al otro, éste no es nadie. Mirá si yo voy a preocuparme por Fulano, si no es mi hermano, mi sobrino. Hasta está esa maldita frase "¿quién es Fulano?", incluso con ese tono tan asquerosamente despreciativo. Entonces es lógico que si el otro para nosotros no existe, ni nos mosqueamos en acercarnos a él, a su vida, a su inquietud. Me pasa a mí con mi condición, como conté el otro día, le pasa a una señora mayor, le pasa a alguien con depresión. Le pasa a alguien que intenta a duras penas entrar a un grupo. Vaya si le pasa al extranjero, cuántas pavadas se habla sobre ellos y cuánto se los prejuzga. Si no te conozco, no sos nadie. Entonces, para qué voy a ayudarte. Claro como el agua. Como la insociedad.

sábado, 18 de mayo de 2019

SI SOS BUEN DIRIGENTE, NO TE HACE FALTA TRAMOYAS

Los políticos se desgañitan, si es que lo hacen, con cómo sacar mejores números en las próximas elecciones a presidente. Ni piensan en si vos llegás a fin de mes o no, si estás seguro en la calle, si tu gobernante es honesto, te representa, te cuida, te hace bien. No. Piensan en la encuestita. En el compañerito ideal de banco. En los de fórmula. En los de lista, aunque estén procesados. Aunque, peor, no sepan nada de nada. Quien escribe puede integrar perfectamente una lista, por unos mangos o porque lo convencen con un chori (!qué rico", me encantaría…). Señores, en serio: si son buenos dirigentes, buenas personas, honradas de verdad, no honradas de mentirita, no necesitan estas estupideces, estos disparates de que antes yo te pegaba y ahora voy a muerte con vos. Ni nada de lo que los argentinos solemos ver con el correr de los años. Si sos bueno, serás apreciado, elegido y si salís votado, gobernarás bien. Pero ellos insisten en las tramoyas de turno. Por eso seguimos pasando las décadas con estos señores y sus cosillas.

POLÍTICOS, LOS SEÑORES VELETA

Una veleta es un sencillo instrumento que con sólo posarlo sobre una superficie apropiada marca la dirección del viento. Pero ahora para eso están estos señoritos políticos. Son los "señores veleta". Van para donde sopla el aire. Como hoy, después del anuncio de la inexplicable fórmula presidencial para las elecciones de Cristina Kirchner con Alberto Fernández. Cada uno va para donde le conviene. Alberto, ex jefe de gabinete de los Kirchner, no quería saber nada con la ex presidenta cuando ésta dejó en 2015. Ni con el espacio de la misma. Ahora, ahí los tienen. No hay tipo que quiera hacer las cosas bien, buscar lo mejor para la gente, todos buscan sumar cinco puntos con este o cuatro con aquél. Y bueno chicos, habrá que hacer como yo en 2003, que como no confiaba en los Kirchner pero tampoco quería a Carlos Menem 3 voté al socialista desconocido Alfredo Bravo. Aunque saque el uno por ciento, mi candidato será el menos malo.

viernes, 17 de mayo de 2019

HISTORIAS DE INFANCIA: VIAJE EN AUTO A INDONESIA

En 1983, en el quinto grado de mi Colegio San Antonio apareció Alejandro Suárez, un desconocido nuevo que luego sería uno de mis mejores compañeros y amigos de la niñez, y eso que lo vi un solo año hasta que se fue a Morón. Venía muy seguido a casa o yo iba a la suya a dos cuadras de la mía, siempre sobre la gloriosa calle Ramón Castro de mi Carapachay. En uno de esos sábados a la tarde de sol y pura diversión e inocencia, me subí con el rubio alto al Peugeot 504 celeste de mi papá. Ale se puso de acompañante y yo al volante, e hice como que manejaba, típica de mi infancia. Y tenía la fantasía, no sé de dónde la conocí, de ir a Indonesia, allá en el sudeste asiático. Pues bien, le dije a Ale de ir a Indonesia en el 504, él estuvo de acuerdo y acotó: "Sí, si vas rápido, en unas horas llegamos a Indonesia…".

HIMNO, ODISEA EN EL 314 Y LA MAESTRA: QUÉ SEMANITA...

Leyendo el blog de paso en mis últimas entradas, estoy viendo que la insociedad se despachó a gusto esta semana. Lo de los de Vélez insultando a Mauro Zárate durante el himno, la odisea que les relaté más abajo en el colectivo 314, la chica que no me quiso ayudar y esto de la maestra y su bulling. Completito, insociedad. Habrá, seguro, más para este boletín. Lamentable y vergonzosamente.

VERGÜENZA: MAESTRA SE BURLA DE UN NENE

Yo no sé de qué me quejo, hay cosas mucho, mucho más graves. Gravísimas. Hoy me entero, por si hace falta saber de la insociedad nuestra de cada día, que en un jardín de infantes de Tucumán una maestra se burló de un nene de 4 años en la clase. Resulta que esta semana Atlético Tucumán se clasificó para las semifinales de la Copa de la Superliga de fútbol. Y la docente es hincha de Atlético, mientras el chiquito al parecer es de San Martín, el acérrimo rival, que hace poco se fue a la b como conté. La tipa pidió un aplauso para Atlético y los alumnos le hicieron caso, pobrecitos sin saber de su locura. Y luego se dirigió al nene pidiéndole que hiciera lo mismo. Encima, tuvo la desfachatez de GRABAR la escena y SUBIRLA a las redes sociales. Gracias a Dios y a la Virgen, protectora de los pequeños, fue separada de su trabajo.

Ahora, hasta dónde nos baña la porquería humana que a nuestros niños los ensuciamos con esta grieta de mierda (perdón pero es la palabra), encima con este fútbol de locos. Hasta dónde somos la miseria que somos, y no nos arrepentimos, al contrario, cada vez más. Como esa chica que no me quiso ayudar el otro día. Después echémosle la culpa a la economía, o, como se hace siempre, a la estúpida frase "y, Dios es injusto con nosotros". Más justo que Dios, protector de aquellos que quieren (queremos) vivir en un mundo, en un país, no en un tacho de desperdicios.

Vean el vergonzoso video:



jueves, 16 de mayo de 2019

"NO TE PUEDO AYUDAR, LLEGO TARDE AL TRABAJO"

Cuando me perdí en el viaje de vuelta de la línea 314 (ver abajo), me encontré a seis cuadras de donde debía bajar para volver a mi casa. Empecé a caminar y me perdí. Enseguida y con desesperación, piensen en una persona con discapacidad, grité que alguien me ayudara. De la vereda de enfrente una chica contestó "no te puedo ayudar". Con fastidio le pregunté por qué. Me respondió alegremente "porque llego tarde al trabajo".

MI NUEVA ODISEA EN EL 314

Siguiendo con la insociedad, sigo con mis amigos tan queridos los choferes de colectivos, especialmente los de la línea 314 que cubre buena parte de la zona de Vicente López. Ya había contado varias duras, pero ayer al mediodía tuve otra real odisea. Ya arranqué mal a la ida cuando me dejó media cuadra más adelante del lugar donde debía ir. A mí me dejaste media cuadra menos y me fui a cualquier lado. Pero peor, y vergonzoso, fue la vuelta, cuando me bajó a más de cinco, en cualquier lado donde quiso, un tipo que venía paveando con el maldito celular y con una chica acompañante, que lo tenía bastante entretenido con charla, cuando lo único que debe hacer es estar atento a su tarea. Me perdí, grité pidiendo ayuda, no salía nadie, una mujer que no quios ayudar (ver más arriba), al final el destino de Dios que me guía hizo que un señor saliera de su casa al escuchar mi basstón, se compadeció de mí y me acompañó a mi casa. El chofer, su amigovia, siguieron viaje alegremente. La que tenía que laburar, ni hablar. Nada, chicos, es la síntesis perfecta de la Argentina de hoy, que jamás me cansaré de criticar y denunciar. Porque estos tipos, porque así se los llama, deben ser denunciados.

Ah, a la chica acompañante: corazón, el asiento donde te sentaste es para discapacitados y embarazadas, no para que vos boludees con tu amiguito. Felicidades.

lunes, 13 de mayo de 2019

EL HIMNO, SIEMPRE PISOTEADO

Lo que pasó ayer en cancha de Vélez con el himno nacional (ver abajo) no es la primera falta de respeto a nuestro himno. En mi opinión, ponerlo en un partido de fútbol ya es una pequeña irreverencia. Y peor aún, por más tribunero y emotivo que sea, es esto de corearlo como si fuera cantito de cancha. Eso que inventaron los Pumas, la selección de rugby, allá por el Mundial de 2007 en que fueron terceros. Y que la sociedad inculta que tenemos siguió y adoptó como marca registrada, casi obligatoria, en cada presentación de un equipo deportivo argentino. El himno lo compusieron Vicente López y Blas Parera no para la cancha, no para alentar a la Selección, encima esta paupérrima Selección, sino para enaltecer los actos patrios y otros de muchísima más importancia que un partidito con una pelota en un campito. Ah: ni hablemos de quién lo canta, no sea que ahora elijan a alguna estrellita errante de TV para hacerlo en lugar de Sandra Mihanovich. O elijan a un cumbiero, con respeto a la cumbia aunque no me guste. Si nos diéramos cuenta de cómo el himno es pisoteado…

domingo, 12 de mayo de 2019

HINCHAS INSULTAN DURANTE EL HIMNO



Video: La grave falta de respeto con nuestro himno

Este sábado 11 de mayo, el Himno Nacional Argentino cumplió un nuevo aniversario de su creación en 1813, por lo que con justicia se lo pasó en cada estadio nacional. Por desgracia, y conforme a esta parte enferma de la sociedad, el glorioso himno recibió de regalo la falta de respeto que tantas veces lo arruina.

Antes del encuentro entre el local Vélez Sarsfield y Boca por la Copa de la Superliga, durante la ejecución de la canción patria, la hinchada velezana, que había empezado su show de insultos contra la presencia (desafortunada) de su ex ídolo Mauro Zárate, continuó insultando y gritando cantos contra el delantero. Fue realmente triste, doloroso, escuchar semejante irrespetuosidad. Escuchar cómo un grupo de incultos destrozó tanta cultura. Tan incultos que prefieren más a su club de fútbol que a su país, el país que habitan.

THÉO, OTRO ZIDANE PARA FRANCIA

No es para extrañarse que Zinedine Zidane, uno de los mejores futbolistas de la historia, tenga entre sus cuatro hijos a prometedores jugadores. Y todos, claro, de la cantera de su Real Madrid. El primero fue Enzo, actualmente con 24 años en el Majadaonda de la segunda división de España. Luego apareció en la escena Luca, que con 21 ya es arquero alterno del merengue, incluso jugó para los Bleus el anterior Mundial Sub 20 en Corea del Sur y ganó el Europeo de 2018. Y ahora…

Ahora parece ser la hora de Théo, el tercero de los cuatro varones del matrimonio de "Zizou" con la modelo Veronique Lentisco Fernández. El mediocampista nació el 18 de mayo de 2002, es decir que el próximo sábado cumplirá 17 años, y es integrante de la selección francesa que este domingo se convirtió en la primera clasificada al Mundial que se jugará en Noviembre en Brasil. Théo no es titular aún como su padre o sus hermanos, ha ingresado en algunos segundos tiempos del equipo que dirige Jacques Giuntini.

El cuarto de la familia es Élyaz, de 13 años y medio y de nombre probablemente argelino, la descendencia del astro de la Juventus y el Real, campeón con su país en el Mundial de 1998 y de la Eurocopa de 2000, aparte de varias Champions League como jugador y recientemente como entrenador. Por el momento, Théo es el nuevo Zidane de Francia.

viernes, 10 de mayo de 2019

HISTORIAS DE INFANCIA: TOALLERO DE ESPEJO

En mi increíblemente bella infancia yo vivía cosas también increíbles. Nada comunes para un chico cualquiera de esa edad. Como lo que conté de leer el diccionario, o del futsal en el garage de mi madrina. O como la pequeña historia de hoy. Tan pequeña como un simple toallero en forma de triángulo que teníamos en el baño de la planta alta de casa, en mi Carapachay. Una tarde ahí en el baño, mirando el toallero, vi justo mi cara y parte del cuerpo, y de fondo el resto del lugar. Tanto me gustó la "postal" que las siguientes veces que iba, me tomaba el tiempo para volverme a mirar en el toallero y ver la particular imagen. Parecía como si yo estuviera en una sala, un vestuario. Lindísimo.

ALFARO EN BOCA ES UNA SORPRESA

Nadie lo hubiera pensado, menos cuando arrancó dubitativo, con alguna derrota, con líos de formaciones. Este Boca de Gustavo Alfaro es una máquina. Y no es sorpresa, si tiene a monstruos en su plantel. Pero su técnico sí. Un entrenador de larga trayectoria, interesante pensar, trabajo, pero que hasta aquí no había conseguido buenos resultados con el único grande (San Lorenzo 2005) con el que había estado. Por eso todos éramos escépticos de cómo le iría. Más con la polémica sobre quién lo quiso, quién no y demás. Y más cuando perdió con Atlético Tucumán y se quedó sin título local 2019. Sin embargo, empezó a ganar, golear y, también, gustar. Y a no recibir tantos goles, ese talón de Aquiles que tenía, en su arco. Cuando muchos no le daban crédito, el ex Atlético Rafaela hace maravillas con el siempre superexigente xeneize. Todo un mérito, y aunque lo de ahora no tapa su éxito anterior, seguro que lo pone bien alto. Como su Boca de este presente.

UNA VEZ POR SEMANA ES TAN POCO...

Los martes jugamos al fútbol 5 a la noche. Los viernes comemos pizza ahí en la esquina los cuatro o cinco que somos del colegio. Los sábados tenemos clase de canto y la pasamos bomba. Los domingos vamos a ver a X equipo a la cancha. Y disfrutamos, claro que sí. Pero, me pasa, no nos alcanza. Nos invade una mezcla de sensaciones rara, de felicidad pero querer más, de lindo pero qué lástima, de ese inconformismo tan argentino. Porque, claro, cada linda cosa de la vida que vivimos una vez a la semana parece chiquita, perdida, como que nos deja con hambre de mucho más. Y sí, una vez cada siete días, un par de horitas cada 168, parece que no pero es muy poco. Y hasta el próximo encuentro semanal, pareciera que falta un año y medio. Es así. Y bueno, al menos, lo tenemos. Por eso hay que vivirlo con todo, porque dura poco, pero vuelve. Aunque sea una vez a la semana.