martes, 8 de diciembre de 2015

LA VIRGEN, ESA GRAN MAMÁ

Una mamá como todas, con la gran diferencia de no tener pecado. Simple y sencillamente, así es la Virgen María, mucho más que la Madre del Cielo y la Madre de Dios, a quien hoy agasajamos en el Día de su Inmaculada Concepción.

Es que Ella está siempre con nosotros y en todas nuestras cosas, no solamente en las estrictamente religiosas. Tal como una madre, tiene esa ternura, bondad, sencillez, alegría, dulzura espiritual y compañía que sólo las madres saben tener. Así nos cuida y guía en este mundo cada vez más loco, por lo menos esa es mi experiencia personal, yo me siento muy protegido por Ella, como si fuera su hijo biológico. Por eso, quienes aún no se han acercado a su calorcito de mamá, no tengan miedo de hacerlo, pues Ella los recibirá con el mismo amor que a los que sí la amamos y veneramos permanentemente.

Entonces, mirémosla en este 8 de diciembre como mucho más que la Madre del Cielo y de Dios. Mirémosla como una mamá, con (repito) la gran diferencia de no tener pecado. Por lo demás, hasta en las vicisitudes de la vida es igual a nosotros. Saludos a todos los católicos que leen esta entrada y este humilde blog creado por Ella. Y, también, a los que no creen o, como me ha pasado, ni saben que la tienen. Ella vela por todos sus hijos, Ella está siempre a su ladito.

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