jueves, 5 de octubre de 2017

QUÉ LINDO VIVIR RODEADO DE BUENA GENTE

Siempre escribo sobre las relaciones entre las personas, tan pero tan complicadas, más difíciles que matemática avanzada. Generalmente te dicen que si te va mal con la gente, vos tenés parte de culpa, por ser demandante, posesivo, de carácter, imponedor, mala onda. Eso es cierto. Pero, también, está la otra parte. La gente, en mi opinión, es cada día más difícil de tratar. Entonces los roces abundan más de lo esperado, y así vemos lo que vemos, familias, parejas, grupos de amigos. Ni hace falta decir que me incluyo.

Yo creo que buena parte de una relación sólida tiene que ver con quién está alrededor de uno. Me ha pasado estar con gente muy mala, embustera, traidora, falsa. Pero, por obra del Señor, me viene tocando gente muy buena a mi alrededor. Entonces las cosas me van bien, me siento amado, y si algo anda mal, no tengo excusas, soy yo el responsable. Bueno, ése es el tema: qué lindo, placentero, fácil vivir rodeado de gente de buenas actitudes, generosa, sincera. Como dice el refrán, dime con quién andas y te diré quién eres.

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