Una especialidad de Así Es La Vida es acordarse de los seres queridos en fechas importantes. Y la Virgen, nuestra mamá del cielo, es uno de los grandes seres queridos. Por lo que este 11, día de la advocación de Nuestra Señora de Lourdes, la saludamos y le agradecemos con muchísima alegría y amor por todo lo que nos ha dado. O, mejor dicho, sólo por haber decidido ser Nuestra Madre, encima en el peor momento de su vida, la muerte de su Hijo Jesús. Y eso que nosotros nos portamos como niños malcriados con Ella, abusamos de su gentileza, hacemos nuestras locuras, no le hacemos caso. Pero así como nosotros nos portamos como niños, Ella nos ama con amor de mamá.
Y realmente, aparte de agradecerle tanto amor y mostrarle nuestra felicidad por ser sus hijos, tenemos que aprovechar y pedirle, que Ella nunca se cansa, sólo necesita que la tengamos en nuestro corazón. Creo que lo más importante, si bien todos los pedidos para Ella son importantes, es suplicarle que llene a este mundo material, loco, descarnado, hipócrita de espiritualidad. Y cuando digo espiritualidad no estoy hablando de los curas o las monjas, eso es un diez por ciento de la vida de fe. Estoy hablando de valores, de amor real, de ayuda al prójimo, de desprenderse del pecado, de dar testimonio de fe con el ejemplo diario, sin hacer cosas grandilocuentes. Este planeta Tierra cada segundo más caótico está enfermo de falta de moral, ética, espíritu, amor. Ahora, el último celular o la ropa de moda sí la tiene y en cantidades. Por supuesto, no soy necio de negar que eso tiene su importancia, “no podemos andar desnudos por la calle” como decía mamá Anita. Pero que eso no nos corra del eje de lo más importante, que es el alma. La Virgen se encarga y encargará siempre de guiarnos este y todos los días de nuestra vida. Pongamos todo en sus manos que Ella lo recibirá con alegría. Saludos a los católicos del blog y a los que no creen, que Ella los bendiga. Porque María es la Madre de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario