Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
viernes, 15 de abril de 2016
RECORDANDO EL 86: rally, 30 años de mi pasión
Regalo de Así Es La Vida: video genial del Rally Argentina
Ese dorado 86 de mis 13 años me apasioné por el rally, esa genial especialidad del automovilismo, primero cuando lo conocí en aquel gran libro La Carrera Interminable y, un par de meses más tarde, cuando lo veía los domingos a la noche en el recordado programa de ATC Coche a la Vista. De a poco esta espectacular variante de las 4 ruedas ocupó y marcó mi vida, tanto al verlo en TV o en la gloriosa Corsa como después con mis dibujos en la Carpeta de Dibujo Libre. Y en cada momento del día, porque hablaba de eso o lo mencionaba. Me fascinaba no sólo la competencia en sí, su forma de disputa y el trabajo de los binomios, sino aún más los autos, su colorido, su publicidad, sus maniobras y algunos increíbles lugares donde corrían, como montañas o la nieve. Y fui conociendo los pilotos y sus máquinas, tanto los del mundial como el nacional. Así el rally fue sin duda el sello que identificó este comienzo de adolescencia.
RECORDANDO A FONDO
EL COMIENZO
El gran gusto mío del 86 nació en aquel gran libro La Carrera Interminable, de la genial colección Elige Tu Propia Aventura y que fue uno de los regalos de Navidad 85. Allí describía las historias de un duro rally raid por Africa, donde uno sufría mil penurias más allá de la competencia: accidentes, animales peligrosos, guerrillas, etc. Todas me atraparon como nunca y marcaron el verano y todo el año.
PARÍS-DAKAR 86
Ese enero, ya en Pinamar, seguí por primera vez con atención el París-Dakar, sobre todo en El Gráfico, como una noche en lo de MI MADRINA Marta que leía sobre la muerte de Thierry Sabine, el organizador de la carrera. Ese mismo ejemplar me atrapó mucho, ya que se hacía gran foco en lo peligroso de la prueba con otros accidentes y desventuras: el atropello del japonés Kaneko, el incendio del francés Pescarolo o una detención del italiano Picco en pleno desierto. Por supuesto también vi al ganador, René Metge, en una linda imagen. Y lo comentaba con MI HERMANO Leo, que tan apasionado de las motos dijo “yo voy a ser el primer argentino que corra y gane”.
COMIENZA EL RALLY MUNDIAL
Pero con el mundial recién me enganché a comienzos de marzo con ese accidentado de Portugal. Desde allí lo vi y grabé en Coche a la Vista y lo seguí en la Corsa.
COCHE A LA VISTA
El fabuloso programa de ATC los domingos a las 20 fue el epicentro de mi pasión por los autos. Sobre todo porque al comienzo pasaban rally, que grababa siempre con la video Panasonic G9. Y así se pasaba rápido aquella hora semanal que conducían Raúl Barceló y el genial Héctor Acosta, relator mucho tiempo de carreras. Coche a la Vista, que ya a fines del 85 me atrapaba, me deleitó durante dos años.
CORSA
La revista de autos no podía faltar este año. Como me gustaba tanto el rally y me acordaba que existía, se me ocurrió comprarla; así cada tanto lo hacía al diariero que venía todas las noches a casa. Y antes de ir al colegio o al volver, me devoraba el rally mundial con Biasion, Alen, Kankkunen y Recalde, o el rally argentino. Y recortaba alguna foto y la ponía en la Carpeta de Dibujo Libre. Espectacular...
RALLY DE PORTUGAL
Este fue el primero que recuerdo, con el trágico atropello del Ford del portugués Santos que vi en ATC y el retiro de los pilotos más importantes. Los demás quisieron seguir, lo que Corsa criticó como “la decisión más irrisoria”. Pero para mí fue un buen recuerdo por la victoria de un Renault.
SEPARADORES DEL COLEGIO
Las recordadas carátulas blancas separadoras para cada materia del Güemes, que tenían un espacio para el nombre de cada una y, algo increíble, para el de la profesora. Pero lo que los distinguió fueron sin duda las IMAGENES DE RALLY; recuerdo el 205 de Reutemann y el Audi de Wiedner.
SAFARI RALLY DE KENYA
En abril se corrió el Safari, con la imagen del Toyota blanco y rojo de Waldegaard entre las jirafas y otros animales exóticos. Más adelante, recorté de la Corsa la foto de Lars Erik Torph y la puse en la Carpeta porque era muy parecido de cara a mi amigo Claudio Rynka...
CARPETA DE DIBUJO LIBRE
La inolvidable Carpeta que aquel abril se me ocurrió hacer para canalizar más aún las 4 ruedas. A pesar de eso, se llamó “de Dibujo Libre”, un título acorde a la inocencia de entonces. Al principio escribía todo con azul, pero luego no sólo dibujaba y pintaba mi rally imaginario sino que la adornaba con las mejores fotos de Corsa, imitando las imágenes de los separadores de materias del colegio; la primera fue la del Fiat Uno de Giovanni Del Zoppo.
RALLY NACIONAL
Al mismo tiempo me deleitaba el campeonato nacional, las carreras en el interior con las Clases 3, 2 y 1 y los ases de entonces: Gabriel Raies, imbatible de la 3 con su Renault 18; Jorge Bescham, campeón de la 2 con el 128 Súper Europa 1.5; Ernesto Soto con su 18, Miguel Torrás y Mario Stillo con los Renault 12, y otros menos conocidos: Pancello, Foche, Lonati, Díaz Mayer (con 18), Germani y Bassi (504), Altamirano, Maineri y Mastromarino (Gacel), Tubal y Badra (128 1.3), Rudy Trossero (ganador de la 1 con su 128 1.1, Hugo Rosso (128 1.1) y Pirles con el 147. Varios de ellos también participaron en Argentina. Buenas carreras (algunas de larga trayectoria como San Luis o la Vuelta de la Manzana), lindos paisajes y varias historias.
RALLY DE CÓRCEGA
En mayo vi el superclásico del Mundial por los caminos de asfalto. Y claro, como era en Francia, me regocijé con los Renault que ocuparon las primeras posiciones. Aparte supe lo que pasó con Toivonen en la voz de Héctor Acosta. Y cuando la FISA decidió sacar los autos de Grupo B y bajar la potencia de 500 a 300 HP, Corsa tituló “por 200 caballos locos...”.
RALLY DE ACRÓPOLIS
En junio fue el de Grecia, con esos durísimos caminos de tierra, bastante irregulares, y el abandono de algunos importantes.
LA GRAN CARRERA: ARGENTINA
En agosto llegó el rally más esperado. Y así lo viví con todo, primero la largada en ATC (el miércoles 6 a la noche en el ACA) y el resumen del domingo en Coche a la Vista. Y en la semana, el de Corsa con una espectacular foto del Lancia de Biasion saltando en la tapa, todo el desarrollo con números, recuadros, apostillas y fotos y, para mejor, una genial nota a Recalde y a su equipo en un auxilio. Me puse contento con el cuarto puesto del cordobés, me encantó ver a mis amados Renault 18 y 12, me sorprendí con los abandonos de dos de los 205 Turbo y con la alegría de los chilenos Celsi y Olave por llegar octavos. Por su parte, el preceptor Pablo, del Güemes, contó que estuvo con mi compañero Aldo Marotto y alguno más en la largada.
UN RATO CON RECALDE
Como dije, lo de Corsa fue impresionante. Unos días antes del rally, hizo una nota con Recalde y Del Buono en Mina Clavero (la casa de Recalde) probando el Lancia, donde el navegante marplatense contaba lo difícil de hacer la hoja de ruta con un auto tan veloz. Hasta dijeron cómo fue el almuerzo: fideos con tuco y flan con dulce de leche obsequiado por Del Buono... Y después, la que hicieron en un auxilio de la carrera, donde describían el reposo de los pilotos y el trabajo de los mecánicos, como sólo ellos lo podían hacer.
MIL LAGOS Y COSTA DE MARFIL
En septiembre, primero el legendario de Finlandia y sus caminos de tierra. Y después el exótico africano donde vi uno de los pesados Audi Quattro, cuya rueda no giraba en un derrape, y luego en Corsa una linda foto del Nissan de Alain Ambrosino “meneando la cola”, según decía.
RALLY DE SAN REMO
En octubre, los bellos paisajes montañosos de Italia, el sorprendente segundo puesto del local Darío Cerrato y los pintorescos Fiat Uno del equipo Jolly Club.
RAC RALLY
En noviembre el rally británico me encantó por imágenes de autos y sus parabrisas bajo la lluvia, en paisajes de campo.
EL CIERRE CON EL OLYMPUS
en ATC.
CORSA ESPECIAL RALLY 1986
La última semana apareció este fabuloso ejemplar con todas las carreras del campeonato de rally mundial con todos sus detalles, algunos que me enteré entonces. Lo compré casualmente el caluroso y soleado 24 de diciembre, cuando aparte fui a lo del psicopedagogo Dumas; lo leí allí y a la vuelta, y por supuesto en casa me lo devoré.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario