Hoy es un nuevo aniversario, ya el 38, de una de las fechas más tristes de la Argentina. Ese 14 de junio de 1982 se firmaba la rendición de nuestras tropas en la absurda guerra por las islas Malvinas. No quiero extenderme en el hecho ni en analizarlo, no soy experto en eso y además tenía nueve años. Sólo me molesta que este día no sea feriado, como lo escribí en mi nota aquí en 2017. Nos llenamos hablando del 2 de abril y no de este día, trágico, triste pero real. En verdad, los dos días son tristes. Pero el 14 está olvidado. Por eso, no olvidemos jamás ni el comienzo pero tampoco lo peor, su final. Mi memoria es para los caídos y sus familias. Y por favor, nunca más.
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