viernes, 28 de febrero de 2020

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: BAR

Uno llega de la agitada calle de este 2020 argentino. Entra, se sienta y pide algo. Lugar chico y acogedor, fresco de clima y cálido de ambiente. Poca gente, después se van juntando. Se alzan voces, pero uno se concentra en la agradable música de fondo. Luego come y bebe a sus anchas, contemplando el paisaje. Sí, paisaje. Porque un bar lo tiene. Esa mezcla de tranquilidad y ruido, de frescura y calidez, de música y palabras. De aromas, de gustos, de gente. Lo que predomina es la distensión, propia de estar bien atendido no sólo por los encargados. El bar es alegría interna, tal vez melancolía, seguro nostalgia, es el refugio del artista, del bohemio, del más intelectual, del tipo, del hombre. En un mundo de pocos metros cuadrados, pasan muchas sensaciones. Tanto que uno se maravilla, bien para considerarlo ídem. Y aunque sea así siempre, es bien de verano.

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