Y ahora cuento de varios momentos chiquitos pero únicos de mi vida veraniega en Mar del Plata, la Feliz que cobijó mis primeros años bajo el sol.
paseo por la rambla
Un paseo obligado por la pintoresca avenida cercana al mar que frecuentábamos muchos atardeceres. Allí una tarde un tipo disfrazado de “momia” me levantó en brazos.
PLAYA GRANDE
Otra linda zona, más alejada del centro, que recuerdo por un balneario con unas piletas grandes.
EL FARO
Un bellísimo paisaje el del Faro, que recorríamos en auto al igual que los hermosísimos acantilados.
BICICLETA ACUÁTICA
Un divertidísimo paseo en un lugar de gran belleza natural. Di varias vueltas en esa bicicleta blanca con forma de cisne por un inmenso lago una mañana nublada. Me acuerdo que la bicicleta doblaba sola, por lo que disfruté mucho más ese día.
PLAYA SAN REMO
Una desconocida a la que fuimos una tarde con NUESTRA CONOCIDA Marcela Ortiz, que otra vez vino con nosotros. Curiosamente, nos trasladamos en colectivo... Y allá estuve en el agua un rato, pero el lugar no me gustó por lo accidentado de su suelo.
AUTITOS PLAYEROS
Con el auge de la Fórmula 1, los autitos de plástico con todos sus detalles eran un clásico. Así empecé con un par de ellos y las pistas en la arena, que incluían túneles, rampas y curvas. Tuve un Renault amarillo (el de Arnoux) y el Williams del Lole Reutemann.
EN TORREÓN DEL MONJE
Otro bonito paseo al histórico monumento al que fui una nublada mañana.
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