Mirtha es mi compañera de canto de años atrás en Olivos. Tiene 56 años y se acuerda bien de ese dorado 30 de octubre del 83. Por su edad las vivió todas, las de los 70 y lo del 83. Ella nos cuenta cómo.
"Era la primera vez que yo votaba. Sentía una sensación nueva, porque la última vez que viví una votación era muy chica, en el 73, cuando ganó Cámpora y fui con mis padres. Por eso era una experiencia nueva para mí", cuenta con su fina voz por teléfono.
"Era un domingo de sol precioso", continúa recordando la simpática mujer. "Fui con mi mamá al Instituto La Lucila acá en Olivos, un lugar bien "paquete", y había una cola muy larga, mucha gente queriendo votar. Entré al cuarto oscuro, para mí una novedad, puse la boleta en el sobre y salí, todo muy tranquilo, normal", detalla.
¿A quién puso en el sobre? "Me decidí por Ítalo Luder. Es que me gustaba mucho él, un hombre muy tranquilo, me gustaban sus ideas", explica. Ysobre el contexto que se vivía, dice: " Era todo como muy gris, estábamos acostumbrados a que no se podía hablar, decir nada contrario, protestar. Entonces lo de la democracia fue como un desatarse, la gente tenía mucha esperanza y alegría", concluye el histórico relato. Una historia de democracia, de amor. Como Mirtha, la que todos tuvimos, votáramos o no, aquel 30 de octubre glorioso.
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