Hoy domingo, el referéndum por la independencia de Cataluña, una de las regiones más importantes de España, no sólo trajo incidentes, heridos y choques con la Policía, sino una polémica entre el gobierno español de Mariano Rajoy y el catalán, liderado por Carles Puignemont. No voy a hacer mucho comentario político, no soy especialista, y no me gusta hablar sin saber, como me enseñaron. Sí digo que todo lo acontecido es sin duda una farsa de otro siglo. Que en la era digital se hable de secesión de una región, más todo lo que pasó, secuestro de urnas, líos, desobediencia a la prohibición expresa del referéndum, es un cambalache que seguramente dejará mal parada a ambas partes ante Europa y el resto del mundo, aunque cada uno alegue que todo está bien con el mundo. Cosas de imperios antiguos, de la Compañía de las Indias Orientales, cosas de otro siglo. Pero como podría ser en éste 21, una farsa.
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