Este 3 de marzo fue un nuevo aniversario de que mamá Anita, la creadora de este blog con su frase, partió al cielo eterno. Siempre imaginamos qué estarán haciendo nuestros seres queridos que no están aquí. Les hablamos, les rezamos como en mi caso, pero no sabemos qué les pasa, qué viven. Entonces, decidí enviarle un pequeño mensaje, llamémosle mail, correo o como sea, a ella para que sepa cómo estoy, cómo es mi actualidad. Ella lo sabe, pero yo no lo sé efectivamente. Por eso, estas palabras que los expertos en alma sabrán apreciar.
Mamá: Estoy acá en casa, escribiendo estas líneas para vos en tu homenaje. Gracias por tu amor de 37 años, te extraño, te añoro y a veces hasta me quiebro, pero sé que te reencontraré. Estoy muy bien, más allá de líos como todos, pero bien. Aparte estoy acompañando a papá como estos nueve años, la verdad es difícil porque vos fuiste un sostén para nosotros, pero la llevamos más o menos bien. Besote, te amo dondequiera que estés. Nos vemos de nuevo el día que Dios diga.
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