Y con este lamentable engaño al bolsillo, todo el que me cruzo me comenta lo mismo: más barato te sale comprar en el almacén. Por sólo un ejemplo, un desodorante Dove que en Coto está a 117 pesos, que yo pensaba "bueno, como están las cosas no es caro", en el almacén de casa está a 95. Sí, sí, veintidós pesos de diferencia. Eso no es nada, mejor ni hablar de los alimentos de primera necesidad. Aparte, la atención del viejo y querido almacenero es otra comparada con las grandes cadenas de hiper. Usted, señor o señora lectora, haga lo que prefiera, yo sólo pongo de relieve cómo es la realidad comerciante en el país. Como tantas cosas, un engaño.
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