jueves, 30 de julio de 2020

QUÉ MAL QUEDAN LAS MULETILLAS

Empecemos por explicar qué es una muletilla antes de criticar su uso, a ver si creemos que es una prótesis más cortita especial. Una muletilla es una de esas palabritas o frasecitas sin contenido que decimos, me incluyo, cuando o estamos distraídos, o inseguros, o sólo por hábito incorporado automáticamente. Eso lo decimos y lo escuchamos todo el tiempo, de nosotros laburantes anónimos o hasta de famosos como el presidente Alberto Fernández. Ejemplos hay miles, recién leí varios ahí en Wikipedia y están buenísimos. Los que oigo y digo son "y bueno", "mirá", "esteee" (más yo cuando me trabo en radio), "pará", "dale", "viste" (a veces "vistes"), "qué hacés", "digamos" (otra re mía), "entendés", "así que", "o sea" (la de Maradona de pibe), el horripilante "nocierto", tremenda deformación gramatical, le sacás el verbo "es". A ellos agreguemos el argentinísimo "che" o el peor aún "boludo" para llamar a alguien, peor aún con una mujer con la que se tiene confianza, "escuchame boluda". Y también hay muletillas importadas, el "y nada" español que recuerdo haberlo escuchado por primera vez de Diego Simeone cuando aún jugaba en España. Interesante, termómetro de cómo hablamos, de nuestra cultura, lenguaje, personalidad, o tal vez nada que ver. Al menos para no repetirlas tanto, que quedan feas, che.

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