Luego del receso obligadísimo e inolvidable recordando Italia 90 30 años después, volvemos hoy con esta sección de mis historias de niño, que aunque sean propias, sé que a muchos les refleja sus tiempos más felices. Y el regreso es con un recuerdo de aquéllos: la revista de crucigramas Cruzadas, de 1985, mis 12.
La espectacular revista quincenal de ingenio que hizo época. Me la pasaba en mi habitación o en el escritorio de abajo de casa resolviendo crucigramas creativos y divertidos: el autodefinido, el Bestiún (difícil porque había que poner las palabras mal escritas), el Dificilongo, el buenísimo Gran Acomodo (con palabras o números) y otros como Quién es Quién; al lado figuraba el autor y debajo el por qué se le ocurrió proponerlo. Además leía el correo de lectores. Un grande.
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