AFRICA POBRE, ASIA ATRASADA

Sabemos que cinco continentes forman la Tierra que pisamos. América y Europa, con sus tantas sudivisiones, son largamente los que más conocemos. De los otros tres, uno es muy poco conocido, Oceanía, salvo si te nombro Australia y Nueva Zelanda. Y los restantes son famosos, pero lamentablemente por malas: Africa y Asia. Claro que no todo es negativo allí, son tierras tan o más prósperas, fértiles que las de acá. Pero lo que llega desde esos remotos lugares casi siempre nos impacta, nos conmueve mal. Africa se debate entre pobreza extrema, cruda a más no poder, peor que la que aprendimos en el colegio, guerras civiles, regímenes dictatoriales infinitos, clima pésimo, plagas. Asia, que para muchos es sinónimo de fastuosidad, riqueza, belleza, es sin embargo atrasada en su forma de vida, sin meternos en lo religioso. La servidumbre, las ccostumbres inverosímiles, la poligamia, las guerras de credos, de límites, de enemistades antiguas, los desastres naturales. Ser africano o asiático parece ser de otro planeta, más allá de apellidos poco comunes o muy complicados. Son lugares hermosos en todo, pero increíblemente afeados por los hombres. Quizá, como América y Europa.