En esta bonita sección de Maravillas, que comprende distintos ítems sobre cultura cotidiana, no sólo mostramos lugares de interés. También es bueno hacer pie en esas cosas lindas que, con el vértigo en que vivimos, ni valoramos ni disfrutamos. Una de ellas es el azulejo, esa pieza tan pintoresca como deslumbrante que embellece un sitio con su colocación. Ahí vamos a él.
El azulejo es una pieza alfarera de cerámica, similar a la baldosa, de poco espesor y con una de sus caras vidriada (resultado de la cocción de una sustancia a base de esmalte que se torna impermeable y brillante). Presenta muy diversas formas geométricas, siendo las más abundantes el cuadrado y el rectangular. La parte decorada puede estar decorada en un tono o color -monocromo- o en varios colores -policromo-,con superficie lisa o en relieve. Asociado de forma tradicional a la construcción y la arquitectura, el azulejo se ha empleado tanto en el revestimiento de superficies interiores como exteriores; asimismo puede aparecer como elemento decorativo aislado,o con valor representativo, a modo de cuadro o ilustración.
Aplicados en paredes, pavimentos y techos de viviendas, palacios y arquitectura religiosa,o en jardines y redes del ferrocarril metropolitano, los temas de la decoración abarcan un amplio abanico, desde sencillas composiciones geométricas o vegetales hasta barrocos episodios históricos, escenas mitológicas, iconografía religiosa y motivos costumbristas.
El azulejo embellece, da sensación de lujo a un lugar. Muy distinto es un baño revestido de cerámica o cualquier otro material para sus paredes que con azulejos. Además, sus motivos y colores ambientan y alegran el lugar donde son colocados. Serán algo caros, hay que ponerlos correctamente, pero su belleza vale la pena.
Fuente: wikipedia