Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
martes, 27 de marzo de 2018
1-6 CON ESPAÑA: EXPLICACIONES DE UNA TARDE MÁS NEGRA QUE ALBICELESTE
El resumen de la durísima derrota de la Selección
Una derrota por 6 a 1 de una selección como Argentina, a dos meses y medio del Mundial, merece no sólo replanteo profundo antes de un desastre mayor. Merece una lista de explicaciones que, tal vez, ayuden a entender semejante humillación, más allá de que el vencedor sea España.
Por ejemplo, lo más notorio es la vuelta a la realidad. Argentina no es, ni por asomo, ese equipo que todos llaman candidato. Cómo podría ser así un equipo que perdió hoy 6-1 con España, tercera peor caída histórica, que fue bailado por Nigeria a fin de 2017, por Brasil en las eliminatorias, que cayó con Ecuador y Paraguay y empató con Perú o Venezuela de local. Pero que hoy sumó todas esas malas actuaciones, mediocres, en una sola. Defensa floja, cada rival que llegó a posición de gol lo hizo muy cómodo. Un arquero, Caballero, que debió entrar por el lesionado Romero, que uno esperaba una tarea soberbia como la del viernes ante Italia, y sin embargo se mostró fácil de batir con cinco goles. Un mediocampo sin contención, donde sólo Maxi Meza mostró un buen nivel, en cambio Banega no fue el del otro día. Y un Higuaín que, o se cae en los momentos importantes en serio, o tiene alguna maldición arraigada, tal vez la del Mundial 2014 o de las Copas América perdidas con Chile. Hoy volvió a fallar en instantes clave, justo antes de los dos primeros goles españoles.
Sólo pueden emerger de la crítica negativa Otamendi, de gran momento y con el gol que el otro día se le negó, Tagliafico, de constante andar por la izquierda, Meza y algo de Lo Celso. El resto quedó muy claro. Rojo hacía un año que no estaba, jugó de zaguero. Mascherano, hace rato perdido en la pobre China, folvió a ser flojo. Quedó dicho lo de Higuaín, que nos sigue enamorando más de la cuenta con sus mil goles a equipitos del calcio, como Crotone y demás. Y el técnico Jorge Sampaoli, luego de esta tarde, debería ser más permeable y darse cuenta que ciertos jugadores ya no deben formar parte de la Selección. Si continúa con el capricho de las intocables superestrellas de Europa (no es el único), seguirá muy probablemente por mal camino.
Muchos buscan la explicación de la catástrofe de hoy en la ausencia de Lionel Messi. La Pulga no estuvo en ninguno de los dos amistosos por su lesión en la pierna derecha. Pero si creemos firmemente en que Argentina es sólo Messi, estamos en problemas. Debe haber un plan B urgente, como lo tuvo que haber cuando Maradona no pudo estar. Y esto de pensar que un solo hombre, por más Messi que se apellide, sea el por qué de un 1-6 es muy preocupante. EL 1-6 se explica, si tiene explicación, en un rendimiento pobre de los once y de cada uno de los albicelestes. Messi no es la respuesta de por qué España bailó a la Selección.
Poco podían hacer los nuevos, si encima Sampaoli continúa la mala tradición de llevarlos para ponerlos poco o en mal momento. Lautaro Martínez estaba esperando su oportunidad para demostrar su enorme nivel, mas que el de este gastado Higuaín. El delantero de Racing debió entrar al inicio del segundo tiempo, pero el técnico lo puso a los 14 minutos, cuando ya el partido estaba 1-4 y casi terminado.
Y por si todo lo expuesto fuera poco, el juego fuerte. Se puede entender que el dolor por semejante caída lleve al desscontrol. Pero no es buen síntoma, más bien es otro lunar. Algunos jugadores entraron para hacer algo positivo y terminaron pegando y ganándose una tarjeta amarilla, en un encuentro limpio. Pablo Pérez, Meza y Pavón fueron quienes produjeron duras acciones y algún lío entre rivales. Como para cerrar la tarde perfecta.
¿Y ahora? Es la gran pregunta. Barajar y dar de nuevo, es la respuesta. Trabajar, como dijo el pobre Meza apenas terminó el partido. Pero pensar, tarea para Sampaoli, cómo trabajar, qué hacer para torcer semejante panorama. Porque Argentina no es sólo el 1-6 de hoy, es el sufrido 3-1 a ese flojo Ecuador para clasificarse, es esas actuaciones apuntadas. Es varios jugadores en baja. Es un equipo que hoy por hoy debe bajar a la tierra y no considerarse candidato cuando claramente no lo es. Es ahcerse de abajo. Urgente, que quedan dos meses y medio para debutar en el Mundial ante Islandia.
POR QUÉ ARGENTINA NO FUE A SUIZA 54
La tercera parte de la absurda novela de ausencias argentinas del Mundial fue para 1954. Por un lado, la AFA seguía enemistada con otras federaciones sudamericanas luego del conflicto por el éxodo de futbolistas nacionales a Colombia de 1949. También continuaba la molestia con Brasil, que había prohibido a sus clubes enfrentar a argentinos para esa época. Lo mismo, se dice, con el hecho de la sede de Francia 38, que la FIFA insinuaba se haría en Buenos Aires. Pero el motivo más firme fue que se prefirió prepararse para la siguiente edición en 1958 en Suecia.
El técnico de la Selección era Guillermo Stábile, el goleador del primer Mundial en Uruguay 30. La idea fue que fuera a observar Suiza 54 y sacara conclusiones, a ver qué se encontraría el equipo si llegara a clasificarse. A su vuelta de Suiza, Stábile hizo un informe y declaró: "Si la Argentina hubiera concurrido, habría tenido una actuación destacada". Todo muy bien, pero se perdieron tres Mundiales. Encima, para el siguiente el optimismo y el informe no sirvieron para nada, ya que el viaje a Suecia 58 terminaría en una escandalosa goleada 1-6 con Checoslovaquia y la eliminación en la primera ronda.
El técnico de la Selección era Guillermo Stábile, el goleador del primer Mundial en Uruguay 30. La idea fue que fuera a observar Suiza 54 y sacara conclusiones, a ver qué se encontraría el equipo si llegara a clasificarse. A su vuelta de Suiza, Stábile hizo un informe y declaró: "Si la Argentina hubiera concurrido, habría tenido una actuación destacada". Todo muy bien, pero se perdieron tres Mundiales. Encima, para el siguiente el optimismo y el informe no sirvieron para nada, ya que el viaje a Suecia 58 terminaría en una escandalosa goleada 1-6 con Checoslovaquia y la eliminación en la primera ronda.
RAREZAS DEL MUNDIAL 54
Sarre jugó con Alemania
Por única vez, el actual estado alemán de Sarre jugó una eliminatoria para el Mundial. Luego de la Segunda Guerra Mundial, había sido convertido en protectorado francés, a pesar de integrar Alemania. Y el sorteo lo colocó en el mismo grupo que sus compatriotas germanos, aunque perdieron y quedaron eliminados.
El caso Kubala y España afuera con Turquía
Fue un episodio muy raro. El gran Ladislao Kubala, húngaro de nacimiento, no fue autorizado por la FIFA a jugar por españa por haber inttegrado las selecciones de Hungría y Checoslovaquia antes. España no contó con él y tras ganar 4-1 ante Turquía la llave de ida, perdió en Estambul y debió jugar tercer partido, como se usaba. Ese encuentro fue en Roma, terminó 2 a 2 y los turcos se clasificaron por sorteo. Pero la cuestión fue la exclusión de Kubala, sobre la que al parecer nadie de la FIFA había enviado la comunicación.
Italia se clasifica ante Egipto
Así de raras eran las eliminatorias europeas. Italia disputó su plaza ante un africano, Egipto, único de su continente. Por supuesto se impuso con tranquilidad 2-1 y 5-1, aunque luego en el Mundial quedó afuera con Suiza en la primera ronda.
Corea, el primer asiático en Japón
Corea del Sur se convirtió en el primer país de Asia en jugar una Copa del Mundo. La curiosidad es que eliminó a Japón en dos encuentros jugados precisamente en la capital nipona, Tokio.
El 8-3 húngaro y el caso Puskas
Fue la nota oscura de una Copa bastante limpia. Hungría, con Ferenc Puskas a la cabeza, enfrentó a Alemania Federal en la primera fase y lo goleó 8 a 3. Se dice que los alemanes pusieron suplentes para dejarse ganar, jugar desempate con Turquía y de pasar, evitar a los sudamericanos. Pero lo peor fue que uno de esos suplentes, Werner Liebrich, fue mandado por el técnico Herberger a lesionar a Puskas. Así lo hizo, y el capitán magiar llegó en malas condiciones para la final, justamente, con los germanos.
Alargue en la primera ronda
Así de loco era el reglamento de competición en Suiza 54. Inglaterra y Bélgica jugaron por el Grupo 4 de la primera fase. Los ingleses ganaban 3-1, pero los belgas lo igualaron y hubo que ir, según las reglas, a tiempo suplementario. Si el empate seguía tras los 30 minutos, quedaba como estaba. Hicieron un gol más, terminaron 4 a 4 y todos felices. Eso sí, después de 120 minutos.
Austria-Suiza, un partido de tenis
No por nada el Mundial 54 fue el de mayor promedio de gol por partido, 5,38. En los cuartos de final, Suiza enfrentó al brillante Austria, el famoso Wunderteam. A los 23 minutos iba arriba 3-0, pero los austríacos lo dieron vuelta antes de los 33 a 4-3. El primer tiempo terminó 5-4 a favor de los visitantes. Más goles hubo en el segundo tiempo y se llegó a 12, siendo el de más tantos en un solo cotejo de la historia. Se puede decir que el arquero austríaco Schmied jugó afectado por una insolación por el gran calor, y el defensor suizo Bocquet padecía un tumor, pero igual se mataron a goles, Austria ganó 7-5 y pasó a semifinales.
Obdulio, caudillo desgarrado y todo
En esos cuartos, Uruguay jugó con Inglaterra. El gran capitán Obdulio Varela había marcado el segundo gol oriental, pero en el segundo tiempo se desgarró. Como aún no se podían hacer cambios, el "Negro Jefe" se quedó dentro de la cancha arengando desde adentro a sus compañeros para ganar e ir a las semifinales.
Por única vez, el actual estado alemán de Sarre jugó una eliminatoria para el Mundial. Luego de la Segunda Guerra Mundial, había sido convertido en protectorado francés, a pesar de integrar Alemania. Y el sorteo lo colocó en el mismo grupo que sus compatriotas germanos, aunque perdieron y quedaron eliminados.
El caso Kubala y España afuera con Turquía
Fue un episodio muy raro. El gran Ladislao Kubala, húngaro de nacimiento, no fue autorizado por la FIFA a jugar por españa por haber inttegrado las selecciones de Hungría y Checoslovaquia antes. España no contó con él y tras ganar 4-1 ante Turquía la llave de ida, perdió en Estambul y debió jugar tercer partido, como se usaba. Ese encuentro fue en Roma, terminó 2 a 2 y los turcos se clasificaron por sorteo. Pero la cuestión fue la exclusión de Kubala, sobre la que al parecer nadie de la FIFA había enviado la comunicación.
Italia se clasifica ante Egipto
Así de raras eran las eliminatorias europeas. Italia disputó su plaza ante un africano, Egipto, único de su continente. Por supuesto se impuso con tranquilidad 2-1 y 5-1, aunque luego en el Mundial quedó afuera con Suiza en la primera ronda.
Corea, el primer asiático en Japón
Corea del Sur se convirtió en el primer país de Asia en jugar una Copa del Mundo. La curiosidad es que eliminó a Japón en dos encuentros jugados precisamente en la capital nipona, Tokio.
El 8-3 húngaro y el caso Puskas
Fue la nota oscura de una Copa bastante limpia. Hungría, con Ferenc Puskas a la cabeza, enfrentó a Alemania Federal en la primera fase y lo goleó 8 a 3. Se dice que los alemanes pusieron suplentes para dejarse ganar, jugar desempate con Turquía y de pasar, evitar a los sudamericanos. Pero lo peor fue que uno de esos suplentes, Werner Liebrich, fue mandado por el técnico Herberger a lesionar a Puskas. Así lo hizo, y el capitán magiar llegó en malas condiciones para la final, justamente, con los germanos.
Alargue en la primera ronda
Así de loco era el reglamento de competición en Suiza 54. Inglaterra y Bélgica jugaron por el Grupo 4 de la primera fase. Los ingleses ganaban 3-1, pero los belgas lo igualaron y hubo que ir, según las reglas, a tiempo suplementario. Si el empate seguía tras los 30 minutos, quedaba como estaba. Hicieron un gol más, terminaron 4 a 4 y todos felices. Eso sí, después de 120 minutos.
Austria-Suiza, un partido de tenis
No por nada el Mundial 54 fue el de mayor promedio de gol por partido, 5,38. En los cuartos de final, Suiza enfrentó al brillante Austria, el famoso Wunderteam. A los 23 minutos iba arriba 3-0, pero los austríacos lo dieron vuelta antes de los 33 a 4-3. El primer tiempo terminó 5-4 a favor de los visitantes. Más goles hubo en el segundo tiempo y se llegó a 12, siendo el de más tantos en un solo cotejo de la historia. Se puede decir que el arquero austríaco Schmied jugó afectado por una insolación por el gran calor, y el defensor suizo Bocquet padecía un tumor, pero igual se mataron a goles, Austria ganó 7-5 y pasó a semifinales.
Obdulio, caudillo desgarrado y todo
En esos cuartos, Uruguay jugó con Inglaterra. El gran capitán Obdulio Varela había marcado el segundo gol oriental, pero en el segundo tiempo se desgarró. Como aún no se podían hacer cambios, el "Negro Jefe" se quedó dentro de la cancha arengando desde adentro a sus compañeros para ganar e ir a las semifinales.
HISTORIA MUNDIAL: SUIZA 54
Si bien la Copa del Mundo había vuelto de la Segunda Guerra Mundial, aún faltaba para que se consolidara. La edición de Suiza en 1954, puede decirse, fue la que la afianzó en todo sentido. Organización, sistema de disputa aunque con líos, participantes, eliminatorias. Y un actor que regresaba. Alemania, ahora bajo su pedazo llamado Federal, volvió a competir tras el desastre de la guerra. Y aunque eso ya era un título, se llevó otro más: el de campeón por primera vez.
Suiza, que había recibido la edición de 1950 pero no pudo por falta de estructura, sí lo hizo para el 54, apoyado además en los 50 años de la FIFA, que justamente tiene su sede en suelo helvético. Hasta allí fueron los 16 países, encabezados por el brillante monarca Uruguay, con recambios, y los germanos como actores más notorios. Las eliminatorias tuvieron desarreglos como que Egipto, Siria o Israel eran parte de Europa, pero al menos Sudamérica y Asia jugaron por primera vez sus plazas en la cancha, siendo Brasil el clasificado de la CONMEBOL al no estar, una vez más, Argentina. Y Corea del Sur el primer asiático al eliminar a Japón. Eso sí, el formato mostró contrariedades. De nuevo se hizo fase de grupos, pero en lugar de ser todos contra todos, dos cabezas de serie previamente marcados enfrentaban a los otros dos equipos considerados más débiles, con lo que para ir a los cuartos de final cada uno jugaba dos partidos. Además, si un encuentro terminaba empatado, aunque fuera en la primera ronda, se decidía jugar alargue, pero si seguía el empate era válido. Y el cotejo desempate seguía vigente en caso de igualdad en el segundo puesto.
Eran las asperezas que aún le quedaban a la Copa. Pero el fútbol brilló en todo su esplendor, con juego, jugadores y goles, sobre todo goles, a rabiar. Y con la fulgurante aparición de la televisión, que empezó a transmitir a algunos países de Europa. Que así pudieron seguir los muchos momentos buenos que hubo. Brasil y Yugoslavia se clasificaron en el Grupo 1, con un polémico 1-1 que dejó afuera a Francia y México. En el 2 apareció otro gran protagonista del 54: el ballet húngaro, dirigido por Ferenk Puskas, que vapuleó a los coreanos y a una Alemania sospechosamente suplente, que luego pasó en desempate sobre otro debutante, Turquía. Uruguay y la potente Austria no tuvieron lío en el 3, y en el 4, mientras Inglaterra obtenía la zona, Italia era humillado en desempate por un desconocido Suiza, que cumplió la mejor actuación de su vida con un tremendo 4 a 1 en el encuentro decisivo.
A partir de los cuartos de final, los momentos épicos se hicieron casi costumbre. Y los goles llovieron, por lo que se registró un total de 140, que dio el mayor promedio por partido de la historia, con 5,38. Por ejemplo, Austria eliminó al local en una tarde de locos y 12 tantos. Alemania y Uruguay pasaron con autoridad, pero Brasil fue frenado por la eficaz y bella Hungría, en un final bochornoso donde Puskas se agredió con rivales y los brasileños produjeron una batalla campal en los vestuarios, conocida como “la batalla de Berna”. Los celestes tomaron entonces la bandera del continente, pero su invicto en los Mundiales se acabó al perder con los húngaros 4-2 en alargue, en un partido emotivo e inolvidable. Mientras, Alemania volvía a sorprender con un inesperado 6-1 a Austria y su llegada a la final.
El 3 de julio, Uruguay concluyó en un honroso cuarto puesto, perdiendo con la última versión del Wunderteam (equipo maravilla) austríaco. Y el 4, en el Wankdorf Stadion de Berna, alemanes y húngaros se encontraron en la cumbre por un campeón inédito. Hungría, aún con Puskas lesionado a propósito por los alemanes en aquel 8-3 raro de la primera fase, era el favorito, como Brasil en el 50. Y lo ratificó antes de los ocho minutos, con un 2-0 que parecía cerrar todo. Pero nadie sospechaba la disciplina y voluntad de la Alemania resurgida, que enseguida igualó a dos. Y a poco del final, un remate de Helmut Rahn superó al arquero Grosics y decretó el “milagro de Berna”, otro episodio para los libros, tanto como el Maracanazo del 50. El canciller alemán Konrad Adenauer envió un telegrama (como se usaba entonces) de felicitación a los héroes de la resurrección: los hermanos Fritz y Ottmar Walter, Morlock, Schaffer, Rahn o el técnico, el viejo y sagaz Seppl Herberger. El Mundial recibía a un nuevo huésped, justo aquél que lo cortó en la década del 40 con la guerra. Ahora, Alemania volvía desde sus ruinas a nacer.
Suiza, que había recibido la edición de 1950 pero no pudo por falta de estructura, sí lo hizo para el 54, apoyado además en los 50 años de la FIFA, que justamente tiene su sede en suelo helvético. Hasta allí fueron los 16 países, encabezados por el brillante monarca Uruguay, con recambios, y los germanos como actores más notorios. Las eliminatorias tuvieron desarreglos como que Egipto, Siria o Israel eran parte de Europa, pero al menos Sudamérica y Asia jugaron por primera vez sus plazas en la cancha, siendo Brasil el clasificado de la CONMEBOL al no estar, una vez más, Argentina. Y Corea del Sur el primer asiático al eliminar a Japón. Eso sí, el formato mostró contrariedades. De nuevo se hizo fase de grupos, pero en lugar de ser todos contra todos, dos cabezas de serie previamente marcados enfrentaban a los otros dos equipos considerados más débiles, con lo que para ir a los cuartos de final cada uno jugaba dos partidos. Además, si un encuentro terminaba empatado, aunque fuera en la primera ronda, se decidía jugar alargue, pero si seguía el empate era válido. Y el cotejo desempate seguía vigente en caso de igualdad en el segundo puesto.
Eran las asperezas que aún le quedaban a la Copa. Pero el fútbol brilló en todo su esplendor, con juego, jugadores y goles, sobre todo goles, a rabiar. Y con la fulgurante aparición de la televisión, que empezó a transmitir a algunos países de Europa. Que así pudieron seguir los muchos momentos buenos que hubo. Brasil y Yugoslavia se clasificaron en el Grupo 1, con un polémico 1-1 que dejó afuera a Francia y México. En el 2 apareció otro gran protagonista del 54: el ballet húngaro, dirigido por Ferenk Puskas, que vapuleó a los coreanos y a una Alemania sospechosamente suplente, que luego pasó en desempate sobre otro debutante, Turquía. Uruguay y la potente Austria no tuvieron lío en el 3, y en el 4, mientras Inglaterra obtenía la zona, Italia era humillado en desempate por un desconocido Suiza, que cumplió la mejor actuación de su vida con un tremendo 4 a 1 en el encuentro decisivo.
A partir de los cuartos de final, los momentos épicos se hicieron casi costumbre. Y los goles llovieron, por lo que se registró un total de 140, que dio el mayor promedio por partido de la historia, con 5,38. Por ejemplo, Austria eliminó al local en una tarde de locos y 12 tantos. Alemania y Uruguay pasaron con autoridad, pero Brasil fue frenado por la eficaz y bella Hungría, en un final bochornoso donde Puskas se agredió con rivales y los brasileños produjeron una batalla campal en los vestuarios, conocida como “la batalla de Berna”. Los celestes tomaron entonces la bandera del continente, pero su invicto en los Mundiales se acabó al perder con los húngaros 4-2 en alargue, en un partido emotivo e inolvidable. Mientras, Alemania volvía a sorprender con un inesperado 6-1 a Austria y su llegada a la final.
El 3 de julio, Uruguay concluyó en un honroso cuarto puesto, perdiendo con la última versión del Wunderteam (equipo maravilla) austríaco. Y el 4, en el Wankdorf Stadion de Berna, alemanes y húngaros se encontraron en la cumbre por un campeón inédito. Hungría, aún con Puskas lesionado a propósito por los alemanes en aquel 8-3 raro de la primera fase, era el favorito, como Brasil en el 50. Y lo ratificó antes de los ocho minutos, con un 2-0 que parecía cerrar todo. Pero nadie sospechaba la disciplina y voluntad de la Alemania resurgida, que enseguida igualó a dos. Y a poco del final, un remate de Helmut Rahn superó al arquero Grosics y decretó el “milagro de Berna”, otro episodio para los libros, tanto como el Maracanazo del 50. El canciller alemán Konrad Adenauer envió un telegrama (como se usaba entonces) de felicitación a los héroes de la resurrección: los hermanos Fritz y Ottmar Walter, Morlock, Schaffer, Rahn o el técnico, el viejo y sagaz Seppl Herberger. El Mundial recibía a un nuevo huésped, justo aquél que lo cortó en la década del 40 con la guerra. Ahora, Alemania volvía desde sus ruinas a nacer.
sábado, 24 de marzo de 2018
ESTAMOS BIEN, PERO NO OLVIDEMOS EL GOLPE
Como sabemos, este 24 de marzo se recuerda el golpe militar que derrocó al gobierno de Isabel Perón. No es cuestión de masoquismo, no quiero hacer sufrir a quienes padecieron y padecen aún las heridas de nuestro holocausto. Pero sí, como bien se llama este día, es de memoria. Hoy, 42 años después, estamos en una consolidada democracia, más allá de sus bemoles. Eso no olvida todo lo que sucedió. Mi abrazo fuerte al alma de quienes han sido víctimas de la locura. A esas más de 30 000 almas y sus familias, héroes de la Patria, hermanos nuestros, hermanos míos. Y perdón por usar la famosa frase, pero es así: nunca más.
viernes, 23 de marzo de 2018
VERGÜENZA: ¿CÓMO UNA MUJER A FAVOR DEL ABORTO?
El maldito asunto del maldito aborto y su maldito proyecto de ley está en boga estos tiempos en la Argentina. Y como está en boga, increíble pero realmente, algunas mujeres deciden levantar su bandera y estar a favor. ¿Cómo? Algunas mujeres están a favor del aborto.
Días atrás oí, no quise escuchar, a una en una de esas manifestaciones sin sentido clamando un injustificable "nosotras tenemos derecho a elegir sobre nuestro cuerpo". Quiere decir que la mujer tiene derecho a asesinar una persona. Después hablan de embarazo forzado, bueno, algunas de ellas lo incitan con sus acciones exhibicionistas, o con su incultura no teniendo ningún cuidado, eso también es elegir sobre su cuerpo. Un futuro niño, al fin y al cabo una persona, merece la vida, aunque sea fruto de una violación, él no tiene la culpa de la basura de sociedad que parece imperar en el país.
Señoras, señoritas, mujeres, tan combativas (lo cual enaltezco), no defiendan al crimen organizado. Porque el aborto es un crimen más organizado que el narcotráfico y demás. Y, de paso, para completar, es otra estupidez más de esta sociedad estúpida intelectualmente.
Días atrás oí, no quise escuchar, a una en una de esas manifestaciones sin sentido clamando un injustificable "nosotras tenemos derecho a elegir sobre nuestro cuerpo". Quiere decir que la mujer tiene derecho a asesinar una persona. Después hablan de embarazo forzado, bueno, algunas de ellas lo incitan con sus acciones exhibicionistas, o con su incultura no teniendo ningún cuidado, eso también es elegir sobre su cuerpo. Un futuro niño, al fin y al cabo una persona, merece la vida, aunque sea fruto de una violación, él no tiene la culpa de la basura de sociedad que parece imperar en el país.
Señoras, señoritas, mujeres, tan combativas (lo cual enaltezco), no defiendan al crimen organizado. Porque el aborto es un crimen más organizado que el narcotráfico y demás. Y, de paso, para completar, es otra estupidez más de esta sociedad estúpida intelectualmente.
jueves, 22 de marzo de 2018
POR QUÉ ARGENTINA NO FUE A BRASIL 50
Como 12 años antes, Argentina no concurrió al Mundial, en este caso en Brasil. Otra historia de líos de todo tipo originó la segunda ausencia seguida de la albiceleste, otra oportunidad perdida de salir campeón por sus brillantes figuras de la década.
fue una trama de roces entre Argentina y Brasil. Todo comenzó en el Sudamericano (actual Copa América) de 1946, cuando el 10 de febrero, en cancha de River Plate, la Selección enfrentó a Brasil en la última fecha. A los 30 minutos, De la Mata y Chico fueron expulsados por el uruguayo Nobel Valentini, y se originó una gresca de proporciones que mantuvo parado al encuentro por nada menos que 70 minutos. Argentina ganó 2-0 y salió campeón, pero fue la semilla que luego germinaría en la ausencia.
Pero lo más agudo se produjo para 1949. La huelga de Futbolistas Argentinos Agremiados, disconforme por los sueldos de los jugadores, hizo que varios cracks, entre ellos Alfredo Di Stéfano y Adolfo Pedernera, emigraran a Colombia, que como no estaba afiliada a la FIFA pagaba sumas exorbitantes sin porcentajes a los clubes de origen. Esos cracks formaban en gran parte la Selección, por lo que se decidió no ir al Sudamericano de Brasil en 1949. Como represalia,la Confederación Brasileña prohibió a clubes del país vecino enfrentar a sus pares argentinos, como el Bangú. En respuesta, la AFA, presidida por Valentín Suárez, comunicó que se bajaba de las eliminatorias para el Mundial, en las que debían jugar contra Chile y Bolivia.
La entidad madre de nuestro fútbol declaró la actitud de la CBF de inamistosa y expresó: "Hasta tanto puedan establecerse debidamente sus orígenes y alcances, la AFA se encuentra obligada a adoptar una inevitable medida en resguardo del indeclinable principio de dignidad y respeto". Estaba también disgustada con la Confederación Sudamericana y con la FIFA, entendiendo que ambos organismos no impidieron el éxodo.
De esa forma, una vez más por líos ajenos al propio juego, Argentina no particicpó en el Mundial, cuando tenía, como siempre, material de sobra para estar y aspirar al título que, finalmente, fue a parar a su vecino Uruguay. Pero la novela no quedó allí, se prolongó hasta 1958. Por eso también faltaría a Suiza 54. Una lamentable y larga ausencia, que en el momento del retorno no sería en vano, con la mala actuación en Suecia 58.
fue una trama de roces entre Argentina y Brasil. Todo comenzó en el Sudamericano (actual Copa América) de 1946, cuando el 10 de febrero, en cancha de River Plate, la Selección enfrentó a Brasil en la última fecha. A los 30 minutos, De la Mata y Chico fueron expulsados por el uruguayo Nobel Valentini, y se originó una gresca de proporciones que mantuvo parado al encuentro por nada menos que 70 minutos. Argentina ganó 2-0 y salió campeón, pero fue la semilla que luego germinaría en la ausencia.
Pero lo más agudo se produjo para 1949. La huelga de Futbolistas Argentinos Agremiados, disconforme por los sueldos de los jugadores, hizo que varios cracks, entre ellos Alfredo Di Stéfano y Adolfo Pedernera, emigraran a Colombia, que como no estaba afiliada a la FIFA pagaba sumas exorbitantes sin porcentajes a los clubes de origen. Esos cracks formaban en gran parte la Selección, por lo que se decidió no ir al Sudamericano de Brasil en 1949. Como represalia,la Confederación Brasileña prohibió a clubes del país vecino enfrentar a sus pares argentinos, como el Bangú. En respuesta, la AFA, presidida por Valentín Suárez, comunicó que se bajaba de las eliminatorias para el Mundial, en las que debían jugar contra Chile y Bolivia.
La entidad madre de nuestro fútbol declaró la actitud de la CBF de inamistosa y expresó: "Hasta tanto puedan establecerse debidamente sus orígenes y alcances, la AFA se encuentra obligada a adoptar una inevitable medida en resguardo del indeclinable principio de dignidad y respeto". Estaba también disgustada con la Confederación Sudamericana y con la FIFA, entendiendo que ambos organismos no impidieron el éxodo.
De esa forma, una vez más por líos ajenos al propio juego, Argentina no particicpó en el Mundial, cuando tenía, como siempre, material de sobra para estar y aspirar al título que, finalmente, fue a parar a su vecino Uruguay. Pero la novela no quedó allí, se prolongó hasta 1958. Por eso también faltaría a Suiza 54. Una lamentable y larga ausencia, que en el momento del retorno no sería en vano, con la mala actuación en Suecia 58.
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