lunes, 4 de junio de 2018

NI UNA MENOS SÍ, !PERO ABORTO NO!

Me sigue indignando la forma de pensar de muchas mujeres en la Argentina. Por un lado, el famoso slogan "Ni Una Menos" en referencia a tantos femicidios, que igual no son cosa reciente como todos creen, pero muy bien. Por el otro, la estupidez intelectual y la gravedad del sí al aborto. Sí, ellas, las mujeres, las que dan vida, también defienden matarla. Por un lado no quieren muerte, por el otro sí. Se me revuelve la mente cada vez que veo a una legisladora o periodista con el abortto. Comunicadoras, trabajadoras por el bien común, están a favor del mal. Aparte con esos argumentos insostenibles de la salud, ¿de qué salud me hablan si hasta la mujer misma puede morir? Lamentable, vergonzoso, doloroso. Después no se quejen de cómo son vistas.

domingo, 3 de junio de 2018

RAREZAS DEL MUNDIAL 2006

Cuba casi elimina a Costa Rica

Como de costumbre, las apostillas mundialistas de 2006 empiezan por las nutridas eliminatorias. En la de la CONCACAF, Cuba casi deja afuera a Costa Rica. Por la segunda ronda a ida y vuelta, en La Habana igualaron 2-2 y en San José, el 1-1 clasificó a los costarricenses sólo por más goles de visitante. Luego irían al Mundial.

México pasea por el Caribe

Curioso fue el programa que México debió afrontar en la eliminatoria, contra muchos países del Caribe. Primero dejó atrás a Dominica con un global de 18- 0. En el Grupo C de la ronda semifinal enfrentó a Trinidad y Tobago, San Vicente y las Granadinas y San Cristóbal y Nieves. El saldo: seis victorias en seis partidos, un solo gol en contra y varias goleadas para pasar al hexagonal final, que luego lo puso en Alemania.

Tremendo triunfo de Benín sobre Madagascar

Ni Benín ni Madagascar estuvieron cerca del Mundial, pero fue tremendo cómo definieron su llave en la primera ronda africana. Habiendo igualado 1-1 en Madagascar, los beninenses la tenían fácil ante su gente. Pero los malgaches se pusieron 2-0 en 23 minutos. El héroe de la remontada fue Omar Tchomogo. Empató a los 33 de penal y 62, pero el 2-2 no alcanzaba por más goles de visita de Madagascar. Pero en el minuto 90 y tres de adicional, Tchomogo marcó el gol del 3-2 y la clasificación de Benín.

El penal de Wome

Sin duda la eliminatoria de Alemania 2006 pasará a la historia por el episodio del Camerún-Egipto. Por el Grupo D final, el 8 de octubre de 2005 Costa de Marfil y los Leones Indomables definían en la última fecha el único pase a la Copa. Los cameruneses llevaban un punto, pero los marfileños derrotaron a Sudán 3-1 de visitantes. Entonces debían vencer a Egipto en Yaooundé. Rodolphe Douala los puso arriba a los 20 minutos, pero Mohamed Shawky igualó para los egipcios a los 79, lo cual daba el lugar a Costa de Marfil. Sin embargo, en la última jugada del partido, Camerún tuvo un penal para regresar al Mundial. Pierre Wome fue el encargado y su tiro pegó en el poste y salió, con lo que Costa de Marfil se clasificó. Injustamente, Wome fue luego criticado y vándalos rompieron su casa y su auto.

Repetición de Uzbekistán-Bahréin

En Asia, Uzbekistán y Bahrein habían sido terceros de sus grupos finales, por lo que jugarían un repechaje y el ganador enfrentaría al cuarto de la CONCACAF. En la ida el 3 de septiembre de 2005, los locales uzbecos iban 1-0 y tuvieron un penal que Djeparov marcó, pero el árbitro japonés Toshimitsu Yoshida lo anuló por acción antirreglamentaria y cobró tiro libre para los árabes. La FIFA decidió repetir el encuentro, que se jugó el 8 de octubre y finalizó 1-1. En la vuelta, empataron sin goles y Bahrein fue al repechaje con Trinidad y Tobago, que perdió.

Islas Salomón casi pisa el Centenario

La eliminatoria de Oceanía contó varias sorpresas. Vanuatu le ganó 4-2 a Nueva Zelanda dejándolo afuera, y sobre todo, Islas Salomón llegó a las finales con Australia, cuando siempre eran los neocelandeses quienes estaban. Los salomonenses perdieron 0-7 y 1-2 con los Socceroos y quedaron eliminados. Si hubieran pasado, hubieran jugado contra Uruguay en el estadio Centenario…

No nos gusta la mascota

La mascota del Mundial 2006 era Goleo, un leoncito con la camiseta alemana. La gente no gustó de la figura porque representaba un león, típico de Inglaterra, en lugar de un águila, ave originaria de la región. Las ventas de la mascota no fueron las esperadas y la empresa responsable quebró.

La Fanfest

Por primera vez se organizaron las Fanfests, reuniones de hinchas para ver los partidos en lugares estratégicos, realizadas principalmente por la FIFA, debido a la enorme demanda de entradas para los encuentros.

Elizondo histórico

Horacio Elizondo fue el representante argentino entre los árbitros. No sólo fue quien más dirigió por nuestro país en los Mundiales, con cinco encuentros, sino que lo hizo en el partido inaugural y en la final, donde expulsó a Zinedine Zidane por su cabezazo al italiano Materazzi. También mostró la tarjeta roja al checo Ujfalusi y al inglés Wayne Rooney, y le dio un penal a Ghana contra República Checa. Además, tuvo un desempeño polémico en Suiza-Corea del Sur, al convalidar el primer gol suizo de Senderos en posición dudosa, que luego se corroboró que fue lícita.

El fantasma Serbia y Montenegro

Serbia y Montenegro eran en 2006 las únicas dos ex repúblicas de la antigua Yugoslavia que aún no eran independientes. En su momento compitieron como República Federal de Yugoslavia en Francia 98 y quedaron afuera en las eliminatorias de 2002. Para 2006, ya con su nueva denominación, le ganaron el grupo a España y se clasificaron. Pero el 3 de junio de 2006, sólo seis días antes del Mundial, Montenegro declaró su independencia, y dos días más tarde se oficializó la disolución de la Federación serbomontenegrina. El combinado jugó igual, con menos futbolistas, polémicas internas y tan bajo nivel que perdió los tres partidos, incluyendo el 0-6 con Argentina. Luego, cada uno siguió su propio rumbo como país y como selección.

Primer gol de Messi

Lionel Messi había saltado a la fama en el verano de 2005 con la selección argentina Sub 20 en el Sudamericano de Colombia. Pronto se notó su talento y José Pekerman lo llevó a la mayor, y luego al Mundial, donde entraba en los segundos tiempos. Como suplente, Leo hizo su primer gol en los Mundiales, en la goleada a Serbia y Montenegro, el sexto del 6-0 a los 90 minutos.

El gol antológico de Cambiasso

Ese encuentro con los balcánicos dio para todo. Como el espectacular gol de Esteban Cambiasso, por fin incluido en un Mundial, que a los 31 minutos, tras unos 24 pases de compañeros, marcó de gran forma el segundo del 6-0.

Angola a dos goles de los octavos

Angola fue uno de los exóticos debutantes en Alemania. Y realizó tan buena campaña que estuvo muy cerca de jugar con Argentina los octavos de final. En la última fecha le ganaba 1-0 a Irán y México perdía con Portugal, pero debía marcar dos goles más para clasificarse por mejor diferencia de tantos. Finalmente terminó 1-1 y se quedó afuera, pero muy cerca de enfrentar a la Selección, con quien había disputado un amistoso un mes atrás en Salerno, Italia.

Mundial a la roja viva

Una de las cosas que hizo deslucido al torneo fue el récord de expulsados. Nada menos que 27 tarjetas rojas se mostraron, algunas incorrectamente. De ellas, cuatro en un partido y tres en otros dos.

Cuatro rojas en un partido

Fue la penosa marca que se les ocurrió establecer a Portugal y Holanda por los octavos de final. El juez ruso Ivanov expulsó a Costinha y Deco por los lusos y a Boulahrouz y Van Bronckhorst por los holandeses. Especialmente escandaloso lo de Boulahrouz, que dio una real patada voladora a un rival. También Deco, compañero de Messi en Barcelona, se hizo echar tontamente.

Tres amarillas al mismo

Cómico episodio arbitral se dio en Croacia-Australia de la primera ronda. El inglés Graham Poll, que le anuló mal dos goles a Italia en 2002, amonestó tres veces al croata Simunic, hasta que corrigió el error y finalmente lo expulsó.

DT de Togo se quiso ir

Togo, otro de los exóticos nuevos, había echado al entrenador nigeriano Stephen Keshi, que les dio el pase, por el alemán Otto Pfister. A poco del debut en Alemania, los futbolistas acusaron a la Federación de no haber pagado premios. Viendo la tensa situación, Pfister dijo que “no aguantaba más” y renunció, pero por pedido de sus dirigidos y de la entidad retomó el cargo y condujo al equipo de los Gavilanes en su presentación, sellada con tres derrotas ante Corea del Sur, Suiza y Francia. Incluso, antes del encuentro con los suizos, los jugadores amenazaron con no presentarse por el problema aún no resuelto y la FIFA tuvo que mediar para que lo hicieran.

Lehmann atajapenales con papel

El famoso cuarto de final entre Alemania y Argentina se definía por tiros desde el punto penal. El longevo arquero local Jens Lehmann tenía un papel donde había anotado cómo y adónde remataba cada jugador argentino. Antes de cada tiro albiceleste, Lehmann sacaba el papel (“machete” como se lo llama en Argentina) y se informaba, y luego intentaba detenerlo. Vaya si la estrategia le dio resultado: atajó a Roberto Ayala y a Cambiasso y Alemania pasó a las semifinales.

Roberto Carlos con las medias y gol de Francia

La victoria de Francia sobre Brasil en cuartos fue uno de los impactos del torneo. El gol fue a los 11 minutos del segundo tiempo, cuando un tiro libre de Zidane fue rematado por Henry. En el momento del centro, el gran Roberto Carlos estaba acomodándose las medias y no pudo ayudar en el área, y Brasil quedó eliminado cuando era campeón casi seguro.

Errores arbitrales 2006

Un superclásico de la Copa, por cierto no muy lindo. Aparte de lo de Croacia-Australia, el experimentado alemán Markus Merk cobró un penal inexistente para Ghana ante Estados Unidos, que le dio el triunfo y el pase a octavos. El mexicano Benito Archundia, hijo de otro referí mundialista, le anuló mal dos goles a Francia ante Corea del Sur. Y el eslovaco Lubos Michel tuvo una floja tarea en Alemania-Argentina.


HISTORIA MUNDIAL: ALEMANIA 2006

No sólo Italia había andado bajo en los anteriores Mundiales, hasta con turbia eliminación en 2002. En mayo de 2006, un mes antes de una nueva participación, la policía descubrió una red de managers de clubes importantes como Juventus y Milan que arreglaban nombramientos de árbitros para favorecerlos. Algunos jugadores de la azzurra, como el ya consagrado arquero Gianluigi Buffon, estaban bajo sospecha. Así fue el viaje a Alemania. Sin embargo, y a pesar de un camino irregular, la selección de Marcello Lippi terminó consagrándose por cuarta vez campeona del mundo, un título inolvidable por donde se lo mire.

Para el segundo Mundial del siglo XXI, Alemania, Inglaterra e incluso Sudáfrica se postularon, pero los liderados por el mismísimo Franz Beckenbauer ganaron el derecho por segunda vez tras el de 1974. Entonces la reunificada Alemania se preparó con todo su potencial, al punto de construir un nuevo estadio en Munich, el majestuoso Allianz Arena, que reemplazaba al legendario Olímpico de la final 74. También se hicieron y reformaron otros y se realizaron distintos eventos culturales sobre el país. Además, la selección del ex campeón mundial Jürgen Klinsmann era candidata, a pesar de que sólo el 3 por ciento de la gente creía en un título.

Hasta tierra germana llegaron 31 países y no 30, porque injustamente la FIFA decidió que de allí en adelante el campeón debía jugar las eliminatorias. Por suerte, Brasil no tuvo líos y le ganó el primer puesto de la CONMEBOL a la siempre enredada Argentina, primero de Bielsa y luego de José Pekerman. Mientras, Ecuador ratificaba su proeza de 2002 con una nueva clasificación. Pero la estrella fueron los debutantes, nada menos que ocho. De ellos, cuatro fueron desde África: Togo, verdugo de aquel sensacional Senegal; Costa de Marfil, sobre Camerún y Egipto; Angola que bajó a Nigeria y Ghana. También hubo novedades en Europa, con el regreso de Holanda, las ausencias de Bélgica y Turquía, el tercero de 2002, y los estrenos de dos ex integrados del este: Ucrania, de la ex Unión Soviética, y República Checa, una de las que eran Checoslovaquia. Además, Serbia y Montenegro representaba lo que quedaba de Yugoslavia y mandaba a España al repechaje. Y el otro inédito era Trinidad y Tobago, que batió a Bahrein en un loco playoff. En cambio, Uruguay, muy bien dirigido por Jorge Fossatti, perdía en esa instancia con Australia, que regresaba a la Copa luego de su antigua experiencia alemana.

Por primera vez en los Mundiales, el local y no el campeón era quien abría el torneo. El 9 de junio en el Allianz Arena, Alemania venció 4 a 2 a una digna Costa Rica, con el arbitraje del argentino Horacio Elizondo, que junto al uruguayo Jorge Larrionda marcaría presencia récord en la historia. Con los goles de Miroslav Klose y el joven Lucas Podolski, los locales ganaron su zona y fueron acompañados por Ecuador, que derrotó a Polonia y a los ticos para un histórico pase de ronda. Los pesados no tuvieron problemas obteniendo su grupo, entre ellos Argentina y Brasil. Inglaterra dejaba afuera a Paraguay, Italia eliminaba a los checos y la Francia de Zidane, el Portugal de Cristiano Ronaldo y España pasaban tranquilos. Los novatos quedaron en nada, salvo Australia que dejó a Croacia en vibrante 2-2, y Ucrania que sólo pudo vencer a Túnez y a Arabia Saudita.

El Mundial mostraba una carencia de jerarquía notable, en goles y en juego. Y se prolongaría a lo largo de las fases siguientes. En las eliminatorias directas se terminaba el gol de oro, ni siquiera el loco de plata de la Eurocopa 2004. Y en el mejor encuentro de los octavos de final, Argentina batía al México de Ricardo La Volpe con golazo de “Maxi” Rodríguez en alargue. En otro recordado, Francia remontó y dejó afuera a España, y Ucrania y Suiza protagonizaron un choque inédito, que dio el triunfo de los ucranianos, lo que hizo llorar de emoción a su técnico, el gran Oleg Blojin. Choque fue el de Portugal y Holanda, con cuatro tarjetas rojas y el éxito de los de Cristiano Ronaldo. Inglaterra despidió a un excelente Ecuador, Italia pasó con un penal dudoso sobre la hora ante Australia y Alemania y Brasil no se despeinaron para seguir en carrera.

Argentina tenía la constelación de los títulos Sub 20 de Pekerman. Entre ellos el chico del Barcelona, un delantero llamado Lionel Messi, que solía entrar en los segundos tiempos. El 30 de junio en Berlín, por los cuartos, el rival por el título soñado era nada menos que Alemania, primera vez que se veían en los Mundiales desde la famosa final del 90. En el arranque del complemento, Argentina se puso arriba por el cabezazo de Roberto Ayala, que disputaba su primera cita tras la malograda de 2002. Pero el arquero, el “Pato” Abbondanzieri, se lesionó y fue reemplazado por Franco, lo mismo que Juan Román Riquelme, en su única y deslucida presencia mundialista. El equipo se descuidó en u nlateral y Klose igualó faltando diez minutos. Jugaron treinta más, llegaron a los penales y los yerros argentinos y el papel del guardameta Lehmann (ver aparte) dieron el triunfo al local. Argentina se iba invicto, pero con toda la pena. Junto a los alemanes, estarían los italianos, que goleaban a Ucrania, y dos inesperados: Francia, que con cátedra de Zidane derrotaba al invencible Brasil de Parreira, y Portugal, que usaba los penales para eliminar a Inglaterra, donde Elizondo expulsó al gran Wayne Rooney.

A pesar de pocos goles y flojos partidos, las finales dieron lo suyo. En la primera semifinal, Alemania era candidato sobre Italia para ir a otra decisión. El partido fue tan parejo que entró en el alargue, que parecía desembocar en nuevo desempate desde once metros. Pero a los 118 minutos, el lateral Fabio Grosso enganchó una volea en el área y abrió el marcador. Y con el anfitrión loco en ataque, un contragolpe perfecto y Del Piero hizo el segundo y un triunfo impresionante, que ponía a la Italia que nadie esperaba en el lugar de los germanos. AL día siguiente, un penal de Zidane le dio el pase a Francia sobre Portugal, en pésimo encuentro. Los alemanes, igualmente, se subieron al podio otra vez, al vencer a los lusos por el tercer puesto, aunque Klinsmann dejó la selección por su ayudante Joachim Löw.

El 9 de julio, Argentina festejaba su aniversario de la independencia mirando la gran final. En el Olímpico de Berlín, con el histórico arbitraje de Elizondo, Francia era claramente el favorito y se puso arriba con otro penal de Zidane. Pero enseguida Marco Materazzi igualó para Italia de cabeza tras córner, y a pesar de intentos de ambos lados, el partido fue a otro tiempo extra, para seguir aburriéndose aunque fuera una final. Y allí pasó lo más importante, cuando los goleadores fueron protagonistas. Materazzi insultó a Zidane y el 10 le dio un cabezazo en el pecho. Elizondo no lo vio, pero las pantallas de TV del estadio mostraron la acción. El asistente Darío García le contó lo sucedido y el juez expulsó a Zidane, que así se despedía del Mundial y del fútbol, lo que ya había anunciado. Francia hizo lucir a Buffon con un par de entradas, pero el 1-1 siguió a los tiros desde el punto del penal. Y allí, otro argentino fue inesperado villano: David Trezeguet, campeón con Francia en el 98, erraba su lanzamiento que pegó en el travesaño y picó afuera. Y Fabio Grosso, el mismo del golazo a Alemania, era quien con el último marcaba el 5-3 y el cuarto título italiano, tan incrédulo como ése de 1982. Sobre las sospechas, su irregularidad, los pronósticos, Italia era el campeón. Una luz para tanta oscuridad.


sábado, 2 de junio de 2018

VIVIR EN EL XXI CON VALORES DE ANTES

Una tarde en el cybercafé de mi Carapachay, mientras usaba Internet y toda su artillería, charlaba con el dueño del lugar, el copado Daniel, de cómo sería la vida ideal. El alto macanudo me contestó: "Yo viviría con la tecnología de hoy, pero con los valores de los años 20". La verdad, como suele decirse ahora, me hizo ruido. Vivir en el loco mundo de hoy con valores de antes, ¿será posible? Yo creo que sí, si esta sociedad bajara a aquella época seguro que se puede. Como siempre digo, la hiperultratecnología del MP4, el 4G o el 3Z último modelo y qué sé yo qué chino básico más no tiene por qué ocultar los valores humanos. Pero como tanto lo hace, y las personas le dan el OK hablando por celular cosas privadas en el colectivo, entonces es muy difícil. Así está la sociedad, las familias, la gente, algunos cristianos. Los valores no tienenn último modelo, no se compran con ninguna aplicación, pero lamentablemente se han quedado en el tiempo. Está en cada uno de nosotros, desde nuestra capacidad del alma, traerlos al siglo XXI. Si no, como los aparatos viejos, quedan en el olvido.

jueves, 31 de mayo de 2018

ARGENTINA, EL PAÍS DEL VETO Y EL ABORTO

Con dolor, con bronca, pero nunca con resignación, veo cómo están las cosas de mal en peor en mi Argentina. No soy político, eso es casi imposible, no qiero formar parte de esa clase, pero sí como vos, como usted, soy un hombre estafado por estos señores gobernantes. Que están dejando la imagen de un país cada vez más rota. Argentina, en lugar de ser la tierra que supimos ser, es el país de la mentira, de los discursos, de la grieta, de los tarifazos. De volver a pedirle plata alFMI, irresponsabilidad que puede ser muy grave. Y ahora también, somos el país del veto a las leyes, después de la vergüenza (una más) de este mediodía de darle OK a los miles de pesos de luz y gas. Y ahora también somos el país del aborto, que está bárbaro, perfecto, es más, estamos ajustando la ley para matar más niños. Doloroso, triste, molesto, pero así somos. Que la sociedad, vos, yo, usted, diga basta a tanta infamia. NO de gobernantes, de seres humanos. Y de mujeres.

domingo, 27 de mayo de 2018

RAREZAS DEL MUNDIAL 2002

Barbados y un par de sorpresas

En las eliminatorias hubo varias apostillas. Una fue Barbados, el país del Caribe, que por la CONCACAF eliminó a Cuba por penales tras sendos empates, uno de ellos con la presencia de Diego Maradona, entonces en Cuba por tratamiento antidrogas. Y en la ronda semifinal obtuvo un gran triunfo 2-1 sobre Costa Rica.

El desempate Costa Rica-Guatemala

Un curioso resultado se produjo en ese grupo E. Como Costa Rica y Guatemala quedaron igualados en todos los ítems, debieron jugar un desempate en Miami el 6 de nero de 2001, que los costarricenses ganaron 5 a 2. Luego se adjudicarían el hexagonal final con triunfo ante México en el estadio Azteca.

Bilardo clasifica a Libia

Carlos Bilardo, que no estaba dirigiendo con frecuencia, fue contratado por el dictador Muamar El Gadafi para dirigir a Libia en su partido de la primera ronda africana ante Malí. La experiencia le fue muy bien: tras ganar 3-0 de local en Trípoli, cayó 1-3 en Bamako pero pasó por diferencia de gol. Ya sin el DT campeón 86 y subcampeón 90, Libia quedaría eliminado por Camerún.

Las maxigoleadas de Irán y Australia

Si hubo apostillas notorias en las eliminatorias 2002, fueron las tremendas goleadas de Irán y Australia. El 24 de noviembre de 2000, como local en Tavriz, los iraníes le hicieron 19- 0 al novato Guam. Y el 11 de abril de 2001, en su reducto de Coffs Harbour, Australia produjo el famoso 31- 0 ante Samoa Estadounidense, donde su rival actuó con futbolistas juveniles por ausencia de otros por estudios. Sin embargo, tanto Irán como Australia quedaron afuera en repechajes con Irlanda y Uruguay.

La gran campaña de Liberia

Comandado por su actual presidente George Weah, Liberia estuvo a punto de su primer Mundial. Llevaba cinco puntos sobre Nigeria en el Grupo 3 afrricano, hasta que perdió con las Aguilas 0-2 de visitante y 1-2 con Sudán de local. Igual la peleó hasta lo último, siendo segundo de los nigerianos por un punto.

Guinea afuera por la FIFA

En esa misma instancia, Guinea le peleaba palmo a palmo a Sudáfrica, hasta que en marzo de 2001 la FIFA lo suspendió debido a la remoción del gobierno guineano de los dirigentes de su Federación, acción prohibida por la entidad.

Rebeldes sin Mundial

Dos grandes futbolistas fueron desafectados de sus selecciones. Antes del debut de Irlanda, el técnico Mick McCarthy expulsó a Roy Keane, quien había dicho que no gustaba de la forma de juego del entrenador. Y en Eslovenia, el talentoso Zlatko Zahovic fue reemplazado en el estreno con España, y luego se agredió con el DT Srecko Katanec en un entrenamiento, por lo que también se tuvo que ir.

Suecos a los golpes

Suecia era uno de los rivales de Argentina. En una práctica, el defensor Olof Mellberg hizo una dura entrada al astro Fredrik Ljungberg. Éste se dio media vuelta y le propinó un puñetazo. Luego ambos se disculparon y eliminaron a la Selección.

Ayala afuera

Roberto Ayala iba a jugar por Argentina su segundo Mundial. Era el baluarte de la línea de tres de Bielsa. Pero en el calentamiento antes del debut con Nigeria, sufrió una lesión muscular que lo marginó no sólo del primer partido, sino del torneo.

Caniggia expulsado en el banco

Durante todo mayo de 2002, el país estuvo pendiente de si Claudio Caniggia, entonces en el Rangers de Escocia, iría al Mundial por una lesión. Finalmente Bielsa lo incluyó pero como suplente. Tenía la chance de jugar su última Copa, tras no estar en el 98. Pero a poco de empezzar el segundo tiempo contra Suecia, Caniggia insultó al cuarto árbitro, el jamaiquino Peter Prendergast, no sabiendo que el juez entendía español. Prendergast llamó al emiratí Bujsaim y éste lo echó del banco. Así terminó la vida de los Mundiales para el gran Claudio Paul.

Cómo ayudaron a Brasil

Los yerros arbitrales fueron la estrella de la Copa asiática, y ahora hasta por equipos. Brasil fue pentacampeón brillante, pero con algo de ayuda. En el debut con Turquía, a cuatro minutos del cierre, el surcoreano Kim Joo Young le dio un penal dudoso que Rivaldo marcó en el gol del 2-1. Por la acción fue expulsado el turco Ozalan, y sobre la hora, su compañero Unsal arrojó la pelota y le pegó apenas a Rivaldo, que se tomó la cara simulando, y Unsal vio la roja. Peor aún fue lo sucedido ante Bélgica en octavos de final, donde con el encuentro 0-0, el jamaiquino Prendergast le anuló un gol al belga Sonck por foul inexistente, y Brasil ganó 2 a 0.

Cómo ayudaron a Corea

Lo que recibió Corea del Sur fue escandaloso. En los octavos de final con Italia, con el partido 1-1 y en el alargue, el ecuatoriano Byron Moreno anuló un gol a Damiano Tommasi por offside inexistente, lo que hubiera sido el pase para la azzurra. Y sobre todo expulsó a Francesco Totti por entender simulación, cuando el astro de la Roma había CAÍDO en el área en un probable penal. Luego Corea ganó 2-1. Peor fue contra España en cuartos de final, cuando el egipcio Gamal Ghandour invalidó sin razón dos goles a los españoles, uno de Baraja en el tiempo reglamentario y otro de Morientes en el alargue que hubiera valido la clasificación a semifinales para los de José Camacho. El encuentro terminó 0-0 y el local se impuso por penales. Con los años, se demostró que esos triunfos fueron arreglados para favorecer a Corea del Sur, con la complicidad de directivos de la FIFA.

Cómo perjudicaron a Italia

La pobre Italia no sufrió sólo contra Corea. En la primera fase le anularon nada menos que cuatro goles, dos contra Croacia y otros dos contra México, aunque pudo pasar a jugar los octavos. Después, el escándalo por el que los italianos denunciaron el arreglo. Ahí le anularon otro más, con lo que sumó el penoso récord de cinco.

Otros bloopers de jueces

Quédense tranquilos, hay más. El español López Nieto mostró nada menos que 16 tarjetas amarillas y dos rojas, algunas incorrectas, en el Alemania-Camerún de la primera ronda. Argentina recibió el regalo de un penal contra Suecia por simulación de Ortega, que derivó en el empate de Crespo, que invadió ilícitamente la zona. Y para decorar, Estados Unidos marcó un gol lícito con Alemania en cuartos de final, la pelota pegó en el travesaño y picó adentro, pero el escocés Hugh Dallas no lo dio y los alemanes ganaron y siguieron.


HISTORIA MUNDIAL: COREA JAPÓN 2002

Llegó el promocionado tercer milenio y el siglo XXI, tiempo de cambios en el mundo. También en el Mundial de fútbol, que por primera vez viajaba a otro continente que no era Europa ni América. En 2002, Corea del Sur y Japón, en Asia, fueron los dos primeros en organizar juntos la Copa del mundo. Hasta el Lejano Oriente debieron viajar 30 países, incluido el campeón (Francia) por última vez directo. Y en un torneo de tantos inéditos inesperados, fue sin embargo un grande, Brasil, que lo ratificó por quinta vez con otro brillante título.

Enfrentados desde la Segunda Guerra Mundial, coreanos y japoneses pelearon a brazo partido qién se quedaba con la sede, hasta que a mitad de los 90 la FIFA, como de costumbre, arregló todo y les dio el honor a ambos, como lo hizo la UEFA en 2000 con la Eurocopa de Bélgica y Holanda. Así que los dos trabajaron fuerte para convertir su poca tradición futbolística en un evento de proporciones, tanto que se construyeron 18 estadios nuevos, distribuidos en las 20 sedes, diez en cada país, con el inicio en Corea y la final en Japón.

Fue un Mundial muy especial, ya desde las eliminatorias. Gracias al constante aumento de nuevos miembros, la FIFA contó con 199 inscriptos, con lo que se dieron los debuts de nombres como Andorra, Turcas y Caicos, Vanuatu y la histórica vuelta de Palestina. Las mayores notas sonoras fueron en Europa: Eslovenia, de la ex Yugoslavia, llegaba por primera vez por sobre Rumania, mientras Holanda era eliminado. Alemania padeció un sopapo histórico (1-5) con Inglaterra y debió meterse por el repechaje. Turquía regresaba después del 54 dejando a Austria, y la misma Yugoslavia quedaba marginada. En Sudamérica, mientras Argentina no tenía problemas bajo el mando de Marcelo Bielsa, Ecuador gritaba su primer pase. Colombia no fue y Uruguay por fin sí, aunque empezó a vivir de repechaje con Australia. Otros dos nuevos fueron Senegal, sensación en África, y China, la potencia mundial que al fin llegaba, justo en el Mundial asiático.

Desde aquel 31 de mayo, los sudamericanos tuvimos que acostumbrarnos a los madrugones para ver el Mundial, cosa que era de los juveniles. En el Seúl World Cup de la capital surcoreana, fue Senegal quien dio el primer golpe batiendo a Francia, que no tenía a Zidane lesionado. De a poco, esos apellidos raros y esa camiseta amarilla serían la revelación de la Copa, al punto de casi ganarle a Dinamarca y tener 3-0 a Uruguay. Los franceses se fueron en la peor campaña de un campeón reinante sin un gol, y los celestes dejaron hasta lo último de sus almas en el épico 3-3 con los africanos, pero el remate desviado del "Chengue" Morales los eliminó. El otro impacto fue Argentina, que venía casi perfecto, pero los caprichos tácticos de Bielsa y errores en momentos claves produjeron la humillación de irse en la primera ronda tras 40 años, al no poder derrotar a un tal Suecia en el último partido. Y eso que estaban Aimar, Zanetti, Verón, Ortega, Batistuta, Crespo, el "Kili" González, el "Piojo" López. En cambio, España, Brasily Alemania ganaban sus grupos. Inglaterra era segundo sobre Argentina, mientras Italia se metía con problemas y perjudicado por los árbitros. Ecuador hacía gran papel a pesar de su eliminación, dando trabajo contra los azzurros y derrotando a Croacia. Y los exóticos locales pasaban primeros de sus zonas, Corea gracias a talentos y a jueces y Japón con triunfos sobre los menores Rusia y Túnez.

Argentina y Uruguay, entonces, veían por TV o por la novedosa Internet lo que sucedía a miles de kilómetros. Desde los octavos de final, los dudosos arbitrajes terminaron siendo estrellas (ver aparte), influyendo para el triunfo de Brasil sobre Bélgica, el avance de Corea del Sur sobre Italia y España, la victoria de Alemania sobre un genial Estados Unidos. Igual, Ronaldo y Rivaldo lideraron al Brasil de Felipao Scolari hasta las finales, mientras Michael Ballack y Oliver Neuville lo hacían con la Alemania de Rudi Voeller, ahora entrenador. Senegal y Turqía fueron protagonistas, pero los africanos no pudieron con los turcos, que con el gol de oro los dejaron afuera. Los surcoreanos, tras la derrota de sus vecinos en octavos, alcanzaban un tan brillante como turbio lugar entre los cuatro mejores.

Las semifinales vieron a dos campeones contra dos revelaciones. Los campeones se impusieron, pero no les fue tan sencillo. Ronaldo, en su apogeo tras una seria lesión, le dio a Brasil el segundo triunfo sobre Turquía, que coronaba una campaña increíble con un tercer puesto. Corea esta vez no tuvo la ayuda arbitral, pero hizo todo para poner en aprietos a Alemania, que con gol de Ballack volvía a la final, la primera desde su reunificación. Ballack, por su parte, no jugaría la decisión por su segunda tarjeta amarilla.

Tras el entretenido 3-2 de los turcos para su podio, el helado 30 de junio en Argentina era el encuentro cumbre. En el Yokohama International Stadium se encontraban dos tradicionales escuelas: el fútbol ofensivo de Brasil y la defensa y eficacia alemana. Todo iba muy parejo hasta el descanso, cuando la FIFA resolvió anunciar que el mejor jugador del Mundial era el arquero alemán Oliver Kahn. Veintidós minutos después, en el segundo tiempo, Kahn dio rebote a un tiro de Rivaldo, tan largo que Ronaldo aprovechó y desniveló el partido. Y el gran goleador del Inter italiano puso minutos más tarde la rúbrica con el 2-0, el título y la Copa del Mundo. NO era cualquier Copa. Con un conjunto lleno de estrellas, que ganó sus siete partidos, Brasil era campeón por quinta vez. Ni más ni menos, cinco veces grande allá en Asia.