Guyana y Antigua bajan a grandes caribeños
La segunda ronda preliminar de la CONCACAF para el Mundial de Brasil 2014 dio dos grandes sorpresas. Guyana y Antigua y Barbuda dejaron afuera a Trinidad
y Tobago y Haití, respectivamente, dos grandes del Caribe que además jugaron el torneo. Ambos nunca habían llegado hasta los tres grupos semifinales, donde
quedaron eliminnados por los gigantes de la zona. Antigua venció a los haitianos 1 a 0 en un estadio, Sticky Wicket Stadium de la capital Saint John´s,
usado para cricket, deporte de gran arraigo en la nación.
Etiopía y Burkina Faso tan cerca
Hablando de sorpresas, Etiopía y Burkina Faso lo fueron en la africana. Ambos arribaron a las llaves finales por los cinco lugares mundialistas. Los etíopes
cayeron con Nigeria en los dos encuentros, pero los burkineses vencieron a Argelia 3 a 2 en la ida. Sin embargo, al perder 1-0 en la vuelta, fueron eliminnados
por los goles argelinos de visita.
Cabo Verde se eliminó solo
Otra sensación de África era Cabo Verde, que jamás había llegado tan lejos como en 2013, donde en la cancha dejó segundo a Túnez y se metió en las llaves
finales para enfrentar a Camerún. Pero la mala inclusión del jugador Fernando Varela, suspendido por expulsión por varias fechas, le quitó los puntos del
triunfo con Guinea Ecuatorial y el gran 2-0 sobre los tunecinos a domicilio, y le dio a Túnez el pase para la decisión mundialista.
No al Morumbí
Entre los estadios preseleccionados para el Mundial se encontraba el mítico Morumbií de Sao Paulo, donde en los últimos tiempos los clubes argentinos salieron
campeones de Copas Libertadores. Sin embargo, el gigante no contó con la financiación para su remodelación y se prefirió el Arena Corinthians, el nuevo
del “timao”.
Reloj que marca gol
Después del escandaloso no gol de Frank Lampard ante Alemania en Sudáfrica 2010, la FIFA aplicó una nueva herramienta tecnológica, el Sistema de Detección
Automática de Goles (DAG), que se usaba en un reloj que los árbitros tenían y que les marcaba cuando la pelota había pasado la línea de gol. Lástima que
no había un reloj para otros desastres arbitrales.
Errores arbitrales 2014
Por ejemplo, el inventado penal contra Neymar por el japonés Nishimura, que le dio a Brasil el segundo gol del 3-1 inaugural ante Croacia. El que no le
dieron a Irán contra Argentina sobre el cierre por falta de Pablo Zabaleta. El tanto de Odemwingie para el 1-0 de Nigeria a Bosnia en clamoroso offside.
El dudoso penal con el que en el tiempo adicional, Holanda venció a México en los octavos de final. Otra de Brasil, cuando el primer gol ante Colombia
en cuartos, de Thiago Silva, fue un aparente offside. Y qué hablar de la tremenda entrada del arquero alemán Neuer a Gonzalo Higuaín en la final: el italiano
Rizzoli no dio penal, ni roja, ni nada, sólo seguir.
El primer gol fue autogol
Curiosidad única en la historia se dio en el partido inaugural entre Brasil y Croacia. El primer tanto del torneo fue un autogol, señalado por Marcelo a
los 11 minutos para los europeos.
Cameruneses a los golpes
Camerún fue de nuevo una sombra en 2014. En su segundo partido perdió 0-4 con Croacia y se marchó una fecha antes. Para colmo, en tiempo agregado, Benoit
Assou Ekotto y Benjamin Moukandjo se recriminaron por una jugada del primero y terminaron agrediéndose, Assou-Ekotto con un cabezazo y Moukandjo con un
manotazo. Debió intervenir el veterano delantero Pierre Webo para separarlos. Al final, Camerún concluyó último entre los 32 participantes.
El episodio Luis Suárez
Ésta sí fue la mancha grande del Mundial 14. A poco del cierre entre Uruguay e Italia, Luis Suárez mordió al defensor Giorgio Chiellini. El árbitro mexicano
Marco Rodríguez no lo expulsó ni advirtió, pero la FIFA vio el video de la acción y resolvió de oficio suspender al delantero del Barcelona por ocho partidos
oficiales, con lo que lo sacó del campeonato, quitándole a Uruguay su principal argumento de triunfo.
El viejo Farid récord
El legendario arquero colombiano Farid Mondragón había sido titular en Francia 98. Dieciséis años más tarde, José Pekerman lo convocó para el plantel que
jugaría en Brasil. Y el 24 de junio ante Japón, Farid ingresó a los 85 minutos por el titular David Ospina y superó al camerunés Roger Milla como el futbolista
más veterano en disputar un partido de la Copa, con 43 años y 3 días.
Argelia y Nigeria rompen récords
África tuvo sus plusmarcas con Argelia, que en la segunda fecha del Grupo H goleó 4-2 a Corea del Sur, siendo el primer africano en marcar cuatro goles
en un partido. Luego, los argelinos y Nigeria fueron representantes del continente en octavos de final, con lo que África tuvo dos entre los 16 mejores
por primera vez.
Grecia accidentado
En su último cotejo con Costa de Marfil, Grecia debía ganar para pasar a octavos de final. Pero tuvo que padecer dos lesiones antes de los 24 minutos, con
lo que gastó dos cambios. A los 12 Samaris entró por Koné, y a los 24, el arquero Glikos sustituyó a Karnezis. Por suerte ganaron sobre la hora y se clasificaron.
La treta Tim Krul
Imborrable momento del torneo se produjo en el Holanda-Costa Rica de cuartos de final. Con el 0-0 iban a los penales. Entonces, el técnico holandés, el
enorme Louis Van Gaal, hizo ingresar a Tim Krul, tercer arquero del plantel, por Jasper Cillessen. El cambio sin duda surtió efecto psicológico en el
rival. Y en el resultado: Krul atajó los tiros de Brian Ruiz y Umaña y Holanda fue semifinalista ante Argentina.
Holanda usó los 23
No fue la única marca de la naranja, tercera al golear a Brasil. En ese encuentro, Van Gaal hizo entrar otro arquero más: Michel Vorm, nuevamente por Cillessen,
con lo que por primera vez desde que los planteles son de 23 jugadores Holanda utilizó a todos.
Klose, máximo goleador justo con Brasil
En el famoso 7-1 de Alemania a Brasil en la primera semifinal, Miroslav Klose consiguió su gol número 16, con lo que superó el récord de Ronaldo como máximo
goleador histórico de los Mundiales. Justo contra Brasil en Brasil, justo en el 7-1. Y justo sobre un brasileño, el gran Ronaldo.
Goles en descuento
Un raro clásico de Brasil 2014. De los 171 goles marcados, 13 fueron en el tiempo agregado. Seguro que el más recordado es el golazo de Messi a Irán, en
la primera fase, en el 90 +1.
Alemán sin memoria
En la final entre Alemania y Argentina, el mediocampista alemán Christopher Kramer chocó con Ezequiel Garay y perdió por un instante el conocimiento. AL
recuperarse, le preguntó al árbitro, el italiano Nicola Rizzoli, si se estaba jugando la final. Rizzoli entendió que Kramer había quedado mal del choque
y ordenó su reemplazo por André Schürrle, quien luego tiró el centro del gol de Goetze para el título.
La mala pata de Argentina
Todo el torneo la Selección sufrió con las lesiones, que le quitaron hombres claves para instancias claves. En el cierre de la primera fase con Nigeria,
Sergio Agüero tuvo un lío muscular y fue cambiado por Ezequiel Lavezzi a los 38 minutos. En los cuartos de final el infortunado fue Angel Di María, que
había hecho el gol del triunfo a Suiza en octavos y que salió a los 33 por Enzo Pérez. Agüero pudo recuperarse y entró en las finales, en cambio Di María
lo vio de afuera.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
martes, 12 de junio de 2018
HISTORIA MUNDIAL: BRASIL 2014
Fue un clásico que sólo el destino mundialista hizo posible. Alemania se cruzó varias veces en el camino de Argentina y le cortó sus sueños. Pasó en Italia
90, pasó en suelo germano en 2006. Había pasado en Sudáfrica en 2010. Y se volvió a dar en 2014 en Brasil, justo cuando la Selección llegó a su primera
final tras 24 años. Pero la fuerte escuadra teutona superó de nuevo en la decisión a la albiceleste y consiguió su cuarto título.
Brasil tuvo su segunda chance de volver a organizar la Copa del Mundo, tras la fatídica derrota del 50 y la ocasión del 86 en que se lo nombraba en lugar
del renunciante Colombia. Justamente ambos países sudamericanos fueron los postulantes, pero los colombianos declinaron y apoyaron, como los demás del
área, a la nación más grande del subcontinente. Así la FIFA le dio la sede en 2007, y así se pusieron a trabajar con infraestructura y estadios clásicos,remozados
y nuevos. Pero como en 2010, retrasos en las obras y protestas de la gente echaron dudas sobre la realización. Como siempre, la FIFA ratificó todo, y doce
lugares del enorme territorio hospedaron el torneo, entre ellos Río de Janeiro y su Maracaná, ya no tan majestuoso como en el 50.
El histórico campeón España y otros 31 países salieron airosos de otra concurrida eliminatoria, que no deparó muchas sorpresas. Los españoles, que en 2012
se llevaron la Eurocopa por segunda vez, mandaron a Francia a meterse por el repechaje, lo mismo que Rusia hizo con Portugal, que con un inolvidable triplete
de Cristiano Ronaldo venció a Suecia. De Europa fue el único debutante, Bosnia y Herzegovina, que dejó afuera a Grecia por diferencia de gol, mientras
Bélgica regresó tras dos ediciones. Argentina, dirigido por Alejandro Sabella, ganaba Sudamérica sobre Colombia, que volvía luego de 16 años, en tanto
Uruguay debió nuevamente pasar por repechaje, aunque más fácil con Jordania. México anduvo tan flojo que sólo pudo ir en la repesca con Nueva Zelanda.
Y África y Asia no presentaban muchas novedades, los mismos cinco africanos de 2010 y casi los mismos asiáticos, con la eliminación prematura de Arabia
Saudita.
En plena explosión de indignados con los altísimos costos del Mundial, con disturbios a pocas horas del inicio, el 12 de junio el Maracaná dio el puntapié
de salida. Brasil estaba obligado no sólo por su historia y por tener al crack Neymar, sino para borrar lo del 50. Pero desde ese debut con Croacia, su
bajo nivel y las ayudas arbitrales fueron su marca. Un penal escandaloso del japonés Nishimura le dio el triunfo en el estreno por 3 a 1. Y aunque México
le sacó un 0-0, pudo ganar la zona y junto a los aztecas clasificarse. El golpe más sonoro de la primera fase, el primero de los dos del Mundial, se dio
en el tremendo grupo B, donde el tan mentado España fue humillado por Holanda y el Chile de Jorge Sampaoli. En cambio, Colombia y Costa Rica construían
tareas excepcionales, los cafeteros llevándose el C con tres victorias y qué decir los Ticos frente a tres campeones, uno de ellos Uruguay, que pudo vencer
a Inglaterra e Italia, más allá del triste episodio de cuando Luis Suárez mordió al defensor Chiellini, que le valió una suspensión de ocho partidos. Los
americanos fueron los protagonistas de esa primera ronda, sólo Ecuador y Honduras no pasaron; entre ellos estuvo Argentina, que no tuvo problemas con Nigeria,
Bosnia e Irán gracias a cuatro goles de Messi. Francia, Alemania y Bélgica obtenían sus grupos con tranquilidad, en cambio Portugal se volvía a casa rápido
otra vez. Y África daba la nota al poner a dos, Argelia y los nigerianos, entre los 16 mejores.
Los octavos de final fueron los más curiosos de la historia. Nada menos que cinco de los ocho partidos se definieron después de los 90 minutos. Dos por
penales, uno Brasil sufriendo ante Chile que casi se lo gana en el 120 con un tiro de Pinilla en el travesaño, y el otro el gran pase de Costa Rica a cuartos
de final sobre Grecia, donde el madridista Keylor Navas fue figura. Y tres en alargue, los triunfos de Alemania y Bélgica sobre Argelia y Estados Unidos
y, sobre todo, el angustioso 1-0 de Argentina sobre Suiza con el golazo de Di María. Mientras tanto, Colombia tuvo un inspirado James Rodríguez y dos grandes
goles para dejar afuera a Uruguay. Francia aprovechó errores de Nigeria faltando 11 minutos, y Holanda agradeció un penal dudoso para superar a México,
otra vez sin quinto partido, en el tiempo agregado.
En los cuartos, Argentina tenía más desafío que antes del torneo: poder llegar por fin a los cuatro mejores. Y lo hizo con claro 1-0 sobre Bélgica. Esperaría
a Holanda, que se valió de la treta de poner a su arquero suplente para atajar penales y eliminar al sensacional Costa Rica. Brasil era ayudado con un
gol en offside para batir a Colombia, pero el 2-1 le salió tan caro como perder a Neymar por un choque con un rival que le provocó fractura lumbar y su
adiós del Mundial. En cambio, Alemania superó a Francia en partido muy cerrado y se metió de nuevo en semifinales.
Los de Joachim Löw iban contra Brasil en el Mineirao de Belo Horizonte, buscando dar un zarpazo como con Argentina en 2010 y llegar a la final. Y ese 8
de julio fue el otro golpazo del Mundial. Los alemanes se aprovecharon de un equipo deteriorado por la ausencia de Neymar y su mediocridad, le hicieron
cinco goles en el primer tiempo, cuatro en seis minutos, y con el 7-1 definitivo grabaron otro hito, el “Mineirazo”, como lo tituló la página web de la
FIFA. Para colmo, Miroslav Klose marcaba su gol 16 y superaba a Ronaldo, el astro local, como el máximo artillero de la historia. Fue quizá el hecho que
distinguió los recuerdos de ese 2014, con lluvia de críticas de la prensa, incidentes en todo el territorio y por supuesto la renuncia de Luiz Felipe Scolari
al banco. En tanto, Argentina quiso derrotar a Holanda pero recién pudo tras 120 minutos, cuando Sergio Romero fue alentado por Javier Mascherano: “Hoy
te convertís en héroe”, y al contener dos remates puso a los de Sabella en su primera decisión luego de la de Italia 90. Brasil quiso lavar sus heridas
en el tercer puesto, pero sólo agudizó sus miserias cayendo 0-3 con los holandeses.
Y la primera final de Argentina en 24 años tenía como rival al mismo de la última. Esa camiseta blanca era una pesadilla en los sueños albicelestes, pero
la Selección quería deshacerla. En partido que tuvo de todo en el Maracaná, estuvo a punto varias veces de batir al arquero Neuer, pero Higuaín comenzaba
su racha negra de goles fallados en finales con un mano a mano clarísimo, antes de que el 1 alemán le cometiera tremendo penal que el árbitro italiano
Rizzoli no dio. El germano Kramer chocó con el central Garay y perdió la memoria, así que se fue cambiado. Y Messi, cuando tenía que aparecer, lo hizo
poco y erró otra gran ocasión sobre los 90. El alargue parecía llevar a los penales semejante momento. Pero el ingresado Rodrigo Palacio no acertó otro
mano a mano, y a los 113 minutos, el alemán Schürrle le ganó a Mascherano con un centro que superó a la zaga y Mario Goetze, entrado antes de los 90, la
bajó y definió muy bien ante Romero, que había tenido otra gran actuación. Messi intentó igualar en la última, pero mandó un tiro libre a la tribuna. El
destino no era para él, a pesar de ser elegido Balón de Oro. Y Alemania, con justicia, se volvió a llevar de las narices de Argentina el título del mundo.
La parte 2 de aquella gesta del 90. Pero, como aquella vez, para la Selección fue casi un título.
90, pasó en suelo germano en 2006. Había pasado en Sudáfrica en 2010. Y se volvió a dar en 2014 en Brasil, justo cuando la Selección llegó a su primera
final tras 24 años. Pero la fuerte escuadra teutona superó de nuevo en la decisión a la albiceleste y consiguió su cuarto título.
Brasil tuvo su segunda chance de volver a organizar la Copa del Mundo, tras la fatídica derrota del 50 y la ocasión del 86 en que se lo nombraba en lugar
del renunciante Colombia. Justamente ambos países sudamericanos fueron los postulantes, pero los colombianos declinaron y apoyaron, como los demás del
área, a la nación más grande del subcontinente. Así la FIFA le dio la sede en 2007, y así se pusieron a trabajar con infraestructura y estadios clásicos,remozados
y nuevos. Pero como en 2010, retrasos en las obras y protestas de la gente echaron dudas sobre la realización. Como siempre, la FIFA ratificó todo, y doce
lugares del enorme territorio hospedaron el torneo, entre ellos Río de Janeiro y su Maracaná, ya no tan majestuoso como en el 50.
El histórico campeón España y otros 31 países salieron airosos de otra concurrida eliminatoria, que no deparó muchas sorpresas. Los españoles, que en 2012
se llevaron la Eurocopa por segunda vez, mandaron a Francia a meterse por el repechaje, lo mismo que Rusia hizo con Portugal, que con un inolvidable triplete
de Cristiano Ronaldo venció a Suecia. De Europa fue el único debutante, Bosnia y Herzegovina, que dejó afuera a Grecia por diferencia de gol, mientras
Bélgica regresó tras dos ediciones. Argentina, dirigido por Alejandro Sabella, ganaba Sudamérica sobre Colombia, que volvía luego de 16 años, en tanto
Uruguay debió nuevamente pasar por repechaje, aunque más fácil con Jordania. México anduvo tan flojo que sólo pudo ir en la repesca con Nueva Zelanda.
Y África y Asia no presentaban muchas novedades, los mismos cinco africanos de 2010 y casi los mismos asiáticos, con la eliminación prematura de Arabia
Saudita.
En plena explosión de indignados con los altísimos costos del Mundial, con disturbios a pocas horas del inicio, el 12 de junio el Maracaná dio el puntapié
de salida. Brasil estaba obligado no sólo por su historia y por tener al crack Neymar, sino para borrar lo del 50. Pero desde ese debut con Croacia, su
bajo nivel y las ayudas arbitrales fueron su marca. Un penal escandaloso del japonés Nishimura le dio el triunfo en el estreno por 3 a 1. Y aunque México
le sacó un 0-0, pudo ganar la zona y junto a los aztecas clasificarse. El golpe más sonoro de la primera fase, el primero de los dos del Mundial, se dio
en el tremendo grupo B, donde el tan mentado España fue humillado por Holanda y el Chile de Jorge Sampaoli. En cambio, Colombia y Costa Rica construían
tareas excepcionales, los cafeteros llevándose el C con tres victorias y qué decir los Ticos frente a tres campeones, uno de ellos Uruguay, que pudo vencer
a Inglaterra e Italia, más allá del triste episodio de cuando Luis Suárez mordió al defensor Chiellini, que le valió una suspensión de ocho partidos. Los
americanos fueron los protagonistas de esa primera ronda, sólo Ecuador y Honduras no pasaron; entre ellos estuvo Argentina, que no tuvo problemas con Nigeria,
Bosnia e Irán gracias a cuatro goles de Messi. Francia, Alemania y Bélgica obtenían sus grupos con tranquilidad, en cambio Portugal se volvía a casa rápido
otra vez. Y África daba la nota al poner a dos, Argelia y los nigerianos, entre los 16 mejores.
Los octavos de final fueron los más curiosos de la historia. Nada menos que cinco de los ocho partidos se definieron después de los 90 minutos. Dos por
penales, uno Brasil sufriendo ante Chile que casi se lo gana en el 120 con un tiro de Pinilla en el travesaño, y el otro el gran pase de Costa Rica a cuartos
de final sobre Grecia, donde el madridista Keylor Navas fue figura. Y tres en alargue, los triunfos de Alemania y Bélgica sobre Argelia y Estados Unidos
y, sobre todo, el angustioso 1-0 de Argentina sobre Suiza con el golazo de Di María. Mientras tanto, Colombia tuvo un inspirado James Rodríguez y dos grandes
goles para dejar afuera a Uruguay. Francia aprovechó errores de Nigeria faltando 11 minutos, y Holanda agradeció un penal dudoso para superar a México,
otra vez sin quinto partido, en el tiempo agregado.
En los cuartos, Argentina tenía más desafío que antes del torneo: poder llegar por fin a los cuatro mejores. Y lo hizo con claro 1-0 sobre Bélgica. Esperaría
a Holanda, que se valió de la treta de poner a su arquero suplente para atajar penales y eliminar al sensacional Costa Rica. Brasil era ayudado con un
gol en offside para batir a Colombia, pero el 2-1 le salió tan caro como perder a Neymar por un choque con un rival que le provocó fractura lumbar y su
adiós del Mundial. En cambio, Alemania superó a Francia en partido muy cerrado y se metió de nuevo en semifinales.
Los de Joachim Löw iban contra Brasil en el Mineirao de Belo Horizonte, buscando dar un zarpazo como con Argentina en 2010 y llegar a la final. Y ese 8
de julio fue el otro golpazo del Mundial. Los alemanes se aprovecharon de un equipo deteriorado por la ausencia de Neymar y su mediocridad, le hicieron
cinco goles en el primer tiempo, cuatro en seis minutos, y con el 7-1 definitivo grabaron otro hito, el “Mineirazo”, como lo tituló la página web de la
FIFA. Para colmo, Miroslav Klose marcaba su gol 16 y superaba a Ronaldo, el astro local, como el máximo artillero de la historia. Fue quizá el hecho que
distinguió los recuerdos de ese 2014, con lluvia de críticas de la prensa, incidentes en todo el territorio y por supuesto la renuncia de Luiz Felipe Scolari
al banco. En tanto, Argentina quiso derrotar a Holanda pero recién pudo tras 120 minutos, cuando Sergio Romero fue alentado por Javier Mascherano: “Hoy
te convertís en héroe”, y al contener dos remates puso a los de Sabella en su primera decisión luego de la de Italia 90. Brasil quiso lavar sus heridas
en el tercer puesto, pero sólo agudizó sus miserias cayendo 0-3 con los holandeses.
Y la primera final de Argentina en 24 años tenía como rival al mismo de la última. Esa camiseta blanca era una pesadilla en los sueños albicelestes, pero
la Selección quería deshacerla. En partido que tuvo de todo en el Maracaná, estuvo a punto varias veces de batir al arquero Neuer, pero Higuaín comenzaba
su racha negra de goles fallados en finales con un mano a mano clarísimo, antes de que el 1 alemán le cometiera tremendo penal que el árbitro italiano
Rizzoli no dio. El germano Kramer chocó con el central Garay y perdió la memoria, así que se fue cambiado. Y Messi, cuando tenía que aparecer, lo hizo
poco y erró otra gran ocasión sobre los 90. El alargue parecía llevar a los penales semejante momento. Pero el ingresado Rodrigo Palacio no acertó otro
mano a mano, y a los 113 minutos, el alemán Schürrle le ganó a Mascherano con un centro que superó a la zaga y Mario Goetze, entrado antes de los 90, la
bajó y definió muy bien ante Romero, que había tenido otra gran actuación. Messi intentó igualar en la última, pero mandó un tiro libre a la tribuna. El
destino no era para él, a pesar de ser elegido Balón de Oro. Y Alemania, con justicia, se volvió a llevar de las narices de Argentina el título del mundo.
La parte 2 de aquella gesta del 90. Pero, como aquella vez, para la Selección fue casi un título.
sábado, 9 de junio de 2018
COLECTA CÁRITAS: HAZ EL BIEN...
Este fin de semana se realizará como cada seis meses la Colecta de Cáritas Argentina, destinada a todas las obras que la entidad mundial hace para paliar la pobreza en nuestro país. Seguro será importantísima con este nuevo disparate del dinero del FMI que deberemos pagar. Por eso, invito a todos a pensar por un rato cómo se sentirían si estuvieran en la piel de alguien que no come, no vive, no tiene recursos. Conozco gente así, y ojo, no en el castigado interior, acá nomás en la rica Zona Norte de Buenos Aires. Casualmente hoy vi gente durmiendo bajo el puente de la Panamericana, cerca de casa. No nos hagamos drama si nuestro dinero no va adonde debe ir, Dios juzgará a aquéllos. Nosotros hagamos el bien sin mirar a quién, porque de una vez por todas, los argentinos debemos hermanarnos en serio, no con el Mundial, sino con la grave herida de la pobreza.
jueves, 7 de junio de 2018
VAYAN JUNTANDO 50.000 MILLONES PARA PAGAR AL FMI
Nuevo desastre ha hecho con el país que dice gobernar la gente que nosotros, en su mayoría, votamos en 2015. Hoy se acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un desembolso de, nada menos, 50.000 millones de dólares. Los señores que dicen gobernar sostienen que le viene bárbaro el dinero al país para la economía, el crecimiento, todo. Todo rosa, como siempre. Eso sí, los 50.000 "palos" hay que devolverlos, no es regalito del Señor. Así que, jubilados, madres recientes, niños de la pobre educación, laburantes, vayan juntando en alguna alcancía vieja que tengan unas moneditas, que entre todos pagaremos otro desfalco gubernamental más. Con ese dinero, ¿se reabrirán 3000 centros de jubilados cerrados? El FMI sabe, vos dejá, dormí tranquilo. Si podés.
MI SOBRINO MUNDIALISTA CUMPLE 20
Ya se viene el Mundial, y me trae un montón de recuerdos de mi vidaPor ejemplo el previo a Francia 98. Tres días antes del inicio de ese Mundial, el 7 de junio de 1998 por la noche, fui corriendo con mi familia, papá Rafael, mamá Anita, para una maternidad de Villa Ballester. Y allí, a eso de las 10 y media, mientras justo yo tomaba una gaseosa en la sala de espera, una doctora nos daba la gran noticia de que había nacido mi sobrino Juan Cruz. Con él vivimos el torneo, sufrimos con la eliminación de Argentina ante Holanda en cuartos de final y vino a casa el 7 de julio, en la semifinal Brasil-Holanda, justo en su primer mes de vida. Bueno, ese bebé morocho y mundialista es hoy un hombre hecho y derecho, estudiante, laburante, que hoy cumple 20 años. Juan Cruz, veinte años más tarde, sigue siendo el sobrino mundialista. A ver si ese 2018, en lugar del 98, nos trae un título…
miércoles, 6 de junio de 2018
RAREZAS DEL MUNDIAL 2010
Sudáfrica juega la eliminatoria
Sí, no es un error de información. Tal cual hiciera Italia con su propio Mundial en 1934, Sudáfrica jugó la eliminatoria para el de 2010. Pero esta vez
tuvo más lógica, ya que la previa de África contaba también para la Copa de Naciones 2010 en Angola. Curiosamente, los Bafana-Bafana terminaron segundos
en el Grupo 4 y eliminados de la CAN.
El gol que perdió Costa Rica ante uruguay
De nuevo Uruguay debió sufrir para entrar al torneo por el repechaje. Ahora fue con un país más cercano, Costa Rica, cuarto de la CONCACAF. La celeste había
ganado 1-0 en San José con gol de Diego Lugano y la tenía fácil en el Centenario. Más cuando Sebastián Abreu puso el 1-0. Pero enseguida Centeno igualó,
y a poco del cierre, el delantero Alvaro Saborío quedó solo con el arquero Muslera y desvió su tiro, que le hubiera dado el pase a los Ticos por más goles
de visitante. Uruguay se salvó y fue al Mundial, donde haría un cuarto puesto más que emotivo.
Estados Unidos con gol agónico metió a Honduras
La ruta de la CONCACAF fue tan pareja como dramática. Hasta último momento, Honduras y Costa Rica peleaban el tercer lugar directo y el cuarto a repechaje
con Uruguay. Los costarricenses llegaron a la última jornada con dos puntos de ventaja, visitando a Estados Unidos en Washington. Brian Ruiz los puso arriba
2-0 con un doblete en tres minutos, 20 y 23. Michael Bradley descontó, mientras Honduras ganaba sobre El Salvador de visita. Pero ese resultado no les
servía a los Catrachos. Hasta que en el tercer minuto agregado a los 90, Jonathan Bornstein marcó el 2-2 para los estadounidenses. Y Honduras quedó igualado
con Costa Rica, pero lo dejó afuera por mejor diferencia de gol.
La increíble eliminación de Arabia Saudita
También fue tremendo el final en Asia. Arabia Saudita y Bahrein habían finalizado terceros en los dos grupos finales, por lo que se enfrentaron para decidir
quién jugaría repechaje con Nueva Zelanda. En la ida en Bahrein igualaron sin goles, y en Riyadh, iban 1-1 hasta que a los 90 minutos más uno Al Montashari
marcó el 2-1 para los sauditas que los ponía en la repesca. Todo el estadio festejaba, cuando en la jugada siguiente, siempre en el descuento, Latif igualó
a 2 y fue Bahrein quien pasó, aunque luego cayó con los neocelandeses.
La última de Antillas Holandesas
Las Antillas Holandesas jugaron su última eliminatoria antes de su disolución. Por la segunda ronda preliminar de la CONCACAF, habían empatado con Haití
sin goles de visitantes, pero el 22 de junio de 2008 en Willemstad cayeron 1-0 y quedaron eliminnados. Dos años más tarde se separarían en cinco nuevos
municipios autónomos de Holanda.
Mano de Dios francesa
Un oscuro episodio manchó las eliminatorias de Europa. Francia debió jugar con Irlanda uno de los repechajes para clasificarse. Había ganado 1-0 en Dublin
y parecía cerrar todo en el Stade de France. Pero los irlandeses ganaron por el mismo marcador y obligaron a un alargue. En el minuto 103, Thierry Henry
bajó la pelota con la mano y habilitó al defensor William Gallas, que marcó el 1-1 y el pase francés. Irlanda se quejó ante la FIFA, pero la entidad se
lavó las manos y dejó el resultado tal como fue.
Las vuvuzelas
Uno de los símbolos que recuerdan al primer Mundial en África fueron sin duda las vuvuzelas, un instrumento musical autóctono que incorporaba una bocina
de camión, una especie de corneta pero mucho más potente. Así sonaron desde el primer partido al último, jugara quien jugara, atronando con su ensordecedor
sonido no sólo a protagonistas, sino a televidentes y periodistas.
El cabaret de Francia
Como en sus tiempos artísticos antiguos, Francia vivió en el Mundial un verdadero cabaret. El cuestionado técnico subcampeón de Alemania 2006, Raymond Domenech,
ponía o sacaba jugadores según su signo del Zodíaco, por eso Thierry Henry quedó afuera y sólo jugó el último encuentro, cuando ya estaban casi afuera.
Nicolas Anelka fue expulsado del plantel tras la derrota con México, por supuestos insultos al entrenador, lo que molestó a sus compañeros y derivó en
una pelea a golpes de puño entre el defensor Patrice Evra y el preparador físico. Y para decorar, cayeron de nuevo ante Sudáfrica y se fueron, como en
2002, en la primera ronda. No hace falta agregar que Domenech fue rápidamente destittuido.
Primer triunfo de Grecia
Grecia jugaba en Sudáfrica su segundo Mundial. Había estado en Estados Unidos 94 con tres derrotas, y no pudo llegar a Alemania 2006 después de su histórico
título europeo 2004. Comenzó en el Grupo B perdiendo de nuevo, ahora con Corea del Sur 2-0. Pero el 17 de junio consiguió su primer triunfo ante Nigeria,
cuando a pesar de estar en desventaja lo revirtió y ganó 2-1. Igual luego Argentina lo eliminó.
Otra novela de Palermo
Martín Palermo ya había dejado a todos boquiabiertos con sus hazañas en Boca, Villarreal de España y en la Selección argentina, con ese gol a Perú que ayudó
al angustioso pase del once de Diego Maradona a Sudáfrica. Pero le faltaba otra novela para su película. Con casi 37 años fue incluido entre los 23. Y
en el último partido del Grupo B ante Grecia, con el marcador 1-0 para la albiceleste, Maradona pensó en un cambio y lo charló con sus asistentes Alejandro
Mancuso y Héctor Enrique. Éstos dos querían colocar a Gonzalo Higuaín, uno de los tantos delanteros de jerarquía del plantel. La respuesta de Diego fue
: “¿Ah sí, ustedes quieren a Higuaín? Tráiganme a Palermo”. Y el “Titán” le respondió al técnico. Ingresó a los 80 minutos por Diego Milito, y en el cierre
del partido, de un remate de Messi, recogió un rebote en el arquero y marcó, con sus casi 37, su primer y único gol en la Copa del Mundo.
Los hermanos Boateng enfrentados
Una curiosidad se dio en el partido entre Alemania y Ghana de la primera fase. Los hermanos Jerome y Kevin-Prince Boateng nacieron en Berlín y de juveniles
representaron a su país natal, pero Kevin fue expulsado de la selección alemana Sub 21 por mala conducta. Entonces, en Sudáfrica jugaron frente a frente,
uno para cada país. Jerome lo hizo para los de Joachim Löw, mientras Kevin fue titular en Ghana.
El bancario neocelandés futbolista
Nueva Zelanda hizo su segunda aparición en los Mundiales, y entre sus jugadores contó con uno casi amateur. Andy Barron, empleado de un banco de profesión, ingresó
contra Italia sobre el minuto 90.
Drogba con codo nuevo
Didier Drogba lideraba a Costa de Marfil en su segunda Copa consecutiva. Días antes, en un amistoso con Japón, fue golpeado en un salto por un rival y se
fracturó el codo. Se recuperó lo mejor posible y con una protección en la zona, pudo entrar como suplente en el debut con Portugal. Luego jugó los otros
dos de la primera fase, donde su equipo se marchó.
Todos se reían de España con Suiza
España era, luego de su histórico título en la Eurocopa 2008, uno de los candidatos, además con la base del Barcelona galáctico de Guardiola. Pero en el
estreno un tal Suiza lo venció 1 a 0. La prensa española criticó duramente la actuación y un diario tituló “Baño de humildad”. Mientras tanto, en las redes
sociales, se reían de la derrota. Luego, la roja les tapó la boca a todos e hizo historia de nuevo, pero como campeón mundial.
Errores arbitrales 2010
Más de la cadena de errores decisivos de jueces, ahora en su capítulo 2010. Y clamorosos. El maliense Coulibaly le anuló mal a Estados Unidos un gol que
podía haberle dado el triunfo sobre Eslovenia. El guatemalteco Batres convalidó el del neocelandés Smeltz a Italia en offside. Lo mismo para el de Carlos
Tévez en Argentina-México, y ni hablar del del inglés Frank Lampard con Alemania. En el Uruguay-Ghana trepidante, el portugués Benquerença dejó pasar
duros fouls de los africanos, y Maxi Pereira cometió penal pero el juez no cobró nada. Para completar, en la final, el holandés Nigel De Jong le dio un
duro golpe al español Xabi Alonso que el británico Webb dejó pasar.
El gol de Tévez a México
Dos de esos errores merecen párrafo aparte por lo groseros, ambos en los octavos de final. Uno fue el primer gol de Argentina sobre México. Iban 26 minutos
y el marcador 0-0 cuando Carlos Tévez quedó solo con el arquero Pérez, remató, el “Conejo” dio rebote que fue a Messi, que tiró centro atrás, adonde estaba
Tévez en evidente offside, que marcó el gol. La pantalla del estadio Soccer City de Johannesburgo mostró el error, por lo que los mexicanos fueron a protestarle
al árbitro italiano Roberto Rosetti, que consultó con sus asistentes. Los tres coincidieron en la posición irregular, pero Rosetti convalidó igual el tanto,
diciendo después que le estaba prohibido guiarse por la imagen televisiva. Ese gol ilegítimo abrió el 3-1 albiceleste y el pase a cuartos.
El gol de Lampard a Alemania
El otro papelón arbitral fue en Alemania-Inglaterra, justo el mismo día del anterior pero antes. Los alemanes se pusieron 2-0 y Upson descontó a los 37
minutos para el 2-1. Inglaterra tenía chance de empatar una verdadera final, y Frank Lampard remató, la pelota dio en el travesaño y picó adentro del arco,
claro 2-2 que sin embargo el uruguayo Jorge Larrionda no dio. Después, los de Joachim Löw ganarían 4-1. Ironía del destino, cuando en la final del 66 los
ingleses habían vencido a los germanos en tiempo suplementario con aquel gol de Hurst similar.
Cristiano Ronaldo enojado con el DT
Portugal perdió en octavos de final con España 0-1 y quedó eliminado. Cristiano Ronaldo, en su segundo Mundial, estuvo muy molesto con la táctica del también
famoso técnico Carlos Queiroz. Cuando tras la derrota le consultaron por la eliminación, el supercrack tiró: “Pregúntenle a Queiroz”.
Cuatro con 5 goles, pero uno solo goleador
Así fue la decisión del goleador del Mundial 2010. Cuatro jugadores terminaron con 5: el alemán Thomas Müller, el holandés Wesley Snneijder, el español
David Villa y el uruguayo Diego Forlán. Pero la FIFA eligió a Müller, tomando en cuenta la cantidad de asistencias, 3 contra una de los demás. Cosas de
la FIFA.
Sí, no es un error de información. Tal cual hiciera Italia con su propio Mundial en 1934, Sudáfrica jugó la eliminatoria para el de 2010. Pero esta vez
tuvo más lógica, ya que la previa de África contaba también para la Copa de Naciones 2010 en Angola. Curiosamente, los Bafana-Bafana terminaron segundos
en el Grupo 4 y eliminados de la CAN.
El gol que perdió Costa Rica ante uruguay
De nuevo Uruguay debió sufrir para entrar al torneo por el repechaje. Ahora fue con un país más cercano, Costa Rica, cuarto de la CONCACAF. La celeste había
ganado 1-0 en San José con gol de Diego Lugano y la tenía fácil en el Centenario. Más cuando Sebastián Abreu puso el 1-0. Pero enseguida Centeno igualó,
y a poco del cierre, el delantero Alvaro Saborío quedó solo con el arquero Muslera y desvió su tiro, que le hubiera dado el pase a los Ticos por más goles
de visitante. Uruguay se salvó y fue al Mundial, donde haría un cuarto puesto más que emotivo.
Estados Unidos con gol agónico metió a Honduras
La ruta de la CONCACAF fue tan pareja como dramática. Hasta último momento, Honduras y Costa Rica peleaban el tercer lugar directo y el cuarto a repechaje
con Uruguay. Los costarricenses llegaron a la última jornada con dos puntos de ventaja, visitando a Estados Unidos en Washington. Brian Ruiz los puso arriba
2-0 con un doblete en tres minutos, 20 y 23. Michael Bradley descontó, mientras Honduras ganaba sobre El Salvador de visita. Pero ese resultado no les
servía a los Catrachos. Hasta que en el tercer minuto agregado a los 90, Jonathan Bornstein marcó el 2-2 para los estadounidenses. Y Honduras quedó igualado
con Costa Rica, pero lo dejó afuera por mejor diferencia de gol.
La increíble eliminación de Arabia Saudita
También fue tremendo el final en Asia. Arabia Saudita y Bahrein habían finalizado terceros en los dos grupos finales, por lo que se enfrentaron para decidir
quién jugaría repechaje con Nueva Zelanda. En la ida en Bahrein igualaron sin goles, y en Riyadh, iban 1-1 hasta que a los 90 minutos más uno Al Montashari
marcó el 2-1 para los sauditas que los ponía en la repesca. Todo el estadio festejaba, cuando en la jugada siguiente, siempre en el descuento, Latif igualó
a 2 y fue Bahrein quien pasó, aunque luego cayó con los neocelandeses.
La última de Antillas Holandesas
Las Antillas Holandesas jugaron su última eliminatoria antes de su disolución. Por la segunda ronda preliminar de la CONCACAF, habían empatado con Haití
sin goles de visitantes, pero el 22 de junio de 2008 en Willemstad cayeron 1-0 y quedaron eliminnados. Dos años más tarde se separarían en cinco nuevos
municipios autónomos de Holanda.
Mano de Dios francesa
Un oscuro episodio manchó las eliminatorias de Europa. Francia debió jugar con Irlanda uno de los repechajes para clasificarse. Había ganado 1-0 en Dublin
y parecía cerrar todo en el Stade de France. Pero los irlandeses ganaron por el mismo marcador y obligaron a un alargue. En el minuto 103, Thierry Henry
bajó la pelota con la mano y habilitó al defensor William Gallas, que marcó el 1-1 y el pase francés. Irlanda se quejó ante la FIFA, pero la entidad se
lavó las manos y dejó el resultado tal como fue.
Las vuvuzelas
Uno de los símbolos que recuerdan al primer Mundial en África fueron sin duda las vuvuzelas, un instrumento musical autóctono que incorporaba una bocina
de camión, una especie de corneta pero mucho más potente. Así sonaron desde el primer partido al último, jugara quien jugara, atronando con su ensordecedor
sonido no sólo a protagonistas, sino a televidentes y periodistas.
El cabaret de Francia
Como en sus tiempos artísticos antiguos, Francia vivió en el Mundial un verdadero cabaret. El cuestionado técnico subcampeón de Alemania 2006, Raymond Domenech,
ponía o sacaba jugadores según su signo del Zodíaco, por eso Thierry Henry quedó afuera y sólo jugó el último encuentro, cuando ya estaban casi afuera.
Nicolas Anelka fue expulsado del plantel tras la derrota con México, por supuestos insultos al entrenador, lo que molestó a sus compañeros y derivó en
una pelea a golpes de puño entre el defensor Patrice Evra y el preparador físico. Y para decorar, cayeron de nuevo ante Sudáfrica y se fueron, como en
2002, en la primera ronda. No hace falta agregar que Domenech fue rápidamente destittuido.
Primer triunfo de Grecia
Grecia jugaba en Sudáfrica su segundo Mundial. Había estado en Estados Unidos 94 con tres derrotas, y no pudo llegar a Alemania 2006 después de su histórico
título europeo 2004. Comenzó en el Grupo B perdiendo de nuevo, ahora con Corea del Sur 2-0. Pero el 17 de junio consiguió su primer triunfo ante Nigeria,
cuando a pesar de estar en desventaja lo revirtió y ganó 2-1. Igual luego Argentina lo eliminó.
Otra novela de Palermo
Martín Palermo ya había dejado a todos boquiabiertos con sus hazañas en Boca, Villarreal de España y en la Selección argentina, con ese gol a Perú que ayudó
al angustioso pase del once de Diego Maradona a Sudáfrica. Pero le faltaba otra novela para su película. Con casi 37 años fue incluido entre los 23. Y
en el último partido del Grupo B ante Grecia, con el marcador 1-0 para la albiceleste, Maradona pensó en un cambio y lo charló con sus asistentes Alejandro
Mancuso y Héctor Enrique. Éstos dos querían colocar a Gonzalo Higuaín, uno de los tantos delanteros de jerarquía del plantel. La respuesta de Diego fue
: “¿Ah sí, ustedes quieren a Higuaín? Tráiganme a Palermo”. Y el “Titán” le respondió al técnico. Ingresó a los 80 minutos por Diego Milito, y en el cierre
del partido, de un remate de Messi, recogió un rebote en el arquero y marcó, con sus casi 37, su primer y único gol en la Copa del Mundo.
Los hermanos Boateng enfrentados
Una curiosidad se dio en el partido entre Alemania y Ghana de la primera fase. Los hermanos Jerome y Kevin-Prince Boateng nacieron en Berlín y de juveniles
representaron a su país natal, pero Kevin fue expulsado de la selección alemana Sub 21 por mala conducta. Entonces, en Sudáfrica jugaron frente a frente,
uno para cada país. Jerome lo hizo para los de Joachim Löw, mientras Kevin fue titular en Ghana.
El bancario neocelandés futbolista
Nueva Zelanda hizo su segunda aparición en los Mundiales, y entre sus jugadores contó con uno casi amateur. Andy Barron, empleado de un banco de profesión, ingresó
contra Italia sobre el minuto 90.
Drogba con codo nuevo
Didier Drogba lideraba a Costa de Marfil en su segunda Copa consecutiva. Días antes, en un amistoso con Japón, fue golpeado en un salto por un rival y se
fracturó el codo. Se recuperó lo mejor posible y con una protección en la zona, pudo entrar como suplente en el debut con Portugal. Luego jugó los otros
dos de la primera fase, donde su equipo se marchó.
Todos se reían de España con Suiza
España era, luego de su histórico título en la Eurocopa 2008, uno de los candidatos, además con la base del Barcelona galáctico de Guardiola. Pero en el
estreno un tal Suiza lo venció 1 a 0. La prensa española criticó duramente la actuación y un diario tituló “Baño de humildad”. Mientras tanto, en las redes
sociales, se reían de la derrota. Luego, la roja les tapó la boca a todos e hizo historia de nuevo, pero como campeón mundial.
Errores arbitrales 2010
Más de la cadena de errores decisivos de jueces, ahora en su capítulo 2010. Y clamorosos. El maliense Coulibaly le anuló mal a Estados Unidos un gol que
podía haberle dado el triunfo sobre Eslovenia. El guatemalteco Batres convalidó el del neocelandés Smeltz a Italia en offside. Lo mismo para el de Carlos
Tévez en Argentina-México, y ni hablar del del inglés Frank Lampard con Alemania. En el Uruguay-Ghana trepidante, el portugués Benquerença dejó pasar
duros fouls de los africanos, y Maxi Pereira cometió penal pero el juez no cobró nada. Para completar, en la final, el holandés Nigel De Jong le dio un
duro golpe al español Xabi Alonso que el británico Webb dejó pasar.
El gol de Tévez a México
Dos de esos errores merecen párrafo aparte por lo groseros, ambos en los octavos de final. Uno fue el primer gol de Argentina sobre México. Iban 26 minutos
y el marcador 0-0 cuando Carlos Tévez quedó solo con el arquero Pérez, remató, el “Conejo” dio rebote que fue a Messi, que tiró centro atrás, adonde estaba
Tévez en evidente offside, que marcó el gol. La pantalla del estadio Soccer City de Johannesburgo mostró el error, por lo que los mexicanos fueron a protestarle
al árbitro italiano Roberto Rosetti, que consultó con sus asistentes. Los tres coincidieron en la posición irregular, pero Rosetti convalidó igual el tanto,
diciendo después que le estaba prohibido guiarse por la imagen televisiva. Ese gol ilegítimo abrió el 3-1 albiceleste y el pase a cuartos.
El gol de Lampard a Alemania
El otro papelón arbitral fue en Alemania-Inglaterra, justo el mismo día del anterior pero antes. Los alemanes se pusieron 2-0 y Upson descontó a los 37
minutos para el 2-1. Inglaterra tenía chance de empatar una verdadera final, y Frank Lampard remató, la pelota dio en el travesaño y picó adentro del arco,
claro 2-2 que sin embargo el uruguayo Jorge Larrionda no dio. Después, los de Joachim Löw ganarían 4-1. Ironía del destino, cuando en la final del 66 los
ingleses habían vencido a los germanos en tiempo suplementario con aquel gol de Hurst similar.
Cristiano Ronaldo enojado con el DT
Portugal perdió en octavos de final con España 0-1 y quedó eliminado. Cristiano Ronaldo, en su segundo Mundial, estuvo muy molesto con la táctica del también
famoso técnico Carlos Queiroz. Cuando tras la derrota le consultaron por la eliminación, el supercrack tiró: “Pregúntenle a Queiroz”.
Cuatro con 5 goles, pero uno solo goleador
Así fue la decisión del goleador del Mundial 2010. Cuatro jugadores terminaron con 5: el alemán Thomas Müller, el holandés Wesley Snneijder, el español
David Villa y el uruguayo Diego Forlán. Pero la FIFA eligió a Müller, tomando en cuenta la cantidad de asistencias, 3 contra una de los demás. Cosas de
la FIFA.
HISTORIA MUNDIAL: SUDÁFRICA 2010
Uno de los sueños de la FIFA en su afán de expansión del fútbol fue hacer un Mundial en África. Ya designadas las sedes del 94, 98, 2002 y 2006, en 2001
el entonces presidente Joseph Blatter anunció que en efecto el continente negro sería el hogar de la Copa. El elegido fue Sudáfrica, ese país de racismo
y dolor que ahora era libre. Y en ese histórico sitio, el campeón fue un inédito. España, que ya insinuaba querer la gloria desde hacía rato, alcanzó por
fin su sueño.
En 2004, Sudáfrica y de nuevo Marruecos se batieron a duelo por la sede, que finalmente fue a la nación de Nelson Mandela, resurgida deportivamente tras
la abolición del apartheid, la triste segregación racial que lo dominó por décadas. Había vuelto a competir en el fútbol en 1992, jugado dos Mundiales
y ganado uno de rugby, su otra gran pasión, en 1995. Pero salieron contratiempos en obras de estadios y estructura que hicieron dudar de su realización,
hasta que en 2008 la FIFA lo ratificó. Con la selección de los “Bafana-Bafana”, además, serían seis los países africanos en la cita por primera vez, sumando
los cinco clasificados de la fase previa. Una fiesta que no era sólo de la región, alcanzaba a 204 naciones, récord para las eliminatorias, de las que
saldrían 31, entre ellos el campeón Italia.
La ruta al exótico nuevo sitio no tuvo tantas sorpresas, pero sí un montón de retornos. Dinamarca, Grecia, Eslovenia, Chile, Uruguay de nuevo en repechaje,
Honduras, los ausentes en 2006 Camerún y Nigeria, Argelia, Corea del Norte tras su rato de fama en el 66 sobre los italianos. En Europa, Eslovaquia y Serbia
debutaban, en tanto Rusia era el único importante afuera, luego de su gran Eurocopa de 2008. Portugal y Francia, subcampeón 2006, se metían por repechaje,
los galos con escandaloso gol con la mano. Mientras Brasil ganaba la parte sudamericana, la Argentina del Diego Maradona técnico vivió una clasificación
angustiosa con el agónico gol de Palermo a Perú y el triunfo en Montevideo sobre la celeste. Y Oceanía volvía a tener un representante propio, gracias
a que Nueva Zelanda llegaba a su segundo pase en repesca sobre Bahrein.
El 11 de junio de 2010 fue un día marcado en rojo en la historia mundialista, cuando la pelota rodó por primera vez en África. Con la estridente música
de las vuvuzelas de fondo, la Sudáfrica de Carlos Parreira, el brasileño en otra nueva experiencia, abrió el torneo en el espectacular estadio Soccer City
de Johannesburgo ante México con un empate a un gol. En esta zona A, sin embargo, los protagonistas fueron los otros dos: Uruguay, que con un 0-0 con Francia
y dos triunfos obtenía el grupo tras mucho tiempo, empezando un camino insospechado de éxito. Y los franceses, pero por su mala imagen, eliminados y con
explosivos líos internos, como que el técnico Domenech ponía o sacaba jugadores según su signo. Igual que Uruguay, Argentina y Brasil eran primeros, la
Selección con un andar perfecto que luego no sería tanto, y el “scratch” con Dunga, que pasaría una campaña similar. Los europeos también tenían lo suyo:
Inglaterra, Alemania, Holanda y España avanzaban a los octavos aún con alguna sorpresa, como el triunfo de Suiza sobre los españoles, reyes continentales,
que luego se encaminaron, escoltados por el Chile de Marcelo Bielsa. Paraguay cumplía venciendo su zona, donde se produjo el otro golpe de la primera ronda
cuando Eslovaquia le ganaba al campeón Italia y lo mandaba a casa. Por su parte, sorpresivos se unían a los grandes: Corea del Sur segundo de Argentina,
Ghana y Japón.
La fase de eliminación directa dio para todo, especialmente los errores arbitrales reiterados, a pesar de los esfuerzos de la FIFA. En estos octavos de
final, se dieron el gol inglés de Frank Lampard contra Alemania no convalidado, que ayudó al 4-1 germano, y el de Carlos Tévez en offside que hizo posible
que Argentina volviera a dejar sin quinto partido a México. Holanda terminó con la aventura eslovaca, Brasil con la de Bielsa y Ghana alcanzaba los cuartos
de final para África por tercera vez. Y los últimos dos encuentros fueron recordables: Paraguay llegaba a los ocho mejores sobre un heroico Japón por penales,
y España dejaba atrás a Portugal y a Cristiano Ronaldo, con polémico arbitraje de otro referente argentino, Héctor Baldassi.
Argentina y Brasil iban por alcanzar de nuevo puestos importantes en un Mundial. Pero se quedaron de a pie antes, con sendas flojas actuaciones. La Selección
cayó estrepitosamente 0-4 con la habilidad e inteligencia de Alemania, y Maradona se iba del banco con una famosa frase: “Es como una trompada de Mohammad
Alí”. Brasil se puso arriba con Holanda, pero un tal Felipe Melo arruinó todo con un autogol y su expulsión, y la naranja de Sneijder y Robben regresó
a las semifinales. Y mientras Argentina y Brasil se despedían, Uruguay emocionaba llegando a los cuatro mejores luego de 40 años, al ganarle a Ghana un
partido a lo Uruguay: 1-1 tras desventaja, alargue, expulsión de Luis Suárez y penal de los africanos errado en el minuto 120, y triunfo celeste por penales
con el protagonismo del arquero Néstor Muslera. Y España confirmó los pronósticos en ajustado 1-0 sobre Paraguay.
El once de Oscar Tabárez, en su segunda experiencia luego de Italia 90, era el defensor de Sudamérica ante las potencias europeas. Se las vio con la eficaz
Holanda y lo tuvo al borde con un 1-1, pero dos goles rápidos de Sneijder y Robben borraron las ilusiones, que igual siguieron en pie hasta el último suspiro
por el 2-3 de Maxi Pereira y un equipo que se jugó entero, dejando una excelente imagen. Del otro lado, España y Alemania reeditaban en suelo sudafricano
la final europea, y el soberbio cabezazo de Carles Puyol a los 73 minutos le daba, como en 2008, el triunfo al combinado de Vicente Del Bosque por 1 a
0, que entonces arribaba a su primera final, ya mejorando su cuarto puesto de Brasil 50. Uruguay no se quedó en pena, le hizo lío a los alemanes y se le
puso 2-1 con un golazo de Diego Forlán, el mejor futbolista del torneo, pero volvió a caer con honor 3-2, así que los teutones tomaban otra vez el último
lugar del podio.
El 11 de julio, en el Soccer City, era la gran decisión. España quería repetir la epopeya de la Euro en el Mundial por primera vez. Pero Holanda jugaba
su tercera final y no quería perderla de nuevo. Sin embargo, fue la roja que hizo lo mejor, aunque su gran arquero Casillas debió taparle un mano a mano
a Robben. Los holandeses se defendieron y pegaron con complicidad del árbitro inglés Webb, y así se llegó a tiempo suplementario, como en 2006. Y a pesar
del dominio español, parecía que se definiría desde los once metros. Sin embargo, la expulsión del central Heitinga a los 109 minutos favoreció a los ibéricos.
Y a los 116, Fernando Torres mandó centro al área, el talentoso barcelonista Andrés Iniesta entró bien habilitado y con soberbio remate venció a Stekelenburg
para marcar la justicia. España, aquella furia roja que cambió su identidad, su mentalidad, su juego, hacía realidad su rol de candidato de una vez por
todas. Era su hora soñada: Dejar de ser protagonista y ser campeón del mundo.
el entonces presidente Joseph Blatter anunció que en efecto el continente negro sería el hogar de la Copa. El elegido fue Sudáfrica, ese país de racismo
y dolor que ahora era libre. Y en ese histórico sitio, el campeón fue un inédito. España, que ya insinuaba querer la gloria desde hacía rato, alcanzó por
fin su sueño.
En 2004, Sudáfrica y de nuevo Marruecos se batieron a duelo por la sede, que finalmente fue a la nación de Nelson Mandela, resurgida deportivamente tras
la abolición del apartheid, la triste segregación racial que lo dominó por décadas. Había vuelto a competir en el fútbol en 1992, jugado dos Mundiales
y ganado uno de rugby, su otra gran pasión, en 1995. Pero salieron contratiempos en obras de estadios y estructura que hicieron dudar de su realización,
hasta que en 2008 la FIFA lo ratificó. Con la selección de los “Bafana-Bafana”, además, serían seis los países africanos en la cita por primera vez, sumando
los cinco clasificados de la fase previa. Una fiesta que no era sólo de la región, alcanzaba a 204 naciones, récord para las eliminatorias, de las que
saldrían 31, entre ellos el campeón Italia.
La ruta al exótico nuevo sitio no tuvo tantas sorpresas, pero sí un montón de retornos. Dinamarca, Grecia, Eslovenia, Chile, Uruguay de nuevo en repechaje,
Honduras, los ausentes en 2006 Camerún y Nigeria, Argelia, Corea del Norte tras su rato de fama en el 66 sobre los italianos. En Europa, Eslovaquia y Serbia
debutaban, en tanto Rusia era el único importante afuera, luego de su gran Eurocopa de 2008. Portugal y Francia, subcampeón 2006, se metían por repechaje,
los galos con escandaloso gol con la mano. Mientras Brasil ganaba la parte sudamericana, la Argentina del Diego Maradona técnico vivió una clasificación
angustiosa con el agónico gol de Palermo a Perú y el triunfo en Montevideo sobre la celeste. Y Oceanía volvía a tener un representante propio, gracias
a que Nueva Zelanda llegaba a su segundo pase en repesca sobre Bahrein.
El 11 de junio de 2010 fue un día marcado en rojo en la historia mundialista, cuando la pelota rodó por primera vez en África. Con la estridente música
de las vuvuzelas de fondo, la Sudáfrica de Carlos Parreira, el brasileño en otra nueva experiencia, abrió el torneo en el espectacular estadio Soccer City
de Johannesburgo ante México con un empate a un gol. En esta zona A, sin embargo, los protagonistas fueron los otros dos: Uruguay, que con un 0-0 con Francia
y dos triunfos obtenía el grupo tras mucho tiempo, empezando un camino insospechado de éxito. Y los franceses, pero por su mala imagen, eliminados y con
explosivos líos internos, como que el técnico Domenech ponía o sacaba jugadores según su signo. Igual que Uruguay, Argentina y Brasil eran primeros, la
Selección con un andar perfecto que luego no sería tanto, y el “scratch” con Dunga, que pasaría una campaña similar. Los europeos también tenían lo suyo:
Inglaterra, Alemania, Holanda y España avanzaban a los octavos aún con alguna sorpresa, como el triunfo de Suiza sobre los españoles, reyes continentales,
que luego se encaminaron, escoltados por el Chile de Marcelo Bielsa. Paraguay cumplía venciendo su zona, donde se produjo el otro golpe de la primera ronda
cuando Eslovaquia le ganaba al campeón Italia y lo mandaba a casa. Por su parte, sorpresivos se unían a los grandes: Corea del Sur segundo de Argentina,
Ghana y Japón.
La fase de eliminación directa dio para todo, especialmente los errores arbitrales reiterados, a pesar de los esfuerzos de la FIFA. En estos octavos de
final, se dieron el gol inglés de Frank Lampard contra Alemania no convalidado, que ayudó al 4-1 germano, y el de Carlos Tévez en offside que hizo posible
que Argentina volviera a dejar sin quinto partido a México. Holanda terminó con la aventura eslovaca, Brasil con la de Bielsa y Ghana alcanzaba los cuartos
de final para África por tercera vez. Y los últimos dos encuentros fueron recordables: Paraguay llegaba a los ocho mejores sobre un heroico Japón por penales,
y España dejaba atrás a Portugal y a Cristiano Ronaldo, con polémico arbitraje de otro referente argentino, Héctor Baldassi.
Argentina y Brasil iban por alcanzar de nuevo puestos importantes en un Mundial. Pero se quedaron de a pie antes, con sendas flojas actuaciones. La Selección
cayó estrepitosamente 0-4 con la habilidad e inteligencia de Alemania, y Maradona se iba del banco con una famosa frase: “Es como una trompada de Mohammad
Alí”. Brasil se puso arriba con Holanda, pero un tal Felipe Melo arruinó todo con un autogol y su expulsión, y la naranja de Sneijder y Robben regresó
a las semifinales. Y mientras Argentina y Brasil se despedían, Uruguay emocionaba llegando a los cuatro mejores luego de 40 años, al ganarle a Ghana un
partido a lo Uruguay: 1-1 tras desventaja, alargue, expulsión de Luis Suárez y penal de los africanos errado en el minuto 120, y triunfo celeste por penales
con el protagonismo del arquero Néstor Muslera. Y España confirmó los pronósticos en ajustado 1-0 sobre Paraguay.
El once de Oscar Tabárez, en su segunda experiencia luego de Italia 90, era el defensor de Sudamérica ante las potencias europeas. Se las vio con la eficaz
Holanda y lo tuvo al borde con un 1-1, pero dos goles rápidos de Sneijder y Robben borraron las ilusiones, que igual siguieron en pie hasta el último suspiro
por el 2-3 de Maxi Pereira y un equipo que se jugó entero, dejando una excelente imagen. Del otro lado, España y Alemania reeditaban en suelo sudafricano
la final europea, y el soberbio cabezazo de Carles Puyol a los 73 minutos le daba, como en 2008, el triunfo al combinado de Vicente Del Bosque por 1 a
0, que entonces arribaba a su primera final, ya mejorando su cuarto puesto de Brasil 50. Uruguay no se quedó en pena, le hizo lío a los alemanes y se le
puso 2-1 con un golazo de Diego Forlán, el mejor futbolista del torneo, pero volvió a caer con honor 3-2, así que los teutones tomaban otra vez el último
lugar del podio.
El 11 de julio, en el Soccer City, era la gran decisión. España quería repetir la epopeya de la Euro en el Mundial por primera vez. Pero Holanda jugaba
su tercera final y no quería perderla de nuevo. Sin embargo, fue la roja que hizo lo mejor, aunque su gran arquero Casillas debió taparle un mano a mano
a Robben. Los holandeses se defendieron y pegaron con complicidad del árbitro inglés Webb, y así se llegó a tiempo suplementario, como en 2006. Y a pesar
del dominio español, parecía que se definiría desde los once metros. Sin embargo, la expulsión del central Heitinga a los 109 minutos favoreció a los ibéricos.
Y a los 116, Fernando Torres mandó centro al área, el talentoso barcelonista Andrés Iniesta entró bien habilitado y con soberbio remate venció a Stekelenburg
para marcar la justicia. España, aquella furia roja que cambió su identidad, su mentalidad, su juego, hacía realidad su rol de candidato de una vez por
todas. Era su hora soñada: Dejar de ser protagonista y ser campeón del mundo.
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