domingo, 9 de septiembre de 2018

ASÍ ES LA VIDA CON EL VÓLEY EN EL MUNDIAL

La selección argentina de vóleibol, que nos dio alegrías en los 80 y recientemente también, está por arrancar su participación en el Mundial. Pero como en este país lo único que existe es el fútbol, el fútbol y el fútbol, es una vergüenza que nadie habla ni escribe de ella.

Nosotros sí nos ocuparemos. En efecto, y aunque Así Es La Vida no es un diario deportivo ni mucho menos, seguiremos a Los Gigantes (tal su apodo) como merecen largamente. El equipo dirigido por el gran Julio Velasco, con figuras como Facundo Conte, Luciano De Cecco, Sebastián Solé y Pablo Crer, disputará el 19º Campeonato Mundial en Italia y Bulgaria. El torneo comenzó hoy, pero los nuestros debutan el miércoles por el Grupo A contra Bélgica, en una zona dura con Italia, Japón, Eslovenia y el más débil República Dominicana. Son 24 países, cuatro grupos de seis, los cuatro primeros pasan a la siguiente fase, en cuatro grupos de cuatro (16), los dos primeros y los dos mejores segundos a la tercera (6), los dos a las semifinales y allí se eliminan por el título, que defiende Polonia, gran candidato junto a Italia, Rusia y Brasil.

La Selección, como contamos, produjo una nota sonora en 1982 cuando, en tiempo en que ni se conocía, fue tercera en el Mundial aquí, con Daniel Castellani como estrella. Y luego, en 1988 fue bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl. Esos son sus resultados más importantes, pero también tiene subcampeonatos y terceros puestos en torneos americanos, como los dos oros de los Panamericanos 95 y 2015. Su último impacto fue ser cuarto en la extinta Liga Mundial de 2011.

Allá van los pibes, gigantes como su apodo. Un panorama que aquí damos para que los que sólo saben de fútbol y dólar sepan que hay otras cosas a las que darle atención. Vamos Gigantes.


LA LIGA DE LAS NACIONES, LA BUENA NOVEDAD DEL FÚTBOL EUROPEO

Como el fútbol de Europa es a veces más popular que el mismo nuestro o de América, resulta importante contar que hay un nuevo torneo. Eso sí, a diferencia de otros inventos, éste parece bueno. Se trata de la Liga de las Naciones de la UEFA, que la entidad continental creó para que a partir de este septiembre y hasta junio de 2019, las selecciones compitan con más calidad e incentivo, reemplazando así a los tradicionales amistosos.

El certamen nuclea a los 55 países afiliados, pero no es un jeroglífico ni mucho menos. En un formato simple, se agruparán en cuatro ligas, en un inédito sistema de divisiones conformadas cada una por cuatro grupos. La primera, la A, lo que sería la Superliga de la UEFA, tendrá por lógica los países más fuertes. Así estarán en un mismo grupo Alemania y Francia, España e Inglaterra, Italia y Portugal. Notable es la entrada en esta Primera de Islandia, gracias a sus explosivos resultados de los últimos dos años.

Con el sistema de todos contra todos (seis jornadas entre septiembre y noviembre), cada división clasificará a los ganadores de grupo a semifinales, donde los vencedores jugarán por el título. En el caso de la A será por ser el primer campeón de la Nations League. En el resto, lucharán por subir a la división superior. En tanto, el último de cada Liga descenderá a la inferior.

Asimismo, la nueva Liga servirá de clasificatorio para la Eurocopa 2020, a jugarse en varios países. Quienes actúen en los playoffs de cada división lucharán por cuatro plazas en el torneo mayor del Viejo Mundo.

Se viene la Liga de las Naciones. Con mucho dinero, ya que el primer campeón se llevará, sumando premios por instancia, un total de 7 millones de euros. Con mucha acción, porque todos querrán ganar, para el título o para ascender. Con mucho fútbol, pero del bueno y bien organizado.






viernes, 7 de septiembre de 2018

HISTORIAS DE MIS 15: CUMPLEAÑOS DOBLE



El de mis 15 años fue un festejo doble: al mediodía y a la noche. Aquel sábado de sol, luego de ver por televisión a Argentina que perdió con Alemania 1-0 un amistoso, recibí mi primer regalo del día: una billetera de cuero agreste marrón. Y más tarde fui con mis padres a almorzar a la gloriosa La Barra Costa Norte, donde como siempre comí muy bien y pasé un grato momento. Curiosamente, fue la última vez que estuve en ese lugar tan caro a mis recuerdos. Y en la templada noche, celebré junto a mi familia y vestido con una remera blanca.

Plata propia

Por primera vez en mi vida tuve mi propio dinero, al menos por un tiempo. Junto con la billetera recibí unos cuantos australes y llegué a tener 88 a fin de año.

ATLAS
DE LA ARGENTINA Y EL MUNDO

Otro de los regalos atrasados de cumpleaños, que recibí un domingo en la mesa. Un nuevo y actualizado atlas, no sólo con información detallada de la Argentina sino de los demás países, muy buenas fotos y banderas. Con él conocí nuevas ciudades, la división de cada país y sobre todo nuevas naciones.

LAS NUEVAS GENERACIONES VELOCES

Estamos en el Siglo XXI, es cierto, Pero la vida no tendría por qué cambiar en algunas cosas. Antes, todo era más tranquilo, quizá menos demandante, entonces había más tiempo. Entonces la gente vivía más despacio, no sólo en sus movimientos. Sólo se apuraba por urgencias o porque de repente se le juntaban asuntos y se le hacía tarde, pero nada más. Hoy, sea por cosas realmente importantes o por cositas, todos, me re incluyo, vivimos a velocidad. Vamos rápido por la calle, ni te digo si es con celular. NO esperamos nada, hablamos en público cosas que (como ya dije) pueden esperar y ser en casa cuando llegamos. No tenemos tiempo, pero tampoco nos hacemos tiempo si lo tenemos, le damos prioridad a la rapidez, la electricidad si se quiere. AL menos, como se dice siempre, acá en Buenos Aires, tal vez en el interior es otra cosa. Cuestión que vivimos a mil. Y cuando vivimos a mil y la velocidad máxima de nuestra vida nos indica 600, nos hacemos trizas. Como dice el dicho, "vísteme despacio que estoy apurado". Ya es una forma de vida, poco aconsejable como tantas de este momento. Pensemos, si bajamos un cambio, bajamos la velocidad. Y si lo hacemos, vivimos mejor nosotros y los que tenemos a nuestro alrededor.

martes, 4 de septiembre de 2018

HISTORIAS DE MIS 15: SEMANA SANTA CON PERGOLINI

La de 1988, la de mis 15, fue una de las pocas Semanas Santas 80 que recuerdo, fue del 20 al 27 de marzo. Y no precisamente por la fe. Es que esa época mis momentos junto a Dios eran puntitos en el tiempo, ni pensaba en él. Y eso que mi mamá, que iba de vez en cuando a MI Sagrada Familia DE Carapachay, me sugería que fuera a misa. Así fue un sábado a la noche que fui en auto con mis padres y mi abuela a la parroquia Santa Rosa de Lima en Munro, pero que ni siquiera bajé; es más, me quedé escuchando Malas Compañías, el loco programa de la Rock & Pop conducido por Mario Pergolini, a quien empezaba a conocer, de moda por esoss días.

VACIAR LO MALO, METER LO BUENO

Vuelvo a una de las banderas de Así Es La Vida: las reflexiones pero espirituales, lejos del dólar y todo lo demás. Imaginemos que nuestra mente, nuestra alma también, es un placard. Y que está atestado de cosas. La lógica indica que hay que sacar algunas de ellas del placard y hacer espacio por si necesitamos guardar otras cosas. Bueno, con la mente pasa lo mismo. A veces está llena de porquerías, pensamientos feos, odios, broncas con personas aunque sean justas, que no nos dejan vivir. Que nos quitan espacio, siguiendo el ejemplo del placard. Y siguiendo el ejemplo, tenemos que sacar esas porquerías y hacer lugar para lo bueno, pensamientos, gente que nos quiere bien, que aunque escasea la hay. Vaciar nuestra cabeza y alma de lo malo y meter lo bueno. O al menos, darle espacio a lo bueno para cuando llegue. Si no, seguiremos atestados, pero de lo malo. Que siempre hagamos, desde nosotros, un rincón para lo positivo.

sábado, 1 de septiembre de 2018

BOLT CORRE, PERO CON UNA PELOTA DE FÚTBOL

El grandioso Usain Bolt, campeonísimo mundial y olímpico de 100 y 200 metros, concretó un deseo que venía buscando hace tiempo: ser futbolista. Primero se entrenó con el Borussia Dortmund, luego se rumoreó que iba a Inglaterra. Ahora, a un año de su última carrera, la 4x100 del Mundial de Londres donde se desgarró y no llegó, debutó como jugador en el Central Coast Mariners, uno de los diez equipos de la liga principal de Australia, la A-League. Ingresó a los 71 minutos y se perdió un gol muy fácil por su falta de experiencia. "Estoy un poco nervioso, no estoy bien físicamente", reconoció el supercampeón del atletismo. Que sigue corriendo, ésa es su vida, pero ahora detrás de una pelota.