Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
domingo, 24 de enero de 2016
BOCA-RIVER: OTRO ESCANDALETE
Las expulsiones y el escándalo del superclásico
Lamentable. Preocupante. Vergonzoso. De mediocres, bien de la mediocridad argentina. Una vez más, como hace tiempo biene pasando de forma alarmante, Boca y River dieron un espectáculo que de superclásico no tuvo nada y sí de violencia, de esa maldita mentalidad de “jugarse la vida en los clásicos” tan enraizada entre nosotros. Para qué, digo yo, escribí tanta previa, con historia, videos, estadísticas, en definitiva, destilé la misma pasión que cada protagonista del clásico. Para qué si después, uno y otro llevaron a cabo una velada de boxeo o de kick boxing que de fútbol, que dicho sea de paso deja mucho que desear más allá del argumento pretemporada. Cinco expulsados, tres de ellos de un Boca lastimoso en su presencia, que ya lleva cinco en dos partidos; muchas faltas, prepotencia, pelea y el lío faltando unos minutos entre Maidana y Carlos Tévez que derivó en ese escandalete con un elenco estelar y grandes actuaciones, por supuesto muy lejos del lindo teatro en Mar del Plata. Como en los duelos de la Copa Sudamericana 2014, como el escándalo de la Libertadores 2015, como los partidos locales, Boca y River dieron otra pésima imagen, que de “machos” no tiene nada, más bien todo lo contrario. Jugadores de pésima conducta, que se creen reyes por ser futbolistas, que ponen en aprietos al mejor árbitro del mundo, y eso que anoche Patricio Loustau los tuvo a rienda corta. Qué fácil es criticar al juez si los protagonistas parecen niños peleándose en un potrero o en un patio de colegio. Y además, para qué hablar de violencia en los estadios, si la violencia la ponen los de adentro. Si no se comportan ellos, qué esperar de la sociedad que los rodea. Fuimos a ver fútbol, debuts, goles, tensión y emoción bien pensada. Fuimos, por ejemplo, a ver cómo volvía Daniel Osvaldo, cómo debutaban Jara y Silva, lo de Nacho Fernández en River. Terminamos viendo golpes, fricciones, poco fútbol y malo y otro escandalete vergonzoso para dos clubes de semejante categoría. Ah: era un amistoso.
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