viernes, 15 de enero de 2016

PERLAS DEL VERANO

Y hemos llegado a nuestra publicación número 200. Y para justificarla, les muestro algunas perlas para vivir el verano un poco más a fondo. Cosas que llaman la atención y que refieren mucho más a esta maravillosa estación, sin duda la mejor del año. Unas pocas pero bellas perlas que el mar trajo hasta aquí y rescaté con una red y puse en la arena de Así Es La Vida.

En Curaçao, país independiente de las Antillas holandesas desde 2010, el agua se potabiliza desde una planta ubicada muy cerca de la costa sur. Casi que del mismo mar Caribe uno toma el agua.

En la misma bonita isla caribeña, hay playas que de noche abren su espacio para conciertos al aire libre, como Mambo Beach. Imagínense qué da a la mente mezclar, música, playa, noche y verano. Y Caribe.

Varias empresas de turismo suelen organizar dentro de sus excursiones viajes en barcos de cristal, obviamente entonces uno puede dejarse llevar por la tranquilidad y placer de la aventura mientras mira el fondo marino, los peces, el agua.

Otro punto de atracción veraniega, aparte de playas y mar inmenso, son paseos por bosques o reservas naturales. Además del dorado de la arena o del azul del agua, también uno se puede regocijar con el verde de los árboles.

En Jamaica, en la playa Doctor´s Cave Beach, en la famosa ciudad turística de Montego Bay, el agua de mar es alimentada por fuentes minerales. Casi que uno, como las estrellas del cine o la música, se baña en agua mineral.

En Venezuela, otro sinónimo de verano, hay una playa que organiza y promociona vistas marinas desde helicópteros o ultralivianos. Impresionante debe ser mirar el paisaje desde cientos de metros de altura...

PERLAS PROPIAS

PLAZA MITRE (Mar del Plata)

La espectacular plaza de alquiler de rodados en el centro de Mar del Plata. Rodeada de bella arboleda y pasto, tenía estacionados en un cordón los más diversos y fabulosos kartings a pedal, bicicletas simples y en tándem, todos numerados, en los que mucha gente (la mayoría chicos) transitaba un gran espacio de asfalto. Entre ellos yo, que no podía parar de tan divertido que estaba. Un paisaje decorado con el monumento a Mitre y una linda fuente donde pululaban lanchitas a pila. Un lugar hermoso, muy familiar, una gloria de mis primeras felices vacaciones.

SIERRA DE LOS PADRES (Mar del Plata)

El más bello de mis vacaciones en la Feliz. Un lugar paradisíaco, lleno de naturaleza y con arboleda, donde anduve a caballo con la yegua ‘’Irma’’ rodeado de pinos. Y paseé por una zona que hasta tenía canchas de fútbol.

BICICLETA ACUÁTICA (Mar del Plata)

Un divertidísimo paseo en un lugar de gran belleza natural. Di varias vueltas en esa bicicleta blanca con forma de cisne por un inmenso lago una mañana nublada. Me acuerdo que la bicicleta doblaba sola, por lo que disfruté mucho más ese día.

MUELLE DE PINAMAR

Un lindo paseo ir al símbolo de esta playa, de cemento con barandas y gruesas columnas debajo que se hundían en el mar. Me encantaba caminar por su piso, que tenía un par de huecos que dejaban ver el agua. Luego llegaba hasta ese ppequeño local de pesca y allí veía a la gente con sus baldes, cañas y mediomundos pescando.

CASA DE CHICHE (Pinamar)

La espectacular casa de mi tía paterna, en el elegante Barrio Golf, fue un hermoso recuerdo de este verano. Un caminito de baldosas sobre el pasto precedía al garage, la casa y el otro garage ubicado más abajo, en un lugar paradisíaco, lleno de arboleda y pasto bien cortado. Allí almorzamos y cenamos y, sobre todo, yo jugaba como siempre, en este caso ‘’manejaba’’ el Fiat 600 del garage de abajo, o andaba con un juego electrónico una noche con Mariana y Gabriela, las hijas de Chiche. Una gran casa para un gran momento.

TRONCOS (Pinamar)

Saliendo del departamento, los largos troncos que rodeaban al parque servían de asiento. Ahí estuve un rato varios atardeceres.

PASEO POR LA ZONA DE LA PLAYA (Pinamar)

Era agradable ir algunas tardes en el auto por la larga avenida Del Mar, la de la playa. Llegábamos bastante lejos, pasando por balnearios como Las Brujas o Tobías, y luego dábamos la vuelta mientras oíamos radio. Un paseo bárbaro.

RUTA A VILLA GESELL

Una tarde soleada nos fuimos a Villa Gesell, esa bonita localidad a 21 kilómetros de Pinamar, como hacíamos siempre cada tanto. Un lindo paisaje de mucha arboleda adornaba aquella ruta con varias subidas y bajadas en curva, pero muy buena.

VUELTA DE 1985 AL ATARDECER

El 16 de febrero por la tarde volvimos a Buenos Aires. Y en la ruta bajamos en un lugar donde tomé un rico helado de chocolate y vainilla parado al lado del auto al aire libre, mientras miraba con Horacio el bellísimo atardecer naranja y comentaba de gruesas nubes blancas que lo cruzaban.

EN TRICICLO

Una tarde a las 2 y algo iba con Leo y mi mamá en un triciclo por unas empinadas subidas de arena.

NOCHE EN BALCÓN (1987)

Una preciosa imagen de este verano esa noche sentado en el balcón en short tras la cena, comiendo una manzana y mirando el paisaje de Eolo apenas iluminada por las luces de los edificios vecinos.

PASEO POR CARILÓ

Por primera vez fui a Cariló, esa pequeña localidad cercana a Pinamar, una mañana soleada en auto. Y me deleité con el increíble paisaje boscoso sólo cortado por el camino de arena, lleno de subidas y bajadas en curva. Tanto me gustó que luego me inspiré y lo dibujé en la Carpeta, en aquel poster Para Coleccionistas.

EN VALERIA DEL MAR

Y seguí conociendo nuevos lugares de la bella costa. A la tarde disfrutamos la solitaria playa y el algo hondo mar, donde en un momento casi me hundo, costaba hacer pie, pero la pasé bárbaro.

BODY SURF (PINAMAR)

Otra atracción para la playa. La tabla similar al barrenador, fue tan espectacular que me hizo disfrutar más el mar. Iba casi a lo hondo y de allí cruzaba velozmente las olas; era bárbaro porque además doblaba y esquivaba gente camino a la orilla. Y me divertía tanto que a veces me quedaba hasta las 7.

CAMINATA POR EL PARQUE (PINAMAR)

Una belleza fue un atardecer que anduve por el parque de casa con una ligera lluvia.

AMANECER 1994

Una bellísima imagen de ese viaje. Vi por la ventanilla el amanecer, el cielo azul claro, pasando por un arco lleno de luces.

PIZZERÍA ARRIBA

Una preciosa imagen de algunas noches agradables. Un lugar al aire libre sobre Kevingston (el local de ropa informal pegado al café Antiek) bien iluminado, con mesas blancas, adonde se llegaba tras subir una escalera. Y desde la mesa allí arriba, mientras comíamos una rica pizza, veíamos todo el centro de Pinamar de noche.

ATARDECER A LAS 9 (2008)

Y ése fue el primer verano del atraso de la hora por ahorro de energía. Por eso, como en los 90, el sol se ponía recién pasadas las 9, con lo que cenábamos con algo de luz solar. Bellísimo.

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