Alguna vez escribí acá aquella nota "Qué linda es la lluvia". Ahora digo lo mismo del astro rey. Porque este precioso domingo, templado, está lleno de un sol radiante. Para no perdérselo. Como cada cosa linda de la vida, salgamos a disfrutarlo, aunque no tengamos que ir a ningún lado. El sol no sólo da calor físico, también da calor espiritual. Tanto que yo lo menciono en mis canciones propias, y hasta cambia el humor de uno. Estos días de nubes lo extrañamos, y Dios nos lo regaló para nuestra alegría. Así que a aprovecharlo.
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