El otro día llamé en este blog al votante a sufragar con la cabeza, porque yo tenía miedo de que los argentinos, como ha pasado históricamente, votemos ingenua y tontamente. El bolsillo, el clientelismo, el que anda mejor en la estúpida encuesta. Con alegría, veo los resultados generales de esta legislativa nacional 2017 y advierto que la gente ya no se chupa más el dedo. Que sabe, que piensa, que intuye, que decide, que discierne tanta ideología, tanta corriente de acá y de allá. No, a este no porque tal cosa, votá al de más allá que hizo esto y lo otro. Resulta que el de mas allá había fundido el país antes. Bueno, el argentino, felizmente, evolucionó. Disculpen la expresión, la gente no es más boluda. Enhorabuena, así podemos ser un país en serio. Hagámoslo así en octubre.
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