Verano 86, hermosa casa en el bosque pinamarense alquilada por mi madrina Marta. Una tarde las moscas invadieron el living, y para matarlas, tanto Marta como su hija Gaby no tuvieron mejor idea que darles CON UN DIARIO ENROLLADO, en lugar de hacerlo con insecticida. Veían una mosca, corrían y ¡paf! con el diario. Yo les juro que me DESTERNILLABA de risa viéndolas correr por el living matando moscas...
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