sábado, 23 de diciembre de 2017

TRISTES, LAS FIESTAS SON PARA USTEDES

Ahora quiero hablarle con el teclado a la gente que sufre. La gente que vive en el dolor, tristeza, soledad, desconsuelo, sufrimiento en serio, un dolor de rodilla no es sufrimiento. Para esa gente es la Navidad. Sí, para ellos. Claro, este mundillo contaminado pregona el éxito y por eso, la Navidad es la alegría, los ddemás que se queden en su casa. Mundillo, la Navidad es para los alegres y, también, para los desdichados. Porque un abrazo, un confort, una palabra, un llamado, lo que sea, hará que su alma resucite, que el dolor sea menos doloroso, que la tristeza sea menos profunda. Y así poder pasar la fiesta. Yo le envío un abrazo de Navidad por ejemplo a la familia de los infortunados submarinistas del ARA San Juan. O a los de las víctimas del boliche Cromagnon de Once. O a tantos anónimos inocentes que mueren por la delincuencia. O, también, a quienes mueren de causas más graves, como la desnutrición. Para ellos y para todos, que Jesús esparza una feliz Navidad. Felicidades.

NAVIDAD, TIEMPO DE AFLOJAR

Llega otra Navidad. Y es una fecha para pasarla lo mejor posible, estemos como estemos. Porque alguna vez escribí que este es un tiempo pesado. Pero si ponemos la mentalidad en orden, todo cambia, todo se disfruta. Siempre pienso que el hecho de que es el nacimiento de Jesús, seamos o no creyentes, es un hecho para reflexionar y darle sentido a esta fecha. Pero sobre todo, el espíritu es lo que debe predominar, es el parámetro exacto de este día/noche. Entonces, es tiempo de reunirse, re unirse, olvidar tensiones, problemas, asuntos, cuestiones. Que en muchos casos son chicquitas y, sin querer, me incluyo, las agrandamos. Tal o cual cosa que tengo que ahcer, comprar, pagar, arreglar. Incluso cuestiones de orden espiritual. Distanciamientos, peleas, idas y venidas. Para lo material y para lo del alma, la Navidad es para aflojar. Porque aflojando, ese gerundio tan de moda, es como uno se siente bien y hace sentir bien a los otros. Y así, seguro. es Navidad en serio.

jueves, 21 de diciembre de 2017

CADA SEGUNDO DE ESA NOCHE DE PERIODISTA


Guillermo Blanco y yo en la fiesta.

Y llegó el gran 21 de diciembre, el día más importante del año 1993. Esa noche era la fiesta de fin de curso de mi amadísima escuela de periodismo TEA y DeporTEA. Sí, después de tanto camino recorrido, tanto sacrificio y tantos sueños estaba por poner la última letra de mi carrera. Ni más ni menos, iba a ser periodista. Con ese pensamiento y esos nervios viví aquel soleado y templado martes. Todo arrancó a la mañana, curiosamente yendo al archivo para terminar de copiar las eliminatorias mundialistas del Dizionario del Calcio; uno de los chicos me cargaba por ese para él raro trabajo.
a la tarde llamé del taller a mi gran compañero y amigo Pablo Aro Geraldes para consultarle cuál era la mejor ropa para la noche, y charlamos de todo: lo que sería la fiesta con el video final, que el profesor de TV Diego Suárez se había desmayado haciendo el video por estrés, las eliminatorias, que reporteó al búlgaro Kostadinov en portugués para Clarín y que estaba tomando sol en su casa. Y luego me fui a preparar para el acontecimiento al que me acompañaba toda mi familia, incluida Marianita, entonces novia de mi hermano Fabián, la gran figura del 93 que no podía estar ausente, y en la que iban a verme otros invitados como mi madrina de bautismo, la celestial Marta Livio y su familia.
A eso de las 7 nos fuimos con Marianita para el auditorio de ATE, donde a las 9 sería la fiesta. A esa hora el sol de fin de año iluminaba el trayecto, mientras yo escuchaba un River-San Lorenzo por el mediocre torneo Centenario. Llegamos temprano y nos instalamos en aquel semicírculo con butacas, donde aún no había tanta gente.

Llegó la gran noche y la sencilla pero emotiva jornada. Primero hablaron los directores, recuerdo al gran Jorge Búsico que elogió a Diego Bonadeo. Pero hubo que esperar un tiempo para la entrega de diplomas, lo que hice con gran ansiedad sentado cerca del escenario muy bien iluminado y con carteles de la escuela, mientras mis padres me señalaban a Carolina, la bonita y amable secretaria de TEA, que estaba cerca mío. Al fin llegaron los diplomas, donde yo fui llevado hasta el escenario y lo recibí de manos del genial Guillermo Blanco, otro de los tres directores y el gran hacedor de esta historia, y me acompañaron a mi asiento. Por su parte, mi compañero Terrizzano fue ovacionado y a Macías le gritaban “Michael Fox, Michael Fox” por su parecido con el actor. Todo se desarrollaba con varios chicos ausentes, nadie sabía qué pasaba con ellos, promediaba la fiesta y no habían aparecido.
Y ahí la gran sorpresa: los que faltaban de golpe entraron al auditorio llevando una gran bandera y cantando por la escuela con fervor de hinchada: “aunque no me des laburo nunca te voy a olvidar”. Fue el momento más emotivo de la noche. Y el cierre fue con el video donde yo aparecí criticando a Búsico y otro alumno decía que el canoso le cortaba el pelo a Carolina, lo que generó la carcajada de todos.

Aro Geraldes y yo en la fiesta.

Pero había más, claro. Apenas concluyó la ceremonia y con el lugar semiiluminado, todos nos dispersamos y empezamos a sacarnos fotos y saludarnos, muchos quizá por última vez. Primero lo hice con Aro Geraldes, de saco y camisa blanca, que me dio un beso y, como no podía faltar, un papelito con los grupos de la Copa Africana que se venía en un mes, un genio. Después me vi y fotografié con mi familia y con varios, me quedé con Marianita que estaba muy contenta y le pedí que buscara al imborrable Luis Beneito, mi genial compañero, diciéndole que era el “nigeriano” (llamado así por mí por su tostado color de piel), ella no entendía. Al fin me junté con el tostado, me abrazó y nos sacamos la foto.

María Eugenia Gorosito y yo en la fiestta.

Luego me buscó la divina María Eugenia Gorosito, otra gran compañera, emocionada hasta las lágrimas; yo no me llevaba bien con ella pero su llanto me conmovió, me olvidé de todo, posamos y me besuqueó. Y todo se cerró encontrándome con Blanco, Búsico, Alejandro Luna (profesor de radio) y hasta el inefable Carlitos "Polillón" Da Silva, el inolvidable portero de TEA, apodado así por mí porque era gordo y por Rubén "Polillita" Da Silva, el futbolista uruguayo de Boca y River. Eran casi las 22.30 cuando me fui con mi papá a la camioneta; llegamos y celebramos con pizza comprada en el comedor.

Así concreté mi sueño de periodista, aquel sueño de mi adolescencia con las carpetas, aquel de mi infannnnnncia y tantos días cuando relataba en el fondo de mi casa natal de Ramón Castro en mi glorioso Carapachay, aquel que a fines del 90 parecía tan irrealizable cuando no encontraba escuela. Esa noche fue única: la última de mi escolaridad, la de mi graduación, la mejor del 93, el broche de una era tan decisiva como imborrable. La noche en que fui periodista para siempre.

SER PERIODISTA, LA CÚSPIDE DE MI VIDA


Aquí con mis padres justo tras haberme recibido en TEA

Parece cuento, pero a esta misma hora, 24 años atrás, yo recibía del gran Guillermo Blanco el diploma que me acreditó como periodista, más allá de ser deportivo, periodista al fin, para toda la vida. Y hoy, casi un cuarto de siglo después, aunque me dé vértigo ese lapso, valoro y me aleghro enormemente de lo que logré.

Lo que TEA, Taller Escuela Agencia, me hizo lograr con su enseñanza, en un tiempo donde no existían las escuelas, que después se pusieron de moda a la par de TEA. En un tiempo en que yo casi dejo de estudiar y paso un año sin nada por no conseguir dónde hacerlo, hasta que aquella propaganda de la famosa revista Sólo Fútbol me dio a conocer a la escuela, situada en Capital. Y entre 1991 y 1993 cursé, y esa bellísima noche del 21 de diciembre en el espectacular auditorio de ATE alcancé la cúspide de mi vida.

Porque no recuerdo otra cosa más importante que me haya pasado en la vida más que el periodismo. Ser algo, ser algo que me gustó desde chico, poder aprenderlo y ejercerlo, Fue un triunfo, una gloria. La gloria de mi vida. La cúspide, casi como una Copa Libertadores. Gracias TEA. Gracias periodismo. Y gracias a Dios, en el que no creía entonces y que me orientó para que así fuera. Otro año más, y que sean más aún. Pero el paso del tiempo no me hará olvidar que ese 21 del 93 fui periodista para siempre.



martes, 19 de diciembre de 2017

EL GOBIERNO, RESPONSABLE E IRRESPONSABLE DE TODO ESTO

No hablo como periodista, hablo como uno de los tantos indignados de esta Argentina caótica. Me dirán que los que hicieron lo que hicieron cerca de la Legislatura no son manifestantes reales, son violentos. Sí, quedó claramente demostrado en imágenes y en cualquier crónica mediática, hasta este loco disfrazado de diputado con un arma tumbera. Muy bien. Ahora, ¿quién generó todo esto? ¿Un grupito de locos de mierda que se levantaron cruzados? ¿O quienes nos quieren, por enésima vez, tomar el pelo con estas estupideces de sacarnos lo nuestro?

La respuesta es clara y sin colores políticos: el Gobierno actual. Y eso que hyo los voté, así que no estoy de ninguno de los dos lados de la maldita grieta. Pero realmente me siento, como muchos de ustedes, estafado en mi buena fe. Estos gobernantes, sin nombres propios, son todos, porque todos son del mismo equipo son los responsables principales, los "cabecillas" de este robo, este atropello al pueblo argentino, otro atropello más. Son responsables, y al mismo tiempo irresponsables, generando con sus desatinos ridículos malestar, caos, inseguridad, violencia, paro laboral, con todo lo que eso acarrea. Como si Argentina no tuviera heridas con la actual situación económica, con lo mal que estamos, por más que ellos se empeñen en mentirnos y tomarnos el pelo, nosotros no somos boludos, perdón la expresión. Para algo los votamos, esto es lo que nos devuelven. Lamentable. Peor, vergonzoso. Una vez más, nos estafaron. Y recemos a Jesús que nace el domingo para que no lo sigan haciendo.

NO SÓLO POR LA VIOLENCIA, OTRO DÍA NEGRO EN ARGENTINA



Un video de la locura cerca del Conbreso

El destino se nos ríe a carcajadas, obvio cruelmente. Como si no bastara lo sucedido el jueves, ayer fue otro día negro en la historia de la Argentina. Aunque no haya habido muertos, fue muy dolorosa la literal guerra civil que se desató entre policía y vándalos, locos no manifestantes, que querían impedir esta porquería de la reforma contra jubilados. Otro repaso, maldito, cruel, de aquellos días trágicos de 2001, por más que no murió nadie. Pero la tristeza, la impotencia no es sólo por la violencia. Porque también tenemos que soportar estos avasallamientos al pueblo, supuestes leyes que son una especie de régimen. La estupidez, la confusión, el disfraz de la situación, el absurdo, el océano de desconcierto en el que Argentina navega hace décadas y décadas. No aprendemos más de nuestros pecados. Y eso sí que es grave. Mäs que la violencia.

jueves, 14 de diciembre de 2017

QUÉ TRISTE LO DE ESTA TARDE EN ARGENTINA


Incidentes como los de este video, gracias a la reforma contra jubilados

Pareció un review, un repaso, de los dolorosos días de la represión de 2001 en la Argentina. Corridas, piedras, balas de goma, gases, represión. Justo el mismo mes de aquella herida, diciembre, Casi 16 años después, el maldito proyecto de ley de reforma previsional, otro golpe bajo a los dulces jubilados, provocó todo este caos, violencia, locura. Ojo, no justifico la misma, pero la fuente de origen es otro atropello de los "gobernantes", entre comillas. Entonces, cómo pedir paz si ellos no la dan con sus actittudes.

Tan triste lo de la calle, en plena Capital, como lo que luego sucedió en la Legislatura, un escándalo entre oposición y oficialismo que derivó en el levantamiento de la sesión para aprobar esta porquería. Diputados truchos, insultos, gritos, locura. Esos son los que nosotros votamos y dejamos un domingo nuestra vida para que nos devuelvan estas cosas. Triste, Argentina, triste.