domingo, 21 de febrero de 2016

EL SOL, PAZ DE VERANO

Cuando amanece, disimulado entre el azul del cielo. De día, cuando ilumina todo con su luz potente que tanto quema. Cuando se va hasta el día siguiente, con esos atardeceres naranjas imborrables al alma. Entre tantos elementos del hermoso verano, el sol es uno de los más referentes de la época, creando figuras, imágenes y momentos increíbles. El verano no lo sería si siempre el cielo no lo tuviera de compañero. Amigo del deporte, novio de la playa, del romance, sinónimo de alegría, necesario para el bronceado, a veces peligroso pero siempre indiscutible grande de este tiempo. Tanto que cuando la lluvia lo reemplaza, solemos protestar por nuestras vacaciones y sentir su falta. El Sol acompaña al hombre, al almuerzo, a la música, al fútbol, al mar, al parador, a la caminata vespertina, a la bellísima a primera hora. A un paseo en auto o cualquier otro vehículo, a un encuentro entre personas desenfadadas, a una pareja que a su luz declara su amor. Como la luna, como el agua, como la flora o las aves, el sol debe estar eternamente incluido en nuestra paz de verano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario