martes, 6 de febrero de 2018

HISTORIAS DE VERANO: GENIAL 89

Acá me pongo a contar anécdotas de mi verano 89 en Pinamar, que al día de hoy fue el mejor de mi vida. Como hubo varias buenas, prefiero agruparlas bajo la palabra genial. Ahí van.

* PILAS SIN PILAS. Había llevado al verano 89 la radio Unisef a la ruta con pilas nuevas. Parece que esas pilas se consumían fácil con esa radio (¿?). Eso fue lo que me pasó justo en el viaje y, cuando las alcalinas dijeron kaput, con mucha bronca agarré y LAS TIRÉ POR LA VENTANILLA. Apenas llegué tuve que comprar nuevas. Un bajón...

* FOTOS SORPRESA. Una soleada tarde estábamos con Natalia, hija de mi pariente Silvia, en el parque del depto nuestro. Justo mi abuela, con qien compartía el verano, tomaba sol plácidamente recostada, tan plácida que se quedó dormida con la boca abierta. Aproveché que no me veía y -movido por Natalia- LE SAQUE FOTOS ASI, CON LA BOCA ABIERTA. Cuando se enteró, la lela casi nos mata. Pero cómo nos matamos de risa...

* LISTA PARA BESAR. Se sabe que Jorge, el genial amigo de mi hermano Fabián, es capaz de hacer cosas locas, pero la que hizo una noche en su local de ropa superó todo. Mientras charlábamos ahí, de una AGARRO DE LA BOCA A UNA CHICA (sería una empleada) y me dijo: ‘’Dieguito, ACA TENGO UNA MINA LISTA PARA BESAR...’’.

* ABEJA BENEVOLA. Estaba una mañana en la playa con mi abuela y su "comitiva". De pronto, y sin que me enterara, una bella abeja SE POSÓ EN MI HOMBRO IZQUIERDO. Por suerte y gracias a la rápida acción de Mariano, hijo de nuestra pariente Silvia, que le pegó un ‘’revistazo’’, la abeja NO ME PICÓ y echó a volar por el azul cielo de Pinamar.


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