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lunes, 23 de noviembre de 2015

SE TERMINÓ EL IMPERIO, VIENE LA ESPERANZA



Primer discurso de Macri como presidente

Ayer se definió, por fin, después de un maratónico innecesario proceso con tres vueltas, el nuevo presidente de nuestra amada Argentina. Y en los rostros de la gente se ve una gran sonrisa, una gran alegría. Como la que tuve yo mismo esta mañana al abrir los ojos al despertar y apenas lúcido, acordarme de esta gran victoria que le hace muy bien a todos, más allá de ese 48 por ciento que pensó lo contrario.

Cómo no ha de ser así después de estos 12 años de imperio injustificable, de tanto avasallamiento de todo lo que encontró a su paso, para qué describir ese nefasto tiempo que hemos soportado. Mejor enfocarnos en esta esperanza grande que se abre con el triunfo de Mauricio Macri. Mucho más que un hombre que representa un partido político, alguien que encabeza nuevas formas de hacer y de vivir para los argentinos. Basta de encadenarse a discursos de TV vacíos, basta de campaña del miedo, de personajes mediocres, de muy poco gobierno y mucho palabrerío, de negar la realidad y afirmar la mentira. Se acabó este imperio que algunos, injustificadamente, pretendieron defender y hacernos creer que era democracia. Por fin los argentinos sentamos cabeza y nos dimos cuenta de cuál es el rumbo correcto, el del sentido común, el de hacer las cosas con sencillez, con amor, con paz, con diálogo, sin esta porquería de cultura de enfrentamiento entre hermanos que tanta mella ha hecho en la sociedad. La Argentina, un país rico por naturaleza, tiene todo para ser del Primer Mundo como alguna vez fuimos. Sólo hay que demostrarlo. Todos esperamos que esta corriente grande de aire fresco renueve y barra todo este nefasto pasado y ponga al país donde siempre debió estar. Y ojalá que un cambio traiga más cambios, porque si se gobierna normalmente la gente vivirá más tranquila, mejor y sin esta histeria que ya es aburridamente insoportable y que debemos modificar urgentemente. El imperio se fue a la decadencia. La esperanza al poder. Argentina, levantate y caminá nomás.




lunes, 5 de octubre de 2015

PRIMER DEBATE PRESIDENCIAL: AUSENCIA IRRESPETUOSA


Mazza pide silencio por la ausencia de Scioli

Anoche el país fue testigo del primer debate entre candidatos presidenciales, en la Facultad de Derecho de Buenos Aires, donde 5 de los 6 aspirantes en las próximas elecciones del 25 de octubre intercambiaron sus pensamientos en forma respetuosa (salvo algún desliz), cordial, amena y democrática, adjetivo éste que le está quedando un poco grande a la Argentina últimamente, en especial con las cosas que vemos desde el Gobierno. Precisamente, otra mala acción del Frente para la Victoria se vio ayer con la indefendible ausencia de Daniel Scioli, el ex campeón de motonáutica y ex vicepresidente, que no quiso participar de tan importante e histórico encuentro.

Como coincidieron los demás candidatos, fue una total falta de respeto a la gente. Realmente es inconcebible que un CANDIDATO A PRESIDENTE, nada más ni nada menos, tenga una actitud de ese tipo. Porque un buen presidente debe ser también un ser educado, un señor y mostrar personalidad y plantarse en un debate, esté correcto o no en sus propuestas. Como pensé anoche antes de sentarme a verlo por TV (que tampoco fue muy democrática al transmitir sólo dos canales, de los cuales uno de cable) éste fue un debate a medias. Coincido plenamente en que fue muy bueno, ameno, democrático, sin histerias e histórico. Pero al faltar un candidato, y estar todos los de la oposición, nos quedamos con una sola campana y nos faltó la voz oficialista, ésa que aparece todas las semanas por Cadena Nacional, por supuesto mal utilizada ya que la cadena sólo se usa para ocasiones especiales y muy importantes. Otro error de esta gente que los deja para mí al desnudo de su perfil. Y que volvió a burlarse de la ciudadanía y de la democracia en serio. Al menos disfrutamos la transmisión donde los otros candidatos disertaron prolijamente y conformaron un muy buen programa. Pero para ser presidente, hay que dar la cara a toda hora y en todo canal.