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domingo, 20 de octubre de 2019

FELICIDADES MADRES, POR DARNOS A LUZ

Hoy se celebra en la Argentina, como cada tercer domingo de octubre, el Día de la Madre. Y claro, en esta vorágine del día a día, por suerte nos acordamos de saludar, de la forma que sea, a la nuestra, la mujer más importante de nuestra vida, más allá de las zonceras de esta sociedad sobre ese concepto. Y cuando el Día pasa, por suerte también, esta sociedad vertiginosa se acuerda de que la tiene, la trata, la ama (o no, según el momento), convive con ella, le pide, le da, comparte todo.

Todo muy bien. Pero pongámonos a hilar un poco más fino. No nos acordamos ya, porque no lo vivimos pero no lo pensamos, del esfuerzo enorme que nuestras madres hicieron para traernos al mundo. Llevar un embarazo durante nueve meses, correr riesgos en cualquier lugar con el bebé a cuestas, los líos que la gestación acarrea en su cuerpo. Y qué decir cuando la fecha de parto llega. La internación, los trámites, las contracciones, el trabajo del parto, hasta esa cierta depresión posparto. Por supuesto, los síntomas del mismo. Y luego, todo el trabajo de la lactancia, la cuarentena y demás. Ellas, nuestras madres, sólo saben qué tuvieron que atravesar para darnos a luz. Tuvieron que ser reales guerreras frente a tanto lío. Entonces, hoy reconozcámosles lo que se rompieron para tenernos. Como lo hizo mi eterna Anita, que hasta superó un complejo problema de salud para que yo esté aquí escribiendo este blog o haciendo tantas cosas de mi vida que ustedes conocen. Las madres son luchadoras por excelencia, ya desde ese día de su embrión. Desde ese día, felicidades para cada una de ellas.