Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
martes, 28 de junio de 2016
NIÑO LLORANDO POR MESSI: ALGO ANDA MAL
El video superfamoso, una muestra de la estupidez intelectual
La derrota del domingo de la Selección argentina ante Chile, por la Copa América Centenario, ya no sólo duele, es lógico, sino que deja al desnudo cómo está la sociedad. Es cierto, quién puede discutir los sentimientos de un chico de unos 10 años llorando porque Lionel Messi, el excesivamente idolatrado crack del equipo, anunció su retiro del mismo. Pero algo anda mal, porque para que un chico llore así, con ese estrépito, como si se hubiera muerto alguien, sus valores de vida no están bien ordenados. Y peor, la estupidez intelectual que domina al mundo, a la Argentina, a su sociedad y sobre todo a los insoportables medios de incomunicación hace que la escena, tierna o no, se viralice en todos los canales, redes, sitios, etc. Cero respeto por la privacidad de las personas, cero respeto por el televidente, cero respeto por todo. Desastre como siempre. Cómo estaremos como sociedad para sentir la renuncia de un jugador de fútbol, por más astro que sea, como la muerte de un ser querido, como la falta de trabajo, como cualquiera de los gravísimos problemas que sin duda importan y afectan más al país. Algo falla, algo está suelto. O no está, que es peor. Por lo menos, así lo siento yo.
lunes, 27 de junio de 2016
COPA AMÉRICA: ¿Y AHORA DE QUÉ TE DISFRAZÁS, ARGENTINA?
Una nueva chance, no muy repetible, acaba de desvanecerse, y van… Es ya una insoportable colección de tristezas, que “nao tem fin” como le sucedió un tiempo a Brasil. Argentina perdió otra vez, con el cruel agravante de que fue en los penales y contra Chile, esa circunstancia triste de aquella final de 2015 a la que esta noche esta Selección quería dejar en el olvido y no pudo.
No es cuestión de refrendar el mal tan argentino de que todo es un desastre, todos deben irse, nadie sirve, sólo porque cinco remates desde once pasos marcaron la victoria para otro, en este caso la buena roja de Pizzi. Por qué olvidar y tirar al tacho todo lo bueno que la Selección había hecho hasta esta dolorosa noche de New Jersey. Goles, goleadas, récord de Messi (de buena Copa hasta que otra vez se pinchó en el momento clave), buenos rendimientos, juego aplomado y delicioso como hace mucho no se veía. Pero la realidad es incontrastable: no se ganó, se jugó pobremente el partido más importante.
Y entonces, de nuevo a recordar. De nuevo a escribir y leer de México 86, esa película gloriosa de la que el miércoles se cumplirán 30 años. De nuevo, también, a emocionarse con las Copas América de Alfio Basile, con la de los goles de Batistuta a México en 1993. Con ésa a la que nadie le quería dar importancia. A seguir viviendo de recuerdos. O a mirar para adelante, cuando el destino, seguramente, ponga por delante otro mazo de cartas para barajar y dar de nuevo. Por el momento, todo es frustración, encima con el peso del desastre de la AFA, que puede excluir a Argentina de toda competencia por un tiempo. Quizá sea mejor, nos ahorraremos tristezas. Seguro que no, nadie piensa en semejante golpe. Quién sabe de qué se disfrazará Argentina y su fútbol, su selección, de ahora en adelante.
No es cuestión de refrendar el mal tan argentino de que todo es un desastre, todos deben irse, nadie sirve, sólo porque cinco remates desde once pasos marcaron la victoria para otro, en este caso la buena roja de Pizzi. Por qué olvidar y tirar al tacho todo lo bueno que la Selección había hecho hasta esta dolorosa noche de New Jersey. Goles, goleadas, récord de Messi (de buena Copa hasta que otra vez se pinchó en el momento clave), buenos rendimientos, juego aplomado y delicioso como hace mucho no se veía. Pero la realidad es incontrastable: no se ganó, se jugó pobremente el partido más importante.
Y entonces, de nuevo a recordar. De nuevo a escribir y leer de México 86, esa película gloriosa de la que el miércoles se cumplirán 30 años. De nuevo, también, a emocionarse con las Copas América de Alfio Basile, con la de los goles de Batistuta a México en 1993. Con ésa a la que nadie le quería dar importancia. A seguir viviendo de recuerdos. O a mirar para adelante, cuando el destino, seguramente, ponga por delante otro mazo de cartas para barajar y dar de nuevo. Por el momento, todo es frustración, encima con el peso del desastre de la AFA, que puede excluir a Argentina de toda competencia por un tiempo. Quizá sea mejor, nos ahorraremos tristezas. Seguro que no, nadie piensa en semejante golpe. Quién sabe de qué se disfrazará Argentina y su fútbol, su selección, de ahora en adelante.
sábado, 25 de junio de 2016
¿VOLVEREMOS A SER CAMPEONES COMO EN EL 93?
Este domingo puede ser un gran día para la rica historia de la selección de Argentina. Uno de los ocho campeones del mundo, aunque parezca irreal, no gana un título mayor desde hace 23 años, justamente la Copa América, la que ahora intentará volver a alzar ante Chile, su verdugo en la última en 2015.
Y aunque sea un torneo continental, que no tiene por estas latitudes tanta relevancia como en otras, no dejaría de ser un regalo grande para la albiceleste. No sólo por regar la sequía de títulos, también porque la tercera final en tres años (tras el Mundial 2014 y la citada Copa 2015) sea la vencida y nuestros compatriotas puedan gritar campeones. Y, sobre todo, porque sería el primer halago para la generación Messi, no solamente compuesta por el crack sino por veteranos de selección como Romero, Rojo, Mascherano, Di María, Higuaín, Agüero. Astros errantes, reyes aún sin corona, jugadores que necesitan una consagración de este tipo, con la camiseta de su país, para terminar de grabar sus nombres en la historia.
También sería la frutilla que le falta a esta torta de grandes victorias, actuaciones y golazos. El team del Tata Martino, tan castigado hasta no mucho tiempo atrás, ha mostrado una jerarquía y contundencia como hacía mucho no se veía, volviendo a enamorar al siempre exigente hincha argentino. Y en ese camino se incluye el rotundo 2-1 del inicio del certamen a Chile, su rival en la final en New Jersey. Sin duda, aunque el plantel no quiera decirlo o diga lo contrario, es la revancha esperada, siempre hablando sobre fútbol. La amarga derrota por penales en Santiago hace casi un año se podría revertir con un triunfo ante un equipazo como la roja.
Sin duda que los dos mejores del torneo han arribado al partido cumbre. Con semejanzas: figuras, goles, contundencia, solidez, buen juego. Quizá Chile tiene la ventaja de disponer de más jugadores, debido a las lesiones argentinas que han acortado el banco de suplentes. Será un partidazo más allá de las preferencias, un choque de dos potencias hoy por hoy del subcontinente. Y Argentina viene con buen pie ante su vecino, habiéndole ganado en Santiago en marzo por las eliminatorias y el citado 2-1 de la primera ronda. Pero en una final poco cuentan los antecedentes. Igual, justo en los 30 años de aquella epopeya de México, Argentina tiene pasta para volver a ganar un campeonato, algo que debería ser normal y que por tanto tiempo es muy valioso. Para que volvamos a ser campeones como en el 93.
Y aunque sea un torneo continental, que no tiene por estas latitudes tanta relevancia como en otras, no dejaría de ser un regalo grande para la albiceleste. No sólo por regar la sequía de títulos, también porque la tercera final en tres años (tras el Mundial 2014 y la citada Copa 2015) sea la vencida y nuestros compatriotas puedan gritar campeones. Y, sobre todo, porque sería el primer halago para la generación Messi, no solamente compuesta por el crack sino por veteranos de selección como Romero, Rojo, Mascherano, Di María, Higuaín, Agüero. Astros errantes, reyes aún sin corona, jugadores que necesitan una consagración de este tipo, con la camiseta de su país, para terminar de grabar sus nombres en la historia.
También sería la frutilla que le falta a esta torta de grandes victorias, actuaciones y golazos. El team del Tata Martino, tan castigado hasta no mucho tiempo atrás, ha mostrado una jerarquía y contundencia como hacía mucho no se veía, volviendo a enamorar al siempre exigente hincha argentino. Y en ese camino se incluye el rotundo 2-1 del inicio del certamen a Chile, su rival en la final en New Jersey. Sin duda, aunque el plantel no quiera decirlo o diga lo contrario, es la revancha esperada, siempre hablando sobre fútbol. La amarga derrota por penales en Santiago hace casi un año se podría revertir con un triunfo ante un equipazo como la roja.
Sin duda que los dos mejores del torneo han arribado al partido cumbre. Con semejanzas: figuras, goles, contundencia, solidez, buen juego. Quizá Chile tiene la ventaja de disponer de más jugadores, debido a las lesiones argentinas que han acortado el banco de suplentes. Será un partidazo más allá de las preferencias, un choque de dos potencias hoy por hoy del subcontinente. Y Argentina viene con buen pie ante su vecino, habiéndole ganado en Santiago en marzo por las eliminatorias y el citado 2-1 de la primera ronda. Pero en una final poco cuentan los antecedentes. Igual, justo en los 30 años de aquella epopeya de México, Argentina tiene pasta para volver a ganar un campeonato, algo que debería ser normal y que por tanto tiempo es muy valioso. Para que volvamos a ser campeones como en el 93.
RECORDANDO EL MUNDIAL 86: ARGENTINA-BÉLGICA
Video del triunfo y los goles de Diego
Y el 25 los belgas fueron el escollo de Argentina. Esa noche a las 7, el primer tiempo terminó 0-0. Y en lugar de quedarme esperando el segundo, me fui
a bañar. Y en la ducha escuché a mi familia gritar los goles de Maradona y la llegada a la final… Después oía los clásicos bocinazos desde mi habitación.
LAS ANÉCDOTAS RISUEÑAS
JUSTO BAJO LA DUCHA. Esta pasó el día de Argentina-Bélgica. cuando Dieguito Maradona hizo los dos goles del triunfo, yo estaba BAÑANDOME EN EL BAÑO DE ABAJO.
Sí, toda mi familia gritando por la Selección y yo en la ducha…
MODESTO SCIFO. Seguramente ustedes se acuerdan de Vincenzo Scifo, el gran MEDIOCAMPISTA de Bélgica. Durante el Mundial, El Gráfico hizo una encuesta entre
varios jugadores a ver quién iba a ser la revelación. Cuando le preguntaron a Scifo, el muy modesto CONTESTÓ: ‘’LA REVELACION VOY A SER YO…’’.
miércoles, 22 de junio de 2016
RECORDANDO EL MUNDIAL 86: LA MANO DE DIOS
Hoy es otro aniversario muy especial. Otro gran recuerdo de ese gran 1986. Treinta años han pasado de la exhibición de Diego Maradona y la Selección argentina ante Inglaterra en México 86. Sin más palabras, Así Es La Vida les presenta el video de los dos goles. Aquí vemos el primero, la famosa "mano de Dios".
RECORDANDO EL MUNDIAL 86: MARADONA 2, INGLATERRA 1
El soleado 22 la Selección jugaba ante Inglaterra. A las 3, en el comedor y con mi papá a mi derecha, sufrí en el primer tiempo con un mal rechazo de Pumpido que pudo ser gol. Pero todo cambió en el segundo, cuando apareció Maradona. Primero, ‘’la mano de Dios’’ que mi papá creyó que no valía. Y ni hablar del inolvidable segundo gol, que gritamos mucho y que esa semana todos los canales siguieron mostrando, hasta con tango de fondo. Luego volvimos a sufrir con el descuento, pero Argentina ganó y otra vez todo fue felicidad.
Ese mismo 22 a la noche, asistí al sorprendente triunfo por penales de Bélgica con España. Recuerdo el gol de Señor y el penal decisivo de Leo Van der Elst. La clasificación de los Diablos Rojos motivó que Claudio dijera que ‘’este Mundial está remal hecho, para que llegue Bélgica...’’.
Ese mismo 22 a la noche, asistí al sorprendente triunfo por penales de Bélgica con España. Recuerdo el gol de Señor y el penal decisivo de Leo Van der Elst. La clasificación de los Diablos Rojos motivó que Claudio dijera que ‘’este Mundial está remal hecho, para que llegue Bélgica...’’.
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