Para quienes no entienden, porque ésa es mi función como periodista que soy, los torneos de tenis llamados Masters 1000, como el que este domingo Del Potro le ganó a Federer en Indian Wells, son muy importantes. Explico: los más grandes son los denominados Grand Slam, es decir, el Abierto de Australia, Roland Garros (Francia), Wimbledon (Inglaterra) y el US Open o Abierto de Estados Unidos. Luego de esos cuattro, casi como ganar una Eurocopa o Copa América, vienen estos Masters 1000, que son nueve en total y que reparten muchos puntos, lo cual es decisivo para el ránking, especialmente uno tan parejo como el de los hombres. Atrás vienen los ATP 500 Y 250, cuyo número decreciente lo dice todo. Por eso, el triunfazo y la alegría que el gran Juan Martín le da al tenis y al deporte argentino.
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
domingo, 18 de marzo de 2018
POTRO DELPO: CAMPEÓN DEL MASTERS 1000 ANTE FEDERER
Momento en que Del Potro se consagra en Indian Wells
Juan Martín Del Potro hizo otra de las suyas gloriosas. Como cuando ganó hace casi 10 años el US Open, este domingo batió al tremendo Roger Federer y ganó el Masters 1000 de Indian Wells, en Estados Unidos. Otra de Delpo, que hace dos años no sabía si seguía jugando por lesiones repetidas y crónicas de muñeca, y luego fue palta en los Olímpicos de Río 2016, ganó la Copa Davis, hace poco se llevó el ATP 500 de Acapulco y ahora dio la nota en emotiva defninción en tercer set con un gran 7-2 en tie break. Por fin, la "torre de Tandil" rompió ese maleficio de no poder ganar algo gordo. Bajó a Federer, que venía invicto en el año, y ahora será 6 del mundo. Y sí, el apellido le queda bien: un Potro del tenis y del deporte argentino. !Felicitaciones Delpo!
LA LLUVIA DIO OTRO RECITAL SOBRE BUENOS AIRES
Ya que estamos con esto de Lollapalooza y demás en boga, anoche la lluvia dio un verdadero recital sobre nuestra Buenos Aires querida. Tras la molesta humedad y el calor de marzo de esta semana, un aguacero se descargó con toda su furia, con truenos y hasta rayos, que no sólo condicionaron la tranquilidad de la gente, sino que no me dejaron dormir. Parecía que los vidrios se iban a romper con cada trueno. De última, lo que siempre me preocupa en serio, es primero si se inundará la ciudad, con sus consabidos líos, y segundo, que el medio ambiente de hoy está en muy mala situación, porque las copiosas y potentes lluvias de ahora no son las de antes. Tanto, que ahora tocan su música.
viernes, 16 de marzo de 2018
MIRANDA CANTÓ EN UN AVIÓN
Video del grupo pop en pleno vuelo de Aerolíneas
Genial momento, divertido, sorprendente, vivieron quienes se ganaron un viaje al festival de música Lollapalooza, que comienza hoy en el Hipódromo de San Isidro. En medio del vuelo, el famoso grupo Miranda se apareció cantando un tema, y la gente quedó deleitada del momento único. Era parte de los regalos del programa de la empresa aérea nacional. Esas cositas que sólo la música puede dar. Miren si me tocara a mí cantar en un vuelo. Siempre sueño con esas cosas. Al menos, Miranda lo hizo realidad.
miércoles, 14 de marzo de 2018
POR QUÉ ARGENTINA NO FUE A FRANCIA 38
Por primera vez en su historia, Argentina no jugó un Mundial. Fue para Francia 1938, pero no quedó marginado en la cancha, sino que vivió una novela de líos con la FIFA que derivó en su lamentable ausencia.
Argentina había presentado junto a Francia y a Alemania la candidatura para organizar el tercer Mundial. En una visita oficial a Buenos Aires, el presidente de la entidad madre y creador de la Copa del Mundo, Jules Rimet, les había insinuado a los dirigentes de la AFA que el país tenía chances de ser la sede. Sin embargo, algunos directivos galos como Hénri Delaunay (luego secretario de la FIFA) y el ex mandatario Robert Guérin hicieron campaña para que Francia fuera la anfitriona. Rimet estuvo convencido de la propuesta, igual que los miemros encargados de la elección, por mejor infraestructura y transporte, además de varios estadios. Y en un congreso durante los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, Francia ganó nomás la sede.
Obviamente, la AFA estaba que hervía. Con mucho enojo por el cambio de opinión y la no alternancia de continentes sede, le pidió a la FIFA que la incluyera en el torneo sin jugar eliminatorias, teniendo en cuenta su nivel deportivo. La entidad accedió, pero fueron los clubes (como pasa hoy) que presionaron para no ceder a sus jugadores. La AFA debió declinar y no se presentó. Y la Selección se perdió de ser candidata al título, con genios como Sastre, De la Mata, José "Charro" Moreno, Varallo, Peucelle, Bernabé Ferreyra, Lazzatti, el "Chueco" García, Pedernera, Cherro, Guaita, Minella.
Argentina había presentado junto a Francia y a Alemania la candidatura para organizar el tercer Mundial. En una visita oficial a Buenos Aires, el presidente de la entidad madre y creador de la Copa del Mundo, Jules Rimet, les había insinuado a los dirigentes de la AFA que el país tenía chances de ser la sede. Sin embargo, algunos directivos galos como Hénri Delaunay (luego secretario de la FIFA) y el ex mandatario Robert Guérin hicieron campaña para que Francia fuera la anfitriona. Rimet estuvo convencido de la propuesta, igual que los miemros encargados de la elección, por mejor infraestructura y transporte, además de varios estadios. Y en un congreso durante los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, Francia ganó nomás la sede.
Obviamente, la AFA estaba que hervía. Con mucho enojo por el cambio de opinión y la no alternancia de continentes sede, le pidió a la FIFA que la incluyera en el torneo sin jugar eliminatorias, teniendo en cuenta su nivel deportivo. La entidad accedió, pero fueron los clubes (como pasa hoy) que presionaron para no ceder a sus jugadores. La AFA debió declinar y no se presentó. Y la Selección se perdió de ser candidata al título, con genios como Sastre, De la Mata, José "Charro" Moreno, Varallo, Peucelle, Bernabé Ferreyra, Lazzatti, el "Chueco" García, Pedernera, Cherro, Guaita, Minella.
RAREZAS DEL MUNDIAL 38
La ensalada eliminatoria
Como en Italia 34, el Mundial de Francia 38 tuvo su fase eliminatoria previa, por suerte sin el local y el campeón Italia. Sin embargo, por distintas circunstancias, la misma fue un conglomerado de líos, incluyendo la no presentación de Argentina y uruguay.
En Europa, el contexto político delicado en algunos países influyó notoriamente. Suiza no quería viajar a Lisboa para enfrentar a Portugal por temor a cruzar España, en plena guerra civil. Por eso debieron hacerlo en Milán a partido único, ganado por los suizos. Egipto y Palestina, al no tener rivales en Africa y asia, fueron a los grupos europeos. Los palestinos fueron eliminados rápido, y los egipcios se negaron a jugar contra Rumania en pleno mes de ramadán, tiempo de ayuno y oración musulmana, por lo que fueron descalificados. Y los británicos, con Inglaterra a la cabeza, seguían aislados de la FIFA.
En América, la designación de Francia como sede causó fastidio en la mayoría. Argentina terminó no yendo, Uruguay se declaró aún ofendido por el boicot europeo de su Copa en el 30, México se molestó con la FIFA por lo de la sede y fue Brasil el único sudamericano presente.
Por la zona Norte y centroamérica, aún no existía la CONCACAF, tras el retiro de México, cuatro países (Cuba, Colombia, Costa Rica y El Salvador) iban a disputar un minitorneo para jugar con un sudamericano. Surinam, entonces Guayana Holandesa, no resppondió al llamado y fue bajado, pero protestó y la FIFA dio marcha atrás y lo incluyó. Luego, Colombia y El Salvador renunciaron y quedaron Cuba, Costa Rica y Surinam para un triangular. Pero Surinam se bajó por razones económicas, y al mismo tiempo pidió enfrentar a Indias Orientales Holandesas, vencedor del Grupo 9, lo que la FIFA negó. Costa Rica también se retiró, y Cuba debía enfrentar a Argentina por una especie de repechaje, pero la Selección no quiso viajar a Francia y los cubanos, de esa loca forma, sin realizar un solo partido, fueron el primer país caribeño en ir a un Mundial, llegando a cuartos de final tras dejar a Rumania.
En tanto, Indias Orientales Holandesas, luego Indonesia cuando se independizó, obtuvo el Grupo 9 por no presentación de Japón, sumido en tremenda guerra con China. La entidad rectora decidió que debía medirse a Estados Unidos por una plaza en Rotterdam, Holanda, pero los norteamericanos no pudieron viajar por falta de financiamiento. Ellos esperaban recaudar dinero en un amistoso con Inglaterra, pero éstos cancelaron el partido por no querer jugar en domingo. Fue por esa forma también alocada que los asiáticos ganaron su lugar en la cita gala.
Leónidas, el goleador sin botín
Leónidas da Silva, el "Diamante Negro", fue uno de los primeros cracks de Brasil. En el encuentro debut ante Polonia, perdió un botín en una jugada. Así descalzo, continuó la acción y con un remate batió al arquero Madejski. Luego haría, ya calzado, dos goles más en el alargue y el "scratch" ganaría 6 a 5, no en penales, sino en 120 minutos. Sí, once goles, ocho de ellos en los 90.
El arquero cubano no jugó para hablar por radio
Benito Carvajales fue el arquero de la histórica presencia de Cuba en el Mundial. Jugó en el encuentro ante Rumania que acabó igualado a tres goles, con tiempo extra y todo. Era necesario, como se estilaba entonces, un desempate. Cuba esperaba contar con su colaboración, pero Carvajales no estuvo porque prefirió comentar el partido para una radio de su país. La decisión le salió bien: Juan Ayra lo reemplazó y los caribeños ganaron 2 a 1 y fueron a cuartos. Carvajales volvió para el compromiso con Suecia, pero esta vez no le fue tan bien: recibió ocho goles de los escandinavos.
Ni el tiro del final
En ese 0-8 con Suecia, Cuba tuvo a los 42 minutos del primer tiempo la chance de descontar, cuando iba 0-3. Pero el arquero Abrahamsson le atajó un penal a Fernández, y los cubanos quedaron en cero.
La pelota oficial
Por primera vez, una firma se hizo cargo de confeccionar y proveer el balón del Mundial. Fue la empresa Allen, que distribuyó un modelo liviano que permitía a los jugadores cabecear sin sufrir dolores en esa parte del cuerpo.
Si pierdo me voy a pie
Era la promesa, o mejor dicho amenaza, que hizo el técnico de Hungría, Karoly Dietz. Si su equipo perdía contra Suiza en cuartos de final, él volvía a Budapest a pie. Hungría ganó y fue a semifinales, donde goleó a Suecia y fue a la final. entonces le preguntaron a Dietz si repetiría la misma apuesta para ese encuentro. Obviamente, el entrenador hizo absoluto silencio.
Como en Italia 34, el Mundial de Francia 38 tuvo su fase eliminatoria previa, por suerte sin el local y el campeón Italia. Sin embargo, por distintas circunstancias, la misma fue un conglomerado de líos, incluyendo la no presentación de Argentina y uruguay.
En Europa, el contexto político delicado en algunos países influyó notoriamente. Suiza no quería viajar a Lisboa para enfrentar a Portugal por temor a cruzar España, en plena guerra civil. Por eso debieron hacerlo en Milán a partido único, ganado por los suizos. Egipto y Palestina, al no tener rivales en Africa y asia, fueron a los grupos europeos. Los palestinos fueron eliminados rápido, y los egipcios se negaron a jugar contra Rumania en pleno mes de ramadán, tiempo de ayuno y oración musulmana, por lo que fueron descalificados. Y los británicos, con Inglaterra a la cabeza, seguían aislados de la FIFA.
En América, la designación de Francia como sede causó fastidio en la mayoría. Argentina terminó no yendo, Uruguay se declaró aún ofendido por el boicot europeo de su Copa en el 30, México se molestó con la FIFA por lo de la sede y fue Brasil el único sudamericano presente.
Por la zona Norte y centroamérica, aún no existía la CONCACAF, tras el retiro de México, cuatro países (Cuba, Colombia, Costa Rica y El Salvador) iban a disputar un minitorneo para jugar con un sudamericano. Surinam, entonces Guayana Holandesa, no resppondió al llamado y fue bajado, pero protestó y la FIFA dio marcha atrás y lo incluyó. Luego, Colombia y El Salvador renunciaron y quedaron Cuba, Costa Rica y Surinam para un triangular. Pero Surinam se bajó por razones económicas, y al mismo tiempo pidió enfrentar a Indias Orientales Holandesas, vencedor del Grupo 9, lo que la FIFA negó. Costa Rica también se retiró, y Cuba debía enfrentar a Argentina por una especie de repechaje, pero la Selección no quiso viajar a Francia y los cubanos, de esa loca forma, sin realizar un solo partido, fueron el primer país caribeño en ir a un Mundial, llegando a cuartos de final tras dejar a Rumania.
En tanto, Indias Orientales Holandesas, luego Indonesia cuando se independizó, obtuvo el Grupo 9 por no presentación de Japón, sumido en tremenda guerra con China. La entidad rectora decidió que debía medirse a Estados Unidos por una plaza en Rotterdam, Holanda, pero los norteamericanos no pudieron viajar por falta de financiamiento. Ellos esperaban recaudar dinero en un amistoso con Inglaterra, pero éstos cancelaron el partido por no querer jugar en domingo. Fue por esa forma también alocada que los asiáticos ganaron su lugar en la cita gala.
Leónidas, el goleador sin botín
Leónidas da Silva, el "Diamante Negro", fue uno de los primeros cracks de Brasil. En el encuentro debut ante Polonia, perdió un botín en una jugada. Así descalzo, continuó la acción y con un remate batió al arquero Madejski. Luego haría, ya calzado, dos goles más en el alargue y el "scratch" ganaría 6 a 5, no en penales, sino en 120 minutos. Sí, once goles, ocho de ellos en los 90.
El arquero cubano no jugó para hablar por radio
Benito Carvajales fue el arquero de la histórica presencia de Cuba en el Mundial. Jugó en el encuentro ante Rumania que acabó igualado a tres goles, con tiempo extra y todo. Era necesario, como se estilaba entonces, un desempate. Cuba esperaba contar con su colaboración, pero Carvajales no estuvo porque prefirió comentar el partido para una radio de su país. La decisión le salió bien: Juan Ayra lo reemplazó y los caribeños ganaron 2 a 1 y fueron a cuartos. Carvajales volvió para el compromiso con Suecia, pero esta vez no le fue tan bien: recibió ocho goles de los escandinavos.
Ni el tiro del final
En ese 0-8 con Suecia, Cuba tuvo a los 42 minutos del primer tiempo la chance de descontar, cuando iba 0-3. Pero el arquero Abrahamsson le atajó un penal a Fernández, y los cubanos quedaron en cero.
La pelota oficial
Por primera vez, una firma se hizo cargo de confeccionar y proveer el balón del Mundial. Fue la empresa Allen, que distribuyó un modelo liviano que permitía a los jugadores cabecear sin sufrir dolores en esa parte del cuerpo.
Si pierdo me voy a pie
Era la promesa, o mejor dicho amenaza, que hizo el técnico de Hungría, Karoly Dietz. Si su equipo perdía contra Suiza en cuartos de final, él volvía a Budapest a pie. Hungría ganó y fue a semifinales, donde goleó a Suecia y fue a la final. entonces le preguntaron a Dietz si repetiría la misma apuesta para ese encuentro. Obviamente, el entrenador hizo absoluto silencio.
HISTORIA MUNDIAL: FRANCIA 38
Antes de hablar de fútbol en 1938, hay que hablar de política y de guerra. Guerra civil de España de 1936. Nacimiento de la Alemania nazi en 1934. La anexión de Austria al Tercer Reich en marzo del 38. El apogeo del fascismo en Italia. Hasta había lío en Asia con la guerra sinojaponesa. En ese ambiente, la pelota debía rodar en junio de 1938 en Francia, en la tercera Copa del Mundo. La patria de su creador, Jules Rimet, había ganado la sede, volviendo a jugarse en Europa luego de Italia 34, por lo que los países sudamericanos, entre ellos Argentina y Uruguay, decidieron no presentarse molestos con la no alternancia de continentes.
Así de agradable era el clima para el Mundial galo, lleno de europeos y con el debut de los exóticos Cuba e Indias Orientales Holandesas, hoy Indonesia. Brasil fue el único sudamericano, Austria no pudo competir por el Anschluss, España por el golpe del 36 y Japón por su enfrentamiento con China, además de que varios americanos se retiraron y le dejaron lugar a los cubanos. El nieto de 10 años de Rimet, Yves, sorteó el torneo que nuevamente se definió por eliminación directa, con alargue y desempate a las 24 horas en caso de igualdad. Al menos, por primera vez, el anfitrión y el campeón reinante, Francia e Italia, no tuvieron que jugar eliminatorias y se clasificaron automáticamente.
En el mítico Parque de los Príncipes de París, uno de los dos estadios de la capital francesa, comenzó la Copa el 4 de junio. Tremendo partido era el inicial, con la Alemania nazi mechada con austríacos ante Suiza y su cerrojo. Los austroalemanes hicieron el saludo nazi y la gente los silbó y abucheó durante todo el partido, que acabó empatado a un gol aún con alargue. Cinco días después, se llamó a alentar a los suizos como si fueran locales, en repudio a los germanos. Suiza ganó 4-2 y los franceses que poblaban el Parc des Princes los ovacionaron como nunca.
Fue lo saliente de esos octavos de final, que siguieron el 5 en distintas ciudades y estadios. El campeón Italia, dirigido otra vez por Vittorio Pozzo y con pocos jugadores del 34, pero con el seguimiento de Mussolini, se llevó un susto ante Noruega que le igualó y casi le gana sobre la hora, aunque Silvio Piola, su figura, decretó el 2-1 en el tiempo extra. Hungría goleó a los ignotos indonesios, Checoslovaquia lo hizo ante Holanda pero en prórroga y el local venció a Bélgica. Pero los mejores episodios los dieron los americanos: el astro brasileño Leónidas marcó un gol descalzo y su país le ganó 6-5 a Polonia en otro alargue, y Cuba consiguió una proeza al eliminar a un europeo, Rumania, tras dos excitantes encuentros. Mientras, Suecia lo esperaba en cuartos de final sin jugar por la ausencia de Austria.
Y se notó el descanso sueco sobre el trajín cubano, en el 8-0 que los colocó en las semifinales. Por su parte, Hungría pasaba al vencer a Suiza al compás de su estrella Gyorgy Sarosi. Pero los cuartos tuvieron dos partidos excluyentes,no sólo por el fútbol. Francia enfrentó a Italia en el estadio Olímpico de Colombes, el otro parisino, escenario de la final. Los italianos hicieron, como sus colegas alemanes, el saludo romano, y como ambos tenían camiseta azul, aparecieron vestidos de negro, el color del fascismo. Por supuesto tuvieron a todo Colommbes en contra, pero igual ganaron y pasaron a las semifinales. Y Brasil y Checoslovaquia se batieron en un duelo lleno de fricciones, polémicas y agresiones llamado "la batalla de Burdeos", escenario del 1-1 que obligó al desempate, donde los dos astros checos, el arquero Planicka y el goleador Nejedly, no pudieron actuar por lesión y Brasil ganó 2-1.
El "scratch" se sentía casi en la final, ese triunfalismo que los ha perjudicado hasta no hace mucho. Para medirse al coloso Italia, el técnico Adhemar Pimenta reservó a sus grandes hombres: Brandao, Tim (luego DT de Perú en España 82) y Leónidas."Si quieren lo dejo a Domingos da Guía, porque me da tranquilidad", dijo antes del partido. E incluso sacó los pasajes de avión creyendo un triunfo seguro. Gravísimo error subestimar a una selección campeona reinante, que además había sido medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Berlín dos años antes. Italia ganó 2-1 y dejó en ridículo a Pimenta, que igual se negó a darle los pasajes a Vittorio Pozzo, que debió ir con sus futbolistas en tren a la final a enfrentar a Hungría, que apabulló a Suecia en la otra semifinal.
Curiosamente, el mismo día y a la misma hora se realizaron el tercer puesto y la final. Ese 19 de junio, en Burdeos, Brasil ponía lo mejor y derrotaba a Suecia con doblete de Leónidas, que así cerró su actuación como máximo goleador. Pero lo importante era en el estadio Colombes, donde Pozzo y sus hombres debían ganar o ganar para evitar, como en el 34, la locura de Mussolini. Al menos los italianos no hicieron ninguna alusión política, se vistieron de azul y en un buen encuentro con los hábiles húngaros, se impusieron 4 a 2 y se consagraron bicampeones del mundo, con lo que Pozzo se erigió como el único técnico hasta hoy en ser campeón mundial dos veces. Mussolini los premió con 8000 liras de la época y demás honores. Los azzurros festejaron con un excelente equipo, donde aún Giuseppe Meazza y Giovanni Ferrari eran abanderados, aparte de Piola. Ellos festejaron. Los demás, qué ganas tenían de hablar de fútbol. Se venía la guerra.
Así de agradable era el clima para el Mundial galo, lleno de europeos y con el debut de los exóticos Cuba e Indias Orientales Holandesas, hoy Indonesia. Brasil fue el único sudamericano, Austria no pudo competir por el Anschluss, España por el golpe del 36 y Japón por su enfrentamiento con China, además de que varios americanos se retiraron y le dejaron lugar a los cubanos. El nieto de 10 años de Rimet, Yves, sorteó el torneo que nuevamente se definió por eliminación directa, con alargue y desempate a las 24 horas en caso de igualdad. Al menos, por primera vez, el anfitrión y el campeón reinante, Francia e Italia, no tuvieron que jugar eliminatorias y se clasificaron automáticamente.
En el mítico Parque de los Príncipes de París, uno de los dos estadios de la capital francesa, comenzó la Copa el 4 de junio. Tremendo partido era el inicial, con la Alemania nazi mechada con austríacos ante Suiza y su cerrojo. Los austroalemanes hicieron el saludo nazi y la gente los silbó y abucheó durante todo el partido, que acabó empatado a un gol aún con alargue. Cinco días después, se llamó a alentar a los suizos como si fueran locales, en repudio a los germanos. Suiza ganó 4-2 y los franceses que poblaban el Parc des Princes los ovacionaron como nunca.
Fue lo saliente de esos octavos de final, que siguieron el 5 en distintas ciudades y estadios. El campeón Italia, dirigido otra vez por Vittorio Pozzo y con pocos jugadores del 34, pero con el seguimiento de Mussolini, se llevó un susto ante Noruega que le igualó y casi le gana sobre la hora, aunque Silvio Piola, su figura, decretó el 2-1 en el tiempo extra. Hungría goleó a los ignotos indonesios, Checoslovaquia lo hizo ante Holanda pero en prórroga y el local venció a Bélgica. Pero los mejores episodios los dieron los americanos: el astro brasileño Leónidas marcó un gol descalzo y su país le ganó 6-5 a Polonia en otro alargue, y Cuba consiguió una proeza al eliminar a un europeo, Rumania, tras dos excitantes encuentros. Mientras, Suecia lo esperaba en cuartos de final sin jugar por la ausencia de Austria.
Y se notó el descanso sueco sobre el trajín cubano, en el 8-0 que los colocó en las semifinales. Por su parte, Hungría pasaba al vencer a Suiza al compás de su estrella Gyorgy Sarosi. Pero los cuartos tuvieron dos partidos excluyentes,no sólo por el fútbol. Francia enfrentó a Italia en el estadio Olímpico de Colombes, el otro parisino, escenario de la final. Los italianos hicieron, como sus colegas alemanes, el saludo romano, y como ambos tenían camiseta azul, aparecieron vestidos de negro, el color del fascismo. Por supuesto tuvieron a todo Colommbes en contra, pero igual ganaron y pasaron a las semifinales. Y Brasil y Checoslovaquia se batieron en un duelo lleno de fricciones, polémicas y agresiones llamado "la batalla de Burdeos", escenario del 1-1 que obligó al desempate, donde los dos astros checos, el arquero Planicka y el goleador Nejedly, no pudieron actuar por lesión y Brasil ganó 2-1.
El "scratch" se sentía casi en la final, ese triunfalismo que los ha perjudicado hasta no hace mucho. Para medirse al coloso Italia, el técnico Adhemar Pimenta reservó a sus grandes hombres: Brandao, Tim (luego DT de Perú en España 82) y Leónidas."Si quieren lo dejo a Domingos da Guía, porque me da tranquilidad", dijo antes del partido. E incluso sacó los pasajes de avión creyendo un triunfo seguro. Gravísimo error subestimar a una selección campeona reinante, que además había sido medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Berlín dos años antes. Italia ganó 2-1 y dejó en ridículo a Pimenta, que igual se negó a darle los pasajes a Vittorio Pozzo, que debió ir con sus futbolistas en tren a la final a enfrentar a Hungría, que apabulló a Suecia en la otra semifinal.
Curiosamente, el mismo día y a la misma hora se realizaron el tercer puesto y la final. Ese 19 de junio, en Burdeos, Brasil ponía lo mejor y derrotaba a Suecia con doblete de Leónidas, que así cerró su actuación como máximo goleador. Pero lo importante era en el estadio Colombes, donde Pozzo y sus hombres debían ganar o ganar para evitar, como en el 34, la locura de Mussolini. Al menos los italianos no hicieron ninguna alusión política, se vistieron de azul y en un buen encuentro con los hábiles húngaros, se impusieron 4 a 2 y se consagraron bicampeones del mundo, con lo que Pozzo se erigió como el único técnico hasta hoy en ser campeón mundial dos veces. Mussolini los premió con 8000 liras de la época y demás honores. Los azzurros festejaron con un excelente equipo, donde aún Giuseppe Meazza y Giovanni Ferrari eran abanderados, aparte de Piola. Ellos festejaron. Los demás, qué ganas tenían de hablar de fútbol. Se venía la guerra.
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